No tiene pinta esta de ser una tradición que vaya a decaer como sí ha sucedido, por ejemplo, con las tarjetas de felicitación navideñas. Al contrario, todos los otoños hay asociaciones que se lían la manta a la cabeza y se ponen a diseñar calendarios que este 2019 ya estamos estrenando. Los clásicos son los de las protectoras de animales –Adala o Zarpa vuelven a sacar sus almanaques a la venta– o el de los bomberos, que este año han pasado no pocos apuros para poder publicarlo. Sin embargo, cada vez son más los calendarios que tienen el fin solidario de recaudar fondos para asociaciones que luchan contra enfermedades y que sirven para arrojar algo de luz sobre realidades desconocidas como la de la Asociación de Afectados por Deleción 1p36, una enfermedad rara de la que solo existen 34 casos en España, y uno de ellos en Aragón, el de Valentina. "El proyecto ‘Sonrisas que contagian’ surge en 2016 durante el primer encuentro nacional de familias. Se nos ocurrió hacer un calendario con fotos de los niños para poder vernos las caras a pesar de la distancia", explican desde la asociación, donde recuerdan que personalidades como David Bisbal, Ángel Nieto o Alejandro Valverde se han interesado por el proyecto. Este año han lanzado una tirada de 4.500 ejemplares a 5 euros la unidad y los beneficios obtenidos se destinan a dotar de fondos a los proyectos de investigación sobre este síndrome.

¿Más ejemplos? José Catalán ha capitaneado un proyecto solidario desde Teruel para recaudar fondos para la Asociación Española contra el Cáncer. "Hemos participado más de 80 personas de la ciudad que conocemos o hemos vivido algún caso cercano de cáncer", explica el joven, que lanzó un calendario del que editaron 400 ejemplares. "Hay veces en las que la gente compra este tipo de calendarios por ayudar y luego no lo cuelga. Este año lo hemos hecho muy bonito para que eso no pase", bromea.

La asociación deportiva Aragua ha querido apostar por la inclusión trabajando con personas con diversidad funcional y ha impreso 3.000 calendarios, mientras que la Fundación Ser Más ha optado por una pieza bilingüe, aragonés-castellano, decorada con dibujos de sus propios voluntarios, coordinados por José Antonio Bernal.

Versiones descocadas, somardas, inverosímiles...

Este año, al margen de los bomberos que se ven sobre estas líneas, el torso al descubierto y las fotos en paños menores no abundan demasiado. Hay que exceptuar, no obstante, a los habitantes de la vecina localidad de Yanguas, en Soria, que hace unos meses decidieron despojarse de todo atavío para recaudar fondos con los que arreglar la campana de la iglesia. Ahí están, señores entrados en años y en carnes, posando sensuales entre tractores, en mitad de un campo de olivos o bañándose en el río junto a una estratégica zarza que les tapa las vergüenzas. Otro de los calendarios que en los últimos años se ha vendido como rosquillas son los de los cómics de ‘Moderna de pueblo’, detrás de los que se esconde la ilustradora Raquel Córcoles, que el pasado año ofreció una interesante charla en el Caixaforum. También son siempre tendencia los que factura la marca Orojondo, que hace montajes disparatados con personajes del papel couché y explota el feísmo hasta límites insospechados.

Luz, color y esperanza en las ucis infantiles

El colectivo de Mamás Canguras de Aragón, capitaneado por Alicia Orce, ha confeccionado un luminoso calendario para 2019. "La idea nace con el objetivo de recaudar fondos para la asociación Estelar, que realizan una labor fundamental en los hospitales de la ciudad", explica Orce. Este calendario, que muestra doce instantáneas de más de 150 personas porteando a sus bebés en escenarios como el puente de Piedra, la Ciudadela de Jaca o la Escalinata de Teruel, tiene un precio de 5 euros. «Se agotaron antes de salir a la venta por lo que tuvimos que encargar más», explican las responsables, al tiempo que recuerdan que la asociación se sustenta de fondos propios.

Cretividad ‘versus’ autismo

Uno de los calendarios más creativos es el que ha realizado la Asociación Autismo Huesca, creado por los jóvenes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) a través de un taller de creatividad y diseño. "Cada mes es un retrato de uno de ellos en una clave muy artística, ya que estos chicos suelen encontrar mucha facilidad para expresar sus emociones a través del arte, que es lo que más les cuesta", asegura María de la Cal Fidalgo, coordinadora de la asociación. Explica que han querido huir del típico calendario navideño con algo mucho más personal. "Hemos encargado mil unidades con un precio mínimo de 6 euros en forma de donativo, para que cada uno pueda aportar lo que quiera", resume.

‘Venciendo el olvido’

El hospital de Alcañiz se propuso colaborar en la lucha contra el alzhéimer y echó mano de expertos en indumentaria tradicional como Dabí Latas para las fotos con trajes típicos aragoneses. Los primeros almanaques, cuyos fondos son para  la asociación Los Calatravos, se agotaron enseguida y muchos viajaron fuera de España.

El «"orazón de primera" de los jugadores del Huesca. Los futbolistas de la S. D. Huesca mostraron este año "su corazón de primera" colaborando con la Asociación Síndrome de Down de la capital oscense en la confección de un emotivo calendario. Las fotos se hicieron en el Alcoraz y llevan la firma de Javier Blasco, Javier Broto y Verónica Lacasa. En las imágenes que ilustran los doce meses, más la portada y contraportada, se puede ver a la plantilla al completo del conjunto azulgrana con los chavales de la asociación.

Bomberos valientes, contra viento y marea

Fue uno de los culebrones del pasado otoño: el gobierno de ZEC negó el apoyo al tradicional calendario de los bomberos de Zaragoza, dado que consideraba que las fotos sexies "no representan la pluralidad física existente en el Cuerpo". Aún así, sin apoyo municipal, los trabajadores siguieron adelante con la iniciativa porque lo que recaudan lo destinan íntegramente a una ONG. Estos días se les puede ver vendiendo el calendario por 5 euros en la calle de Alfonso I.