La Guardia Civil investiga si la muerte de una mujer en Caspe es suicidio o violencia de género

El compañero de la fallecida fue quien alertó del hallazgo del cadáver. Los agentes esperan que la autopsia aclare lo sucedido.

Vivienda en la que se ha encontrado el cadáver de una mujer con signos de violencia en Caspe.
Vivienda en la que se ha encontrado el cadáver de una mujer con signos de violencia en Caspe.
La Comarca

La Guardia Civil trata de averiguar si una vecina de Caspe, E. E. B., de 32 años y origen rumano, se quitó voluntariamente la vida o fue víctima de otro caso de violencia de género. Los investigadores han hablado ya con el compañero sentimental de la fallecida, de su misma nacionalidad, que fue quien alertó del hallazgo del cadáver y no ha sido detenido. Pero al no tener una absoluta certeza sobre lo sucedido, los agentes prefieren esperar a que hoy se practique la autopsia para sacar conclusiones.

Según informó la Comandancia de Zaragoza, fue sobre las tres de la tarde cuando el compañero sentimental de la fallecida les llamó por teléfono para contarles que se había encontrado a la mujer muerta en casa. De inmediato, varias patrullas se dirigieron al número 4 de la céntrica plaza de la Virgen, en cuya tercera planta reside la pareja.

Al acceder a la casa, los agentes constataron que ya no se podía hacer nada por la vida de la joven, que había fallecido, en principio, ahorcada. Al tratarse de una muerte violenta, informaron enseguida al juzgado de guardia y pusieron en marcha una investigación para aclarar los hechos.

Los especialistas de la Policía Judicial y la Científica estuvieron hasta casi las nueve de la noche en la vivienda de la pareja buscando pruebas y vestigios, tanto en el cadáver como en la estancia donde fue localizado. A priori, el cuerpo no presentaba signos o lesiones externas que pudieran apuntar a un crimen.

De todas formas, los funcionarios confían en que la necropsia que hoy se practique al cuerpo en el Instituto de Medicina Legal de Aragón arroje más de luz sobre lo ocurrido. De hecho, debería ser esta la que aclare si se trata de un caso de homicidio o de un suicidio voluntario.

Asistido en el centro de salud

Como es lógico, lo primero que hicieron los investigadores fue entrevistarse con el compañero de la mujer fallecida, puesto que fue él quien informó del hallazgo del cadáver. Y aunque habrá que esperar a ver cómo evolucionan las pesquisas, parece que la versión de este hombre resultó bastante verosímil para los agentes, ya que no se adoptó ningún tipo de medida sobre él y está libre.

Pero los nervios y la pérdida de su compañera parece que terminaron pasando factura a este hombre, que a última hora de la tarde tuvo que pasar por el centro médico de Caspe para ser asistido de una crisis de ansiedad. Como no habla español, estuvo asistido en todo momento por un intérprete.

En la capital de la comarca del Bajo Aragón-Caspe residen más de 400 ciudadanos de origen rumano. Algunos de ellos lo hacen con carácter estable, pero otros han llegado en las últimas semanas para trabajar en la poda de frutales. Según constataron algunos vecinos de la localidad, tanto la fallecida como su compañero sentimental llevaban poco tiempo afincados allí. "Tan solo unos meses", indicaban.

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