Ruta invernal a la cima del Moncayo

El Moncayo es, con sus 2.315 m, el techo del Sistema Ibérico, una atractiva y no muy elevada cima, pero que en invierno reúne condiciones equiparables a un tresmil del Pirineo.

Mide ruta invernal Moncayo.
Mide ruta invernal Moncayo.

Además de Tarazona, donde el arte mudéjar se hace monumento permanente, el paisaje próximo se llena con la inmensa mole del Moncayo, soñando blancuras en las cumbres, para luego vestirse de verde rumoroso, con pinos y fuentes, chopos y arroyos cristalinos. Todo es cuestión de la altura, que transmuta la luz y los colores…». Sirvan estas palabras del escritor y periodista de HERALDO Alfonso Zapater de introducción para esta interesante ruta, especialmente si se hace en invierno y con las debidas precauciones. Moncayo, máximo exponente del Sistema Ibérico y de la provincia de Zaragoza. Moncayo. ‘Mons Caius’, monte encanecido por sus nieves, citado por el poeta bilbilitano Marcial, al que ya los celtíberos hicieron objeto mágico y sagrado.

Cima alejada de los Pirineos, a los que se asoma si el día está claro. Y como a cualquiera de sus montes, también a este hemos de acudir con sumo respeto. Tumba de dioses, también de personas, que han encontrado su final quizá por la incorrecta evaluación que se hace a una montaña considerada injustamente de poco porte, pero que tiene lo suyo, y en época invernal todavía más.

Salida al alba

El alba va cubriendo poco a poco el ambiente moncaíno. Las nubes, de distintas formas, colores y alturas se agolpan visualmente, compiten entre ellas para ver cuáles se llevan la gloria de este extraordinario orto, cuyo cromatismo ya nos alerta de los feroces vientos que vamos a soportar. Comenzamos en el aparcamiento de la fuente de los Frailes, a 1.355 metros de altitud. Buen lugar para emprender la marcha por uno de los senderos que conducen al santuario, al que tardamos en llegar como cuarenta minutos. Nos recibe ya airado, con cara de pocos amigos, con un suelo de cristal. Pero lo bueno está por llegar.

Ya veníamos apreciando que las piedras de los canchales estaban cubiertas de una joven capa de nieve, algo que se hace evidente cuando a eso de los 1.800 metros vamos saliendo del bosque. El suelo se empieza a complicar, hasta el punto de que se hace necesario el uso de crampón ligero para poder seguir progresando. La importante presión demográfica a la que está sometido este monte en época estival, acompañado de lo pelado del piso una vez superada la línea de bosque, han hecho que a lo largo del tiempo se hayan ido creando multitud de distintos caminos, contribuyendo a la erosión del terreno. Para reconducir la situación se han hecho campañas de restauraciones de los senderos.

Conforme vamos ganando altura, el crudo invierno se nos echa encima de golpe. El feroz viento nos saca en ocasiones del sendero, siendo peor todavía la llegada al collado, que se hace auténticamente insoportable. Sendero desdibujado. Media hora escasa y nos presentamos en la cumbre, en la que permanecemos apenas unos minutos. Cima inhóspita, con algunos grandes hitos que se esconden entre la ventisca. Monolito con la Virgen del Pilar, vértice geodésico y algún abrigo de piedras. Dos minutos, cuatros fotos, y de vuelta, que se hace desandando exactamente lo andado. Collado Alto de las Piedras, San Juan, y sendero de descenso, que zigzaguea contra viento y marea hasta meternos en la aparente calma del bosque. Un bosque que nos conduce al santuario, donde se puede aprovechar para echar algo caliente al cuerpo, sobre todo en días como hoy. Continuamos hasta el vehículo, en una jornada de las que también tiene la montaña, no hay que olvidarlo, y para las que hay que estar preparados, de lo contrario, siempre podemos acudir en época estival, sin descuidar, entonces tampoco, las debidas precauciones.

DATOS ÚTILES

Tipo de ruta: ida y vuelta.

Distancia: 12,5 km.

Horario: 5 h 40 min.

Desnivel acumulado: 985 m+/-.

Dificultad: media en verano / alta en invierno (Mide calculado para condiciones estivales).

Recomendación: consultar la ficha de de Montaña Segura de ascensión invernal al Moncayo

Texto: del libro '100 cimas, 100 paisajes. Aragón comarca a comarca', Chema Tapia, 2018, Prames.

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