Se reducen un 35% las solicitudes de traslado de docentes dentro de Aragón

La mayoría se producen en Zaragoza y tienen como destino la misma provincia.

La mayoría de los docentes que piden un traslado lo hacen en la provincia de Zaragoza.
La mayoría de los docentes que piden un traslado lo hacen en la provincia de Zaragoza.
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Cerca de 1.500 docentes de Aragón solicitaron en el curso 2017-2018 una nueva plaza en el concurso de traslados. El objetivo: encontrar un puesto de trabajo fijo en otra localidad dentro de la propia comunidad. A pesar de que esta cifra puede parecer elevada, es significativamente más reducida que la de hace dos años (las convocatorias se realizan de manera alterna y anual entre los concursos autonómicos y los nacionales). En concreto, según los datos facilitados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, en el curso 2015-2016, más de 2.600 profesores pidieron un cambio de destino. Esto demuestra que en el último traslado autonómico realizado hubo un 35% menos de interesados.

Este descenso es más llamativo en el caso de los profesores de Secundaria y Formación Profesional, donde se ha pasado de 1.119 solicitudes a solo 671. Por su parte, entre los maestros (aquellos que imparten clases de Infantil y Primaria) los interesados han variado de 1.185 a 827. La mayoría de ellos (el 94,32%) solicitaron un destino definitivo. “Los concursos de traslados son cíclicos. Generalmente, cuando hay uno en el que se han presentado muchas personas, en el siguiente se produce una reducción importante de interesados”, recuerda Alfonso Zafra, representante de Educación de CSIF Aragón.

Una de las razones de esta periodicidad se debe a que, una vez has solicitado un concurso de traslados, “no puedes presentarte a la siguiente convocatoria”. Además, uno de los puntos más importantes en el baremo es la antigüedad en el centro. “El primer y segundo año en el colegio o instituto se computan por la mitad de valor que el tercero. Por ello, hay docentes que prefieren esperar tres y cuatro años en un centro antes de pedir el siguiente traslado con el objetivo de asegurarse un colegio que se ubique más cerca de su localidad de residencia”, explica.

Según la convocatoria del año 2017-2018, por cada año de los dos primeros se consiguen dos puntos, es decir, un total de cuatro. Si el profesor ha estado un tercer año en el centro, solo por este ya se logran cuatro puntos más. De este modo, si un profesor ha estado tres años tiene un total de ocho puntos, mientras que el que solo lleva dos, consigue cuatro. En el caso de que continúe en el colegio un cuarto año o más, cada uno de ellos se traducirá en seis puntos. “En estos casos, gente que está trabajando a 50 kilómetros de su casa (es la distancia entre Zaragoza y localidades como Paniza, Gallur, Fuendetodos o La Almunia), prefiere esperar tres o cuatro años para asegurarse un puesto en la capital de provincia”, puntualiza Zafra.

Otras opciones para conseguir puntos adicionales (más allá de la formación del docente) es ocupar puestos de responsabilidad: cada año como director del centro son cuatro puntos y por cada uno como secretario, vicedirector, subdirector o jefe de estudios, la calificación sube 2,5. “También se tienen en cuenta aspectos como escribir un libro, conseguir un premio en exposiciones o en concursos.. Teniendo en cuenta todo esto, generalmente, lo más probable es que se apueste por estar un año más en el centro y duplicar los puntos”, sostiene.

“También afecta a los concursos de traslados, la estabilización de las plantillas y las políticas educativas adoptadas por los gobiernos centrales y autonómicos”, recuerda. Según destaca Zafra, con los acuerdos nacionales de mejora del empleo público alcanzados en 2017 y 2018 se están consiguiendo sacar muchas plazas de oposiciones, lo que conlleva una estabilización de las plantillas y mejores concursos. “Los resultados de todos estos cambios los podremos ver a partir del curso 2019-2020 o del 2020-2021”, subraya.

Además, desde este sindicato recuerdan que la estabilidad de las plazas depende de las políticas aplicadas por el Gobierno. “Con la Lomce se redujo el número de horas de la asignatura de Filosofía, por lo que ya no había necesidad de crear nuevos puestos de trabajo. De hecho, algunos vieron peligrar su situación dentro de la especialidad. De este modo, las posibilidades de un concurso de traslados se reducen de manera importante”, ejemplifica Zafra.

Un 43,4% consiguen plaza

De los cerca de 1.500 docentes que solicitaron un concurso de traslado autonómico en el curso 2017-2018, solo un 43,4% consiguieron una vacante. Este porcentaje es más reducido en el caso de los maestros, donde no llega al 37%; mientras que entre los cuerpos de Secundaria y FP se supera el 51%.

Las preferencias de estos docentes son claras: acercarse a la capital de provincia o a Zaragoza. De hecho, la mayoría de los que lograron una nueva plaza estaban ya trabajando en la provincia de Zaragoza (más de 400) y solo una treintena pedían el traslado a Huesca o Teruel. Por el contrario, en Huesca y Teruel se produce el efecto adverso: solo la mitad querían quedarse en la provincia en la que ya resdían. Este porcentaje es más elevado en Huesca que en Teruel.

“La realidad de Aragón es que en los pueblos más pequeños hay una elevada rotación del personal. Por ello, trabajamos en la implantación de políticas de estabilidad de claustros”, puntualiza Zafra. El objetivo es que los docentes estén, al menos, tres años en el mismo municipio. “Es una medida provisional. Todo dependerá finalmente de los servicios que se ofrezcan en la localidad. Vivir en el mundo rural es bueno y beneficioso, pero todos queremos un hospital cerca, acceso a determinadas cuestiones... Si eso no se tiene, es complicado conseguir que los docentes estén más de cuatro o cinco años”, lamenta.

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