El ADIF adjudica el primer contrato para electrificar la vía de Teruel
Encarga el suministro de transformadores de tracción, aunque los trenes eléctricos no podrán circular antes de finales de 2022.
El ente público Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) acaba de adjudicar el primer contrato para la electrificación de la línea que une Zaragoza, Teruel y Sagunto, cuya puesta en servicio está prevista para 2023. Concretamente, el consejo de administración del ADIF ha encargado a la firma Asea Brown Bovery el suministro de transformadores de tracción para la línea turolense y otras dos ubicadas en Galicia y Andalucía, cuyo importe asciende a 13,2 millones de euros.
Estos equipos se distribuirá a lo largo de los 315 kilómetros entre Zaragoza y Sagunto para garantizar en todo momento que el suministro de electricidad sea continuo desde las subestaciones previstas. El sistema se completa con la catenaria, el hilo de contacto aéreo con los pantógrafos que llevan los trenes eléctricos.
El grueso de la inversión comprometida por Fomento para poner al día la línea aragonesa se centra en la electrificación, cuyo importe asciende a 246 de los 386,8 millones presupuestados en total. Según el cronograma de trabajo del ADIF, las obras deberían salir a concurso este año y los primeros trenes eléctricos estarían en condiciones de circular entre 2022 y 2023.
En la última comisión de seguimiento de las obras, celebrada en octubre, se constató que la inversión comprometida se mantiene en 386,8 millones, de los que se han ejecutado hasta el momento 15,7 millones, un 4%. Si hace un año, con el Gobierno del PP, se estimaba que la modernización de la línea estaría lista en el primer trimestre de 2022, ahora el Gobierno del PSOE alarga la puesta en servicio hasta 2023. La razón esgrimida, los mismos plazos de tramitación ambiental que regían entonces.
