La primera bodega en Aragón aliada con el clima

Viñas del Vero, la bodega del grupo jerezano González Byass integrada en la Denominación de Origen Somontano, se ha convertido en la única en Aragón -y una de las primeras 19 en toda España- en conseguir el ‘Wineries for Climate Protection’ (WfCP), un certificado, otorgado por la Federación Española del Vino, que avala el compromiso de las empresas por un desarrollo sostenible así como su lucha contra el cambio climático.

Pero, como señala su gerente y enólogo, José Ferrer, el certificado es tan solo el reconocimiento a "una filosofía de trabajo para la sostenibilidad medioambiental y socioeconómica del entorno", en el que la bodega lleva implicada ya "muchos años". De hecho, hace tiempo que Viñas del Vero ha puesto en marcha medidas que le han permitido un ahorro en el consumo de agua. Y no solo porque eso se traduce en una rebaja de costes, sino también porque reduce el reprocesado. "Cuanto menos agua sucia generar menos tienes que limpiarla", señala Ferrar. Además, lo que no hace está bodega, situada en Barbastro (Huesca), es verter agua al río. Dispone de una balsa a donde va a parar el recurso una vez utilizado y en la que trabajan durante todo el año con métodos de oxigenación hasta que se ha conseguido la depuración adecuada para su reutilización. Con ella riegan sus viñedos. "Es lo que se llama una bodega seca", explica Ferrer, que detalla que, además, desde hace dos años generan su propia energía (renovable, por supuesto).

Para ello han instalado cuatro parques fotovoltaicos con 55 kW de potencia, parte de los cuales "están flotando sobre el agua", con cuya energía depuran las aguas, las bombean y realizan el riego "y aún nos sobra", señala el enólogo, que insiste en que de esta manera "cerramos todos el ciclo".

En campo también han plasmado esta filosofía. Para las labores agrarias, la bodega ha renovado el parque del tractores para disponer de maquinaria con tecnología Tier IV mucho menos contaminante ya que consigue reducir hasta un 80% los NOx (óxidos de nitrogéneo).

"Esta es una tecnología que está en el mercado y que otras muchas empresa utilizan, pero nosotros además lo que hacemos es colocar varios aperos en el tractor para poder realizar varias tareas el mismo tiempo", señala Ferrer, que puntualiza que, de este modo, se ahorra combustible y se reducen los costes, pero, también y sobre todo, la emisión de gases contaminantes.

Ferrer está convencido de que el sector agrario también camina a un futuro "con tractores que se moverán con energías renovables". Y mientras llega ese momento, la bodega, una de las impulsoras de la D. O. oscense, ya cuenta con un vehículo multifunción alimentado con hidrógeno. "Lo que hacemos es hidrolizar agua y para ello utilizamos la energía sobrante de nuestros parques eólicos", detalla el enólogo.

Hay más. Viñas del Vero también lleva años trabajando para reducir la generación de residuos. Prueba de ello es que utilizan papel reciclado y que no contiene fibra de madera, por lo que se evita la tala de árboles. Parte del viñedo es ecológico, por lo que no se utilizan fitosanitarios, pero además, y para evitar en la mayor medida posible el uso de compuestos químicos, disponen de sistemas de confusión sexual para hacer frente a plagas tan temidas como la polilla de la vid.

Vino más natural y sano

Aunque estas nuevas prácticas responden esencialmente a una nuevas fisolofías de trabajo que se alía con el medio natural y el clima, lo cierto es que, como reconoce el enólogo de Viñas del Vero, también tiene su impacto en los mercados. En unos más que en otros. "Hay países más sensibilizados, en los que resulta más fácil transmitir el mensaje. En otros todavía estas cuestiones no han tomado un peso significativo", asegura Ferrer. Pero reconoce que, sin embargo, que "en general" el consumidor está más receptivo a todos estos argumentos de diferenciación. "Porque además -matiza- hay que tener en cuenta que cualquier vino producido con estas técnicas es más natural, más saludable".