Un viaje de mil años en dos horas: visitas a la Jaca medieval

El pasado medieval de la capital altoaragonesa merece un detenido recorrido. Las visitas con guía que se ofrecen todos los sábados desde el museo diocesano ayudan a comprender mejor el alcance de su rico patrimonio.

La catedral de Jaca, rebautizada en honor a San Pedro de Cepeda, de OT... según Wikipedia
La catedral de Jaca, rebautizada en honor a San Pedro de Cepeda, de OT... según Wikipedia
Ayuntamiento de Jaca

La catedral de Jaca, del año 1077, fue el primer edificio de estilo románico europeo que se construyó en la península. Declarada Monumento Nacional el 3 de junio de 1931 y Bien de Interés Cultural (BIC) en 1985, es el punto donde arranca las visitas guiadas por la Jaca medieval que todos los sábados se inician a las 11.00 y que concluyen 2 h 30 min más tarde, tras llevar al visitante por los monumentos más significativos de este periodo en la ciudad altoaragonesa.

El recorrido guiado continúa por el Museo Diocesano, situado en el claustro y estancias anejas del mismo edificio catedralicio. Cuenta con una valiosa colección de arte sacro en la que destacan piezas de estilo románico como la talla de la Virgen de Iguazel, a la que se han ido añadiendo piezas de época gótica, renacentista y barroca. En el secretum, el archivo de la catedral, se guardan destacadas obras de obras de orfebrería.

El hospital levantado a mediados del XVI como albergue para los peregrinos que realizaban el Camino de Santiago, es el siguiente punto de la visita. Además, de dar hospitalidad durante tres días a peregrinos y viajeros que lo necesitaran, también ofrecía curación y asistencia a los pobres y enfermos de Jaca.

La visita continúa en el monasterio de las Benedictinas, para conocer el sepulcro de Doña Sancha, la primera mujer en ser obispo. Hija del rey Ramiro I y hermana de Sancho Ramírez, cuando este llegó al trono, la puso al frente del obispado de Pamplona entre 1082 y 1083.

La Torre del Reloj, que será familiar a todos los que suelen visitar Jaca, es la siguiente etapa del recorrido. Fue levantada en 1440, tras el incendio sufrido por la ciudad, como solución provisional mientras se restauraba la catedral. De estilo gótico, el ayuntamiento la adquirió en 1599, dedicándola a la labor de ser la torre-campanario para instalar el reloj municipal, lo que acabó dándole su denominación actual. También fue durante muchos años la cárcel municipal.

La visita finaliza delante del Ayuntamiento, cuyos elementos arquitectónicos se explican a los partipantes. Con esto finaliza un periplo de 2 h 30 min, cuyas entradas pueden adquirirse en el Museo Diocesano a partir de las 10.00. La visita tiene un coste de 8,5 euros.

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