Los casos de gonorrea se disparan en Aragón con 176 pacientes al año

El resto de enfermedades de transmisión sexual consiguen ralentizar su crecimiento, aunque continúan en cifras elevadas.

El preservativo es el único método que previene de las enfermedades de transmisión sexual.
El preservativo es el único método que previene de las enfermedades de transmisión sexual.

La gonorrea o infección gonocócica, como se la conoce en el sector sanitario, se ha convertido en una enfermedad de transmisión sexual (ETS) habitual entre los aragoneses. Según los datos del Boletín Epidemiológico de Aragón, en 2018 se diagnosticaron 176 casos de esta infección o lo que es lo mismo una atención cada dos días. La gonorrea es una infección por bacterias, al igual que la clamidia, que pueden causar inflamaciones en el recto, la uretra o el cuello uterino.

La tendencia al alza de esta enfermedad no se produce solo en Aragón. Si se analizan los datos del resto de España se puede comprobar que en 2018 se alcanzaron los 4.200 diagnósticos, unos 60 más que el año anterior. Asimismo en las tres primeras semanas de 2019 (los datos se publican con unos 15 días de cadencia) ya se han registrado 14 nuevos diagnósticos de gonorrea en Aragón y 32 a nivel nacional.

Por el contrario, se percibe una estabilización en el contagio de otras ETS como la sífilis. En los últimos años Aragón se ha caracterizado por un incremento constante de todas las enfermedades del ámbito sexual (hay que destacar que solo hay datos estadísticos de tres de ellas, ya que son las que son de obligatoria declaración: sífilis, gonorrea y hepatitis A). Según los expertos consultados, este auge (que también se percibe a nivel mundial) “está ligado al menor temor a contraer el VIH, ya que en estos momentos no es una enfermedad mortal, sino crónica”. De hecho, el año pasado se anunció que por primera vez se había conseguido una cura funcional a largo plazo de una paciente mayor de 50 años con infección primaria por VIH.

En los últimos años, la sífilis ha pasado de suponer unos 20 o 30 casos al año en Aragón, a superar ampliamente el centenar de pacientes. No obstante, parece que esta tendencia se ha ralentizado puesto que en 2018 se registraron una decena de infecciones menos (135) un año antes. Esta situación se repite en el ámbito nacional, donde se ha pasado de más de 2.800 contagiados a 2.700. También han disminuido las infecciones por Hepatitis A. En 2017 hubo 57 enfermos; una cifra que cayó hasta los 39 en 2018.

Los ginecólogos recuerdan que todas las hepatitis junto al VIH son las dolencias que más peligro entrañan a largo plazo, especialmente, por su cronicidad y por las evoluciones desfavorables que pueden tener. Por el contrario, la gonorrea (que sigue en aumento año tras año), una vez que ha sido tratada, ya no deja secuelas. Aún así, recalcan que la prevención es igual de importante en todas las situaciones. José Vicente González, presidente de la Sociedad Aragonesa de Anticoncepción, recuerda que el preservativo es el único método “que puede prevenir las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), pero que su eficacia anticonceptiva es menor”.

Por ello, recomienda el uso conjunto del preservativo y de un método más eficaz (como el DIU o la píldora, el anillo o el implante anticonceptivo). “Este doble método permite llevar a cabo unas relaciones sexuales seguras evitando a la vez un embarazo no deseado y las ITS”, puntualiza. No hay que olvidar que en una misma relación sexual se pueden contagiar varias enfermedades o infecciones y que una vez superadas, se pueden volver a contraer de nuevo.

Una consulta especializada

Para atender a todas las personas que se contagian de una ITS, el Gobierno de Aragón puso en marcha en 2015 una consulta especializada, donde trabajan tanto especialistas en enfermedades infecciosas como dermatólogos. A ella llegan pacientes derivados del servicio de Urgencias, pero también desde Atención Primaria. Asimismo, asociaciones como OMSida o Somos recomiendan a los pacientes  acudir a esta consulta. En este espacio, además de tratar a los individuos, se les aconseja avisar a su pareja o a las personas con las que han mantenido relaciones sexuales recientemente y utilizar preservativos en el futuro. El perfil de los atendidos (según un último análisis realizado en 2016) es: varón (67%), de entre 26 y 52 años (90%), heterosexual (64,3%) e inmigrante (64%).

¿Cuáles son las más comunes?

Sífilis. Esta enfermedad, que se transmite principalmente por contacto sexual, se produce por una espiroqueta (bacteria) que penetra en la piel o en las mucosas. Su principal síntoma es la aparición de una llaga en las zonas de contacto (el pene, la vagina, el ano, el recto o la boca). Esta llaga, que no produce dolor, aparece tras el contagio y desaparece alrededor de tres semanas después sin dejar rastro. Al cabo de unos meses, la sífilis vuelve a manifestarse, pero en forma de manchas por todo el cuerpo. Al igual que en el síntoma anterior, la erupción se cura sola. El problema se encuentra en que esa enfermedad se queda en estado latente y puede ocasionar dolencias más graves como la meningitis o mielitis. Se puede diagnosticar a través de un análisis de sangre y se trata con antibiótico. Gonorrea y clamidia. Estas infecciones por bacterias pueden causar inflamaciones en el recto, la uretra o el cuello uterino. Uno de los síntomas más claros es la aparición de un flujo parecido al pus, que suele ser más abundante en la gonorrea. También son típicos los picores y dolores al orinar o defecar. Uno de los efectos más importantes es que la mujer puede llegar a tener problemas de fertilidad. Para saber si se tiene gonorrea o clamidias es necesario analizar el pus, bien a través de un análisis de orina o con un hisopo. El tratamiento consiste en un antibiótico. Herpes genital. Un virus es el causante de este herpes en la zona genital. En este caso, al ocasionar ampollas dolorosas, es muy fácil de distinguir tanto para el paciente como para el médico. El herpes no tiene una cura propiamente dicha. Existen pastillas y cremas secantes que hacen que desaparezcan las ampollas, pero posteriormente pueden seguir apareciendo. Si los episodios de reactivación son muy frecuentes, existe una medicación diaria que reduce su frecuencia. Condilomas. El virus del papiloma humano (VPH) es el causante de estas verrugas genitales. Existen más de 100 tipos diferentes y algunos de ellos están relacionados con la aparición de cáncer de cuello de útero (aunque son poco frecuentes). Hay numerosos tratamientos disponibles, que varían dependiendo del tamaño de las verrugas, su localización o el estado de las defensas del paciente. El tratamiento suele eliminar las verrugas pero no cura la infección por lo que puede reaparecer en cualquier momento. Tricomoniasis. Esta ETS está producida por un protozoo y afecta especialmente a mujeres. El síntoma más claro es un flujo vaginal parecido al pus. Al mismo tiempo también se pueden sentir molestias en las relaciones y existir inflamación de la vulva. En otros casos, puede no tener síntomas y detectarse en una citología habitual. Para tratarlo, lo más habitual son cremas vaginales o pastillas. VIH. El virus de la inmunodeficiencia humana es asintomático durante un tiempo. Los síntomas aparecen cuando disminuyen las defensas, hecho que provoca que se adquieran infecciones más graves como neumonías, tuberculosis o herpes. El diagnóstico de la infección se puede realizar a través de un análisis de sangre o de orina y en la actualidad existen tratamientos muy efectivos para evitar la disminución de las defensas. De hecho se está consiguiendo importantes avances que en un futuro podrían permitir su curación.

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