Las incautaciones de marihuana proliferan en Aragón

Guardia Civil y Policía Nacional hacen frecuentes aprehensiones de estos cultivos que ofrecen una gran rentabilidad a los traficantes por el número de cosechas y y porque roban el suministro eléctrico.

La Guardia Civil encontró 1.600 plantas de marihuana en el interior de una vivienda de Garrapinillos en 2018.
La Guardia Civil encontró 1.600 plantas de marihuana en el interior de una vivienda de Garrapinillos en 2018.
Guardia Civil

La Guardia Civil y la Policía Nacional han incrementado de manera notable las incautaciones de marihuana en Aragón. Es rara la semana que no se detecte un cultivo de cannabis bien en pisos, naves o en invernaderos. El último se produjo la semana pasada en Cuarte de Huerva, donde se localizaron más de 3.000 plantas en una sola nave. Esta operación sigue abierta, se investigan otras dos instalaciones y se busca a hombre que las alquiló.

Durante 2017, el último balance oficial del Ministerio de Interior, en Aragón fueron intervenidos unos 273 kilos de mahiruana, se detuvieron a 413 personas y se interpusieron 11.473 denuncias por tráfico de drogas.

El notable aumento de las plantaciones de marihuana se debe a la alta rentabilidad de este negocio ilegal, sobre todo el llamado de interior o ‘indoor’, que aunque exige una inversión inicial en semillas, luces, sistemas de riego, ventilación, depuración de aire, etcétera, una vez puesto en marcha pueden llegar a recogerse hasta cuatro cosechas al año. Pero lo que hace todavía más lucrativos estos cultivos es que el fluido eléctrico lo ‘piratean’ habitualmente de la red general.

Hay dos factores (además de las investigaciones y denuncias) que suelen llevar a los agentes hacia un cultivo más o menos extenso de cannabis: el olor y la presencia de sospechosos enganches eléctricos en el exterior.

No obstante, los traficantes afinan cada vez más las infraestructuras de sus plantaciones y, como ha ocurrido en una recientemente descubierta en una nave del polígono Valdeconsejo de Cuarte de Huerva, la instalación eléctrica era propia de un profesional.

Según ha podido saber HERALDO, en este caso el ‘manitas’ había optado por enganchar la luz de manera subterránea haciendo un túnel hasta la toma de luz general, lo que la hacía totalmente invisible desde el exterior.

En este caso, el cultivo fue descubierto por el propietario de la nave cuando fue a cobrar el alquiler y se encontró que el arrendatario (que está siendo buscado por la Guardia Civil, había utilizado su propiedad para críar más de 3.000 plantas de marihuana. Al parecer, el traficante, que está en paradero desconocido, tenía otras dos naves alquiladas para los mismos fines.



 

 

 

 

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