Por las Hoces del Huerva, el río más desconocido

Este recorrido nos acerca a un valioso patrimonio fluvial y a una soprendente y bien conservada naturaleza, dentro de la comarca Campo de Cariñena.

Embalse de las Torcas, en el campo de Cariñena.
Embalse de las Torcas, en el campo de Cariñena.
Laura Uranga

El río Huerva es quizá uno de los más desconocidos de Aragón, al menos en sus tramos iniciales, tan bellos como poco frecuentados. Sin embargo, el excursionista tiene en ellos un bonito espacio para disfrutar de la naturaleza; en este caso invitamos a conocer las hoces que el río atraviesa en sus primeros kilómetros, en el campo de Cariñena, donde tiene su nacimiento. En ellos encontraremos un río Huerva bastante diferente de los que estamos acostumbrados a ver aguas más abajo: en estos primeros kilómetros se trata de una cauce de aguas cristalinas, muy agradable de recorrer.

La ruta que proponemos discurre entre el pequeños pueblo de Vistabella y el embalse de Las Torcas. Allí, a lo largo de más de 20 kilómetros, el río queda encajonado conformando un profundo valle de altísimo valor ecológico, tanto desde el punto de vista geológico como de la avifauna que alberga, que va desde el águila real y perdicera, al alimoche, halcón peregrino, búho real o una importante colonia de buitre leonado.

El recorrido toma como punto de partida Vistabella, donde ya al llegar desde la carretera veremos unas indicaciones que señalan la dirección hacia el ‘Parque del Huerva’. Allí encontraremos un aparcamiento en el que dejar nuestro vehículo. Tomaremos la calle Mayor y saldremos del pueblo siguiendo la pista que se dirige al cementerio. Unos 40 m. antes de llegar a él, tomaremos una pista de tierra que se introduce en el valle del Huerva.

Sin dejar nunca el trazado principal seguiremos durante 3,6 km, punto en el deberemos encontrarnos con las ‘parideras saladas’, y un cruce donde se nos ofrece varias vías, seleccionaremos el camino que va en ascenso. Atravesaremos un collado y bajaremos entonces hasta el cauce del Huerva, avanzando por la orilla durante un centenar de metros encontraremos un tronco que permite cruzar el río. A partir de aquí comienza el tramo más estrecho del valle. A unos 300 m. del vado encontraremos el Corral Hoya del Buitre (pequeño refugio y desvío por PR-Z54 hacia Herrera de los Navarros), 150 metros después encontraremos las ruinas del Molino de las Saladas.

Seguiremos una senda que pasa por delante de él (pared sur) para descender de nuevo al cauce y cruzarlo por un puente de troncos (sirga para manos). El sendero avanza por la orilla, llegaremos a otro puente de troncos, no es necesario cruzarlo, podemos seguir un senderillo que continua avanzando junto al río. Un poco después encontraremos un desvío que nos lleva a una pequeña cascada.

Tras sobrepasar unos campos de labor, cruzaremos el Huerva por un puente metálico. A poco más de 100 m. encontraremos las ruinas del Molino del Zorro. Junto a él encontraremos un cruce de pistas, continuaremos por la de la izda (N). Pasaremos un cruce en el que seguiremos rectos. Cuando la pista gira al norte, /medveremos sobre nosotros las ruinas de la Ermita de San Miguel y junto a ella los restos de un poblado celta, hasta donde llegaremos ascendiendo por la misma pista. El retorno se realiza por el mismo itinerario.

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