Hace un lustro, en el sótano de su casa de Mediana de Aragón, Chaime Blasco decidió abordar un proyecto que llevaba tiempo rondándole en la cabeza: elaborar cervezas artesanas diferentes a las que se comercializaban a lo largo y ancho del territorio que él conocía.

Chaime se dedicaba a la construcción, pero el sector estaba atravesando una crisis enorme y aunque él era un neófito dentro del mundo de los maestros cerveceros, pensó que era el momento de atreverse a materializar su sueño. «Yo era muy aficionado al mundo de la buena cerveza y, poco a poco, me fui interesando más hasta el punto de empezar a hacer cursos, sobre todo en la zona de Cataluña, aunque recorrí otros muchos lugares de España para ver qué hacían y cómo lo hacían», recuerda.

En estos cursos contactó con uno de los mejores maestros cerveceros nacionales, quien se encargó de asesorarle a la hora de preparar las recetas. Y, una cosa llevó a la otra, de manera que el sótano de su casa se llenó de equipos de elaboración del zumo de la cebada. «La primera cerveza que salió de nuestros barriles fue una Stout, que es el nombre de un estilo de cerveza, muy oscura, originaria de las islas británicas», apunta este maestro cervecero.

Con esa cerveza arrancó también el sueño de Chaime y su familia, la marca Cerea (www.cereanatural.com), que comenzó a comercializarse en 2014 por los principales restaurantes y tiendas especializadas de la capital aragonesa.

Pero en 2016, apenas dos años después, se dieron cuenta de que la competencia era enorme y había que especializarse. Por este motivo, no contentos con llegar a tantos rincones y establecimientos alimentarios, Chaime y su familia decidieron avanzar un poco más y trabajar duro para aportar al mundo de las cervezas artesanas su propio sello, el de aunar las antiguas recetas cerveceras con la innovación de los nuevos productos alimentarios de alta gama originarios de Aragón. En definitiva, apostar por cervezas gourmet.

«Para conseguirlo hemos hecho numerosas pruebas con productos tan exquisitos como el aceite de oliva de nuestro pueblo, la trufa negra o el azafrán aragonés que, desde hace unos meses, se han convertido en los ingredientes que se pueden degustar en nuestra nueva gama de cervezas. Botellas con personalidad propia, ricas en matices, sabores, aromas y colores que las hacen únicas», apunta.

Él confía en que este año embotellarán más de 25.000 litros de cerveza destinado al mercado gourmet, porque su sueño ahora pasa porque «los consumidores valoren sobre todo la calidad de nuestras cervezas».