El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, reclamó ayer fondos estatales para limpiar el Ebro y anunció nuevas actuaciones en Quinto y Pradilla a cargo del Gobierno de Aragón. "Tiene que haber partidas presupuestarias destinadas a la prevención. No se puede seguir actuando únicamente a través de procedimientos de indemnización cuando se producen daños", aseveró.

Olona anunció que en los próximos meses se retomarán las tareas de limpieza iniciadas como experiencia piloto en Pradilla, que no pudieron completarse en toda su extensión "por falta de tiempo". También se intervendrá en Quinto. "Tenemos comprometida una actuación para la que ha sido necesario declarar el terreno como monte de utilidad pública. Esperamos completar pronto el procedimiento", dijo.

La localidad solicitó formalmente en 2018 el cambio a monte de utilidad pública de 57 hectáreas –570.000 metros cuadrados– situadas entre las motas. Anteriormente estaban limpias y se utilizaban para pastoreo, pero ahora, de acuerdo con Jesús Morales, alcalde de la localidad, "ha crecido demasiada vegetación".

El consejero recordó que la competencia sobre el dominio público hidráulico recae en el Gobierno central y que el Ejecutivo autonómico "solo puede actuar en estos espacios". "Hablamos de podas, de retirada de árboles muertos... Son las mismas actuaciones de limpieza que se realizan en los bosques convencionales, que no solo no llaman la atención sino que se exige que se actúe más", afirmó.

Aunque no puso fecha a las intervenciones, se espera que se realicen una vez que se estabilicen los caudales. Las anunciadas ayer se unen a las realizadas en los últimos meses en Pina o Alcalá de Ebro. Olona reconoció que las últimas avenidas ordinarias, que han elevado el caudal del Ebro hasta prácticamente los 1.500 metros cúbicos por segundo a su paso por Zaragoza, han provocado "dificultades", aunque no daños graves o significativos. A su entender, la ribera está "en mejores condiciones" como consecuencia de las actuaciones llevadas a cabo por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y del propio Gobierno de Aragón. Admitió, no obstante, que son "insuficientes", de ahí que reivindicara partidas anuales para este fin.

El Ejecutivo PSOE-CHA reclamó tras la avenida extraordinaria de 2018 al Gobierno de Mariano Rajoy un plan integral para limpiar el Ebro valorado en 80 millones de euros, una petición que ha repetido en reiteradas ocasiones a Pedro Sánchez –la última el sábado en su visita a Zaragoza– sin que, por ahora, haya surtido efecto.

Afección a las cosechas

El caudal del Ebro comenzó ayer a remitir tras rozar durante el fin de semana los 1.200 metros cúbicos por segundo en Zaragoza. En la Ribera Baja, la nueva punta se hizo sentir especialmente en los cultivos. "Ha cogido campos de alfalfa y cereal en los que ya había bajado el agua. Ahora vuelve a haber un palmo. Con dos episodios tan recientes, muchos agricultores dan ya esta cosecha por perdida", explicó el alcalde de El Burgo de Ebro, Miguel Ángel Girón, que opinó que el problema "se seguirá repitiendo mientras no se limpie". "Tenemos unas islas de gravas cada vez más grandes que dificultan el paso del agua", dijo.

En Villafranca, la situación era muy similar. "El nivel de los campos ha vuelto a subir", confirmó su máximo representante, Roberto González. La mota, puesta en vigilancia por la Confederación Hidrográfica del Ebro, volvió a presentar filtraciones en "hasta cuatro o cinco puntos", aunque, dado el nivel del pico, menor que el del episodio registrado entre el 23 y el 25 de enero, no hubo mayores complicaciones.

De cara a las próximas horas, las previsiones del Sistema Automático de Información Hidrológica (Saih) apuntan a que el caudal del Ebro continuará en descenso debido a la asuencia de precipitaciones. Hoy se situará en el entorno de los 800 metros cúbicos por segundo y, ya de cara a mañana, caerá por debajo de los 600. A corto plazo no se esperan repuntes significativos como los registrados durante las dos últimas semanas.

Cerco a los plásticos de un solo uso

El Acuario de Zaragoza presentó ayer la campaña #dispuestosacambiar, con la que pretende reducir la utilización de plásticos de un solo uso, un problema "muy serio" que amenaza al medio natural. La iniciativa, centrada en la concienciación y en la divulgación, incluye concursos, talleres, charlas, actuaciones de limpieza... "Las acciones se desarrollarán a lo largo de todo el año", explicó el director técnico del acuario, Javier González.

La principal se centrará en Tamy, una simpática sirena que "dos o tres veces al mes" interaccionará con los niños que visiten este espacio para hablarles sobre los peligros de los plásticos. "Debemos ser conscientes de que, estemos donde estemos, cuando hacemos un mal uso de este material acaba en el mar y afecta a la fauna marina", recalcó el consejero Olona.