Heraldo del Campo

Una ternera siempre de altura

Un estudio busca averiguar si es viable el mantenimiento en las montañas de Benasque del ganado de carne de ternera durante toda su vida e, incluso, tras su sacrificio.

En la imagen, varios ejemplares de ganado vacuno del Pirineo.
En la imagen, varios ejemplares de ganado vacuno del Pirineo.
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Analizar la viabilidad económica de engordar, sacrificar, manipular y comercializar la carne del valle de Benasque en el propio territorio es el objetivo del proyecto ‘Ternera de Benasque’, que están llevando a cabo diversas organizaciones vinculadas a ese territorio en colaboración con ganaderos de la zona.

Aurelio García, director de la Escuela de Negocios de los Pirineos (Esnepi), explica que el proyecto busca estudiar si es posible o no desarrollar todas las fases de la crianza de los terneros, desde el nacimiento hasta su venta una vez sacrificados. "Actualmente, a los seis meses, tras dejar el destete, la mayor parte de los animales salen del valle. Mantenerlos aquí, daría un valor añadido al producto, y ayudaría a mejorar la economía y a la generación de puestos de trabajo y tendría un impacto medioambiental muy positivo en la zona".

García detalla que, tras el proceso de crianza, que se realizará de forma individual por parte de cada ganadería, se entraría en fases colectivas, como la del engorde, para la cual es necesario localizar infraestructuras en el valle que permitiesen acometerla, y una vez finalizada esta fase las opciones serían dos, por un lado, tratar de crear un pequeño matadero, o si no fuera viable, la otra opción sería estudiar cómo se transportan a los mataderos más cercanos, en Monzón, Pont de Suert o Aínsa, y la carne regresa al valle para su manipulado y comercialización.

El estudio, que cuenta con un presupuesto de en torno a 10.000 euros y se encuentra en su fase inicial, tiene en cuenta datos como la producción de terneros e incluso las distintas razas. En la actualidad se crían alrededor de 1.700 terneros y se cuenta con unas 2.000 vacas nodrizas.

Actualmente hay una disfunción grave entre la producción de carne en el valle de Benasque y el propio consumo. Se da la paradoja de que se producen en torno a 1.800 terneros, lo que supone casi 400.000 kilos de carne en canal de los cuales menos del 2% se consume en el propio Valle; en paralelo tenemos un Valle donde viven 4.200 habitantes y con más de un millón de visitantes al año.

Todo esto genera un turismo que demanda producción local y la carne es el producto estrella sin poder corresponderle y una ganadería extensiva de alta calidad que vende sus animales a circuitos convencionales perdiendo valor de diferenciación y calidad de origen y reduciendo su rentabilidad.

Cada canal, es decir, cada animal después de su sacrificio, supone unos 230 kilos de carne por lo que, de poder cerrarse el círculo de la cadena alimentaria, en el valle, la capacidad productiva sería muy importante e incluso se podría llegar a consumir en el valle, decía García, entre un 40 y un 50% de la producción.

Además de la elaboración de este estudio, el proyecto cuenta con otras dos fases, la creación de una marca propia de Ternera Valle de Benasque y la difusión y comunicación de los resultados, en los que los organizadores se muestran "muy confiados" para la posible réplica en otros territorios o productos.

Proyecto piloto

Ternera de Benasque es un proyecto piloto de colaboración e innovación agroalimentaria, financiado por Pon Aragón en tu mesa, que surge fruto de la colaboración de Esnepi (Escuela de Negocios del Pirineo) con la Asociación Montes de Estós, Asociación de Ganaderos Noribesera, Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque, Juan Manuel Lamora Minchot y Asociación Guayente con la idea de apoyar, en el valle, la actividad del sector primario.

Desde Esnepi inciden en que en los últimos años, la agricultura y ganadería de montaña han ido marginalizándose y sus productos perdiendo el valor que les corresponde. Además, las zonas de montaña sufren problemas de despoblación, desarraigo o incluso aislamiento, factores que también influyen en esa falta de impulso para este tipo de alimentos.

Por ello, y en colaboración con Esmontañas, desde Esnepi se ha comenzado a trabajar para crear el reconocimiento diferencial de este tipo de alimentos de montaña de España. "Sin duda, un producto de esta especie atesora valores de identidad, calidad, autenticidad que deben ser reconocidos por la sociedad. Y por ello, la administración debe facilitar los procesos de calificación diferenciada", reivindica García.

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