Unas 12.000 aragonesas mayores de 65 años sufren violencia de género, pero solo el 3% la identifica

Un estudio del Instituto Aragonés de la Mujer trata de aproximarse a una realidad «oculta y ocultada». El informe destaca lo poco que denuncian y el escaso apoyo que hallan las víctimas para hacerlo

Un estudio del IAM recoge que casi el 8% de las mujeres aragonesas mayores de 65 años sufre violencia de género
Un estudio del IAM recoge que casi el 8% de las mujeres aragonesas mayores de 65 años sufre violencia de género
José Miguel Marco

El 7,6% de las mujeres aragonesas mayores de 65 años sufre violencia de género, entendiendo como tal el maltrato de todo tipo –psicológico, emocional, sexual, físico o económico– que se produce en una relación de pareja.

Este es uno de los datos recogidos en el informe ‘La violencia de género contra las mujeres mayores en la población aragonesa’, encargado por el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) y presentado ayer.

Este dato equivale, en términos absolutos, a unas 12.000 mujeres, según las cifras de población más recientes publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Una realidad que la directora del IAM, Natalia Salvo, calificó de "oculta y ocultada durante mucho tiempo" y a la que el Instituto Aragonés de la Mujer se ha querido aproximar para identificar las circunstancias y características de estos casos que, en ocasiones, ni las propias víctimas identifican como violencia de género.

Y es que, según pone de manifiesto el informe, las mujeres de más de 65 años que sufren maltrato apenas lo denuncian y solo un 2,7% se identifican como víctimas de violencia de género.

"El estudio –dijo ayer Salvo– recoge que el porcentaje es ínfimo; solo el 15% del total de las mujeres aragonesas que denuncian malos tratos por parte de sus maridos pertenecen a esta franja de edad. Pero no solo denuncian con menos frecuencia, sino que tampoco encuentran un gran apoyo en su entorno que las anime a hacerlo".

Tradición y costumbre

Esta situación se explica, sobre todo, por factores sociológicos: "Este tipo de violencia –apuntó la directora del IAM– suele ser continuado en el tiempo, genera una cronicidad y se inicia, generalmente, en el noviazgo. Provoca un importante sentimiento de culpabilidad y vergüenza y deja graves secuelas en la autoestima de las víctimas".

El estudio considera que existe una normalización de la violencia generada por la tradición y la costumbre, así como una resignación de las víctimas frente a ella.

La directora del IAM explicó que el estudio muestra que la violencia de género en estas mujeres tiene un carácter "estructural e instrumental" que sirve para someter su voluntad y limitar su autonomía.

"La violencia se articula como una continuación de la sociedad patriarcal en la que se socializaron estas mujeres", apuntó Salvo.

En cuanto al tipo de maltrato, el estudio recoge que las mujeres de más de 65 años (seguidas de las jóvenes de entre 16 y 24) son las que más sufren violencia física por parte de sus parejas.

La psicológica o de control es la que presenta una mayor prevalencia entre las aragonesas mayores de esa edad: atendiendo a las denuncias presentadas, casi el 18% la ha padecido. El 6% ha sufrido violencia sexual; el 15%, psicológica emocional, el 7,4%, miedo y el 9,5%, violencia económica.

El informe apunta que la edad y vivir en un entorno rural son dos factores de vulnerabilidad entre las mujeres mayores de 65. "El primero por la ocultación y la resignación con la que se vive este tipo de violencia –explicó Natalia Salvo–. El segundo, por el aislamiento y el menor acceso a la información y a los recursos".

Por último, el IAM anunció la próxima campaña de sensibilización social ‘Yo me comprometo en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres mayores’, una iniciativa que se suma a la que ya está en marcha bajo el lema ‘Te mereces ser feliz’.

Dejar atrás los paternalismos y escuchar a las víctimas

Con la información recogida en el estudio, el IAM ha redactado una serie de recomendaciones con el fin de dar apoyo y reconocimiento a estas víctimas de violencia de género.

De manera general, se plantea escuchar a las mujeres mayores, dejar atrás paternalismos y mostrarles respeto, evitando revictimizarlas y potenciando su autonomía.

En el ámbito institucional se recomienda fortalecer los procedimientos, garantizar el acceso de las víctimas a una residencia pública y revisar los protocolos de valoración del riesgo.

Se anima a incorporar la perspectiva de género a los recursos sociosanitarios y comprender las barreras que tienen estas mujeres para revelar situaciones de violencia.

Además, se recomienda buscar soluciones económicas para las mujeres de más de 65 años que deciden denunciar; posibilitar que permanezcan en su hogar y agilizar la eficacia judicial. Se insiste en la necesidad de educar en la igualdad y el respeto y se recomienda diseñar campañas incluyendo la perspectiva de género en la información.

Apenas el 32% consiguesalir de una relación violenta

Un aspecto que se destaca en el informe es la dificultad que encuentran las mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género para dejar atrás esa relación.

"De hecho –apuntó ayer la directora del IAM–, tan solo el 32% de las mujeres de más de 65 años lo hace, frente al 73% de las menores de 65 años, que sí lo logran".

La dependencia económica que, en la mayoría de los casos, las une a sus agresores y el sentimiento de culpa por los hijos, dificulta la separación.

Por esta razón desarrollan estrategias de supervivencia a través de la indefensión aprendida, un mecanismo que las lleva a comportarse pasivamente, con la sensación de no poder hacer nada, ni reaccionar a las agresiones que reciben.

Por otra parte, Salvo recordó que las mujeres de edad avanzada que logran salir de estas situaciones necesitan rehacer su vida tras años de maltrato, "para lo que se requiere una restauración psicológica ya que, con frecuencia, sienten que su vida se desmorona".

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