El turismo creció un 1,2% en 2018, pero la ocupación hotelera descendió en Huesca

Tras varios años con balances turísticos de auténtico récord, el número de viajeros que eligieron Aragón durante 2018 se estabilizó. Según los datos publicados ayer por el Instituto Aragonés de Estadística, el año pasado visitaron la Comunidad 3.716.071 personas, lo que representa un aumento de un 1,22% respecto a 2017 (3.671.254). Las pernoctaciones, en todo tipo de establecimientos, registraron una subida de un 1,57% y pasaron de 7.955.656 en 2017 a 8.080.613 el año pasado.

Tras un 2017 en el que los turistas crecieron un 7,9% y las pernoctaciones un 7,5%, 2018 ofrece las dos caras de la moneda. La ocupación hotelera bajó en la provincia de Huesca con un 4,3% menos de viajeros (860.807) y un descenso del 4,2% de pernoctaciones (2.020.833). Una tendencia negativa que se extiende al Pirineo aragonés en su conjunto y, en particular, a las comarcas del Alto Gállego, Sobrarbe y La Ribagorza. La Comunidad de Teruel también arroja un balance con números en rojo, un -0,9% de visitantes y un -5,7% de noches de hotel.

Mientras la ocupación hotelera se resiente en el Alto Aragón, en Zaragoza capital aumentó un 3,1% (1.148.227) y en la provincia zaragozana un 7,3% (425.026). La provincia turolense tuvo su cara y su cruz: los visitantes crecieron un 1,4% (448.524), pero las pernoctaciones bajaron un -0,6% (802.715).

El gigante asiático aporta uno de los balances más positivos. China escala hasta el segundo puesto como mercado extranjero, desplazando en este puesto a Reino Unido, que pasa al tercer lugar del ranquin. Francia sigue liderando la clasificación y Alemania es cuarta. Los viajeros chinos en 2018 fueron 76.924, según adelantó ayer el Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, con una subida de un 24%. Las pernoctaciones de estos viajeros asiáticos, registradas solo en hoteles, fue de 88.517 con un incremento de un 29%.

El tirón del territorio aragonés entre los viajeros de otros países sigue al alza. En 2018 lo eligieron como destino 816.021 extranjeros, que representan un aumento de un 3,5% en comparación con 2017 (788.353), que realizaron 1.748.686 pernoctaciones, un 6,76 más que el año anterior (1.637.840).

Respecto a los visitantes interiores, la nómina es calcada a la de los últimos años. Cataluña es el primer mercado emisor, seguido por los propios aragoneses, los madrileños, la Comunidad Valenciana y País Vasco.

«Seguir consolidando Aragón»

El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, destacó el crecimiento de las pernoctaciones en la Comunidad un 1,57%, mientras que «la media estatal ha experimentado una bajada de 0,75%». Subrayó que con 124.957 pernoctaciones más que en 2017 se supera la barrera de los ocho millones (8.080.613). «Este era uno de los retos que queríamos conseguir y sobre el que seguiremos trabajando, es importante que el turismo que visita Aragón aumente su estancia más días y se decida a visitar las zonas próximas», dijo.

En cuanto al turismo extranjero, Soro llamó la atención sobre dos guarismos: la subida de un 22,5% en las casas rurales (22.652) y de un 19% en apartamentos (25.579).

Añadió que es «importante» seguir consolidando a Aragón como destino y que las nuevas propuestas, como el ‘slowdriving’ o el turismo familiar, sirvan para que los viajeros «lleguen cada vez a más municipios y comarcas».

Los cámpines, a la baja

Los hoteles siguen siendo el lugar más elegido por los visitantes (2.909.289), seguidos de los cámpines (372.749), casas rurales (196.447), apartamentos turísticos (196.060) ­ –no se incluyen las Viviendas de Uso Turístico­–, y en último lugar, los albergues (41.528).

Por segundo año consecutivo los cámpines descendieron respecto a 2017 un -2,2% en clientes (372.749) y un -2,8% en pernoctaciones (1.122.525). El balance más positivo lo arroja el turismo rural, con una subida de clientes del 7,2%.