Las esperadas festividades carnavaleras ya están aquí y llenarán las calles de multitud de localidades aragonesas de color, música y fiesta. Cada municipio tiene su peculiar manera de celebrar esta época del año pero, hay tres, uno de cada provincia, que sin duda, destacan de manera especial. Quienes esperan con más ganas la llegada de estos días son, entre otros, los vecinos de Bielsa, Épila y Luco de Jiloca. Los tradicionales carnavales de estas villas les colocan en un lugar destacado en sus respectivas provincias. Este jueves ya han tenido lugar las celebraciones del jueves lardero -longaniza en el puchero- que han dado oficialmente el pistoletazo de salida a estas alegres fiestas.

Durante la dictadura franquista el carnaval fue prohibido, pero algunos pueblos se las ingeniaban para burlar esta norma y salir a festejar a pesar de todo. Es el caso, por ejemplo, de Épila que, con sus tradicionales mascarutas, los vecinos podían salir a la calle disfrazados sin ser reconocidos. Las mascarutas son el personaje más representativo de esta localidad zaragozana de la Comarca de Valdejalón. Los epilenses se disfrazan con lo primero que encuentran por casa. La clave: muchas telas que escondan la figura, un 'taleguillo' para tapar el rostro y modular la voz hasta alcanzar un particular tono chillón que haga irreconocible a aquel que lo emite. El de Épila es uno de los carnavales más largos de Aragón ya que ha arrancado este jueves 28 de febrero, y se prolongará hasta el domingo, 10 de marzo. Don Zaputero ya ha sido colgado en el balcón del Ayuntamiento y su quema o muerte en la hoguera marcarán el final de las fiestas. 

Jesús Macipe

Exactamente lo mismo ocurre en Bielsa, en la Comarca del Sobrarbe, pero esta vez el nombre del particular muñeco es Don Cornelio Zorrilla, que volverá cada año para traer de nuevo consigo el carnaval. En esta localidad oscense se encuentra otra cita ineludible de la ruta carnavalera. Los belsetanos se disfrazan de goluchos para dar inicio a sus festejos, unos personajes vestidos con harapos y ropas viejas que van de casa en casa en cuanto sale el sol anunciando la llegada del carnaval. Este es uno de los carnavales más conocidos en España, y en 2018 fue elegido el mejor a nivel nacional por el portal turístico Tripadvisor. Esta previsto que durante esta edición esta pequeña localidad de apenas 500 habitantes llegue a recibir hasta 6.000 visitantes. Los mozos solteros de Bielsa se visten de trangas, con pieles y cuernos de macho cabrío, dentaduras de patata y con los rostros pintados de negro con hollín y aceite. Estos son los encargados de recoger a las madamas, las mozas solteras, durante la ronda. 

Rafael Gobantes

El carnaval de Luco de Jiloca, en Teruel, por otra parte, fue recuperado en el año 2003 por la asociación cultural Los Zarragones. Los personajes más representativos, en este caso son los diablos, las madamas y los zarragones. Los diablos se tiñen la cara de negro y llevan unas enormes tijeras que simbolizan el fin de las libertades con la llegada de la cuaresma, las madamas pobres -también las hay ricas- llevan una silla en la cabeza y una sábana que cubre su cuerpo, y, por último, los zarragones llevan caretas, sacos, gibas y cencerros.