El año pasado, más de 52 autobuses y cientos de vehículos particulares acudieron hasta la granja La Fondaña, a escasos kilómetros de Benabarre (Huesca), para conocer el trabajo que Juan José Baró y Mª Pilar Marqués desarrollan en Quesos Benabarre. Se trata de una quesería que arrancó en 1994 y que, desde ese momento, ha tenido las puertas abiertas para mostrar la actividad que allí se realiza. Un lugar donde es posible ver cómo se ordeñan las cabras y qué pasos se dan para elaborar el queso.

Todo un ejemplo de quesería abierta al público, de proyecto agroalimentario que supone un reclamo turístico para su municipio, uno de los objetivos que persigue el proyecto Hecho en los Pirineos. Esta iniciativa, aprobada en el marco de la propuesta europea Poctefa, tiene como reto impulsar la comercialización de los productos agroalimentarios tanto en mercados físicos como online, y potenciar el turismo gastronómico.

Y esto es lo que quieren hacer con las queserías artesanas de la provincia de Huesca: darlas a conocer y convertirlas en un reclamo turístico de primer orden en los municipios en los que se asientan. Algo que ya ocurre con Quesos Benabarre y con otras empresas del sector ubicadas en todo el Pirineo, tanto en la provincia de Huesca como en los Hautes Pyrénées franceses.

«El proyecto europeo Hecho en los Pirineos ha elaborado un listado de queserías artesanas con el fin de que agentes privados, como son las agencias de viajes, se encarguen de ofertarlo entre sus paquetes turísticos, para poder mostrar qué es lo que se hace en estas empresas artesanas de esta zona de la provincia de Huesca», matiza Fernando Blasco, responsable de TuHuesca.

En la actualidad, algunas de las empresas que forman parte de este listado son Queso Benasqués, en el Valle de Benasque; la quesería Val de Cinca, en Fonz; Quesos Benabarre, en esta localidad; Quesos Senz, en el pueblo homónimo; Queso Artesano de Saravillo, ubicada en este municipio; Quesos Villavillera, de Sieso; Quesos de Estrabilla, en Valsalada; O Xortical, en Villanúa; y Quesos Radiquero, en este municipio de la comarca Somontano de Barbastro.

«Aunque no son muchas las queserías que han pervivido con el paso del tiempo, lo cierto es que las que lo han hecho tienen un doble valor. Por una parte, mantienen viva la esencia de la elaboración tradicional de este tipo de productos lácteos, y, por otra, ayudan a mantener viva la zona donde se ubican, ya que generan puestos de trabajo», señala Blasco.

Campaña promocional

Será a partir de la próxima primavera cuando desde el programa Hecho en los Pirineos arranque una campaña intensiva para dar a conocer este proyecto y poner en valor estas empresas de agroalimentación que reclaman una mayor unión y apoyo.

«Se trata de una iniciativa muy interesante porque las queserías de Aragón siempre nos hemos sentido un poco huérfanas desde el punto de vista de que nos ha faltado un mayor impulso para darnos a conocer, algo que sí se ha hecho con otros productos, como, por ejemplo, el vino y sus denominaciones de origen. Además, en este sector nos falta un poco de unión. Por eso, iniciativas como esta son muy bien recibidas para poner en valor lo que hacemos», concluye Juan José Baró, responsable de Quesos Benabarre.