La última tecnología para acabar con la botritis

En los ensayos realizados en el proyecto Patbiocontrol, liderado por Bodegas San Valero, han conseguido reducir en un 50 por ciento esta enfermedad.

Los ensayos se llevaron a cabo en varias fincas del Grupo BSV-Bodegas San Valero, donde se cultiva syrah y garnacha.
Los ensayos se llevaron a cabo en varias fincas del Grupo BSV-Bodegas San Valero, donde se cultiva syrah y garnacha.
E.A.

La botritis es una de las enfermedades que más daño causa a la vid, ya que ataca a los racimos y deteriora mucho la calidad de la uva y las características de los mostos. Ataques que suponen pérdidas valoradas en más de 15.000 millones de euros al año en todo el mundo, ya que se pierde el 25% de la facturación potencial.

Por este motivo, y con el fin de minimizar este serio problema, en 2015 arrancó el proyecto Patbiocontrol, cuyos resultados se han dado a conocer recientemente, en los que se concluye que gracias a estos tratamientos con agentes de biocontrol se estima que puede reducirse en un 50% la enfermedad que este hongo causa.

Liderado por Bodegas San Valero, con la participación del Parque Científico Tecnológico de Aula Dei, la empresa Xtrem Biotech y la Universidad de Zaragoza, el proyecto ‘Biocontrol de patógenos en campo: desarrollo de sistemas de detección precoz y herramienta de lucha integrada’ se ha centrado en la búsqueda de una metodología para la detección precoz del patógeno Botrytis mediante técnicas de biología molecular y el desarrollo y aplicación de dos nuevos agentes de biocontrol.

"Nuestro reto era intentar desarrollar un protocolo integrado de control, con el fin de reducir la enfermedad en la viña y apostar por el empleo de nuevos agentes de biocontrol, como alternativa al uso de productos químicos de síntesis. Hasta ahora, la botritis es una de las enfermedades más importantes junto con el oidio, y siempre se ha tratado mediante fungicidas de síntesis por varias razones. Entre otras, su precio, efectividad y la facilidad de aplicación. Pero su uso masivo y, en muchas ocasiones, descontrolado ha dado lugar a problemas relacionados con el desarrollo de cepas resistentes a estos tratamientos", matiza Esther Arias, investigadora por parte de Fundación Aula Dei.

Arias insiste en la importancia de potenciar estos fungicidas porque "son más sostenibles medioambientalmente, no entrañan riesgos para la salud humana y se adecuan a las limitaciones y exigencias que marcan en la actualidad los mercados europeos".

Múltiples ensayos

Con un presupuesto de 500.000 euros, el proyecto Patbiocontrol se llevó a cabo en diferentes fases. En los primeros años se realizaron ensayos a pequeño nivel, pero en el último ejercicio se ha aplicado como un tratamiento convencional en dos parcelas de Bodegas San Valero donde se cultivan las variedades syrah y garnacha.

"Este proyecto es vital para nuestro sector vitivinícola, ya que lo consideramos clave para poder obtener vinos más competitivos, sostenibles y de mayor calidad", indican desde el Grupo BSV-Bodegas San Valero.

En 2018, se ha llevado a cabo la aplicación en campo de dos tratamientos diferentes, basados en las dos cepas, una aislada por la Universidad de Zaragoza y otra de la empresa Xtrem. "Este año, las abundantes lluvias que se han registrado han hecho que la incidencia de Botrytis haya sido especialmente elevada. De ahí que los resultados obtenidos sean muy prometedores, ya que se estima que se ha producido una reducción de un 50% de la enfermedad en las parcelas tratadas con los agentes de biocontrol, especialmente en el caso de la garnacha", matiza Ester Arias.

Socios colaboradores

Entre los socios colaboradores destaca la participación de la empresa Xtrem Biotech, que se ha encargado de la validación y extrapolación comercial de dos cepas de Bacillus, la aislada por Unizar (BUZ14) y otra cepa propiedad suya, que ya está patentada pero que hasta la fecha no se había testado en vid.

Por su parte, la Universidad de Zaragoza ha contribuido al proyecto con los resultados preliminares de investigaciones previas en las que se ha aislado una nueva cepa de Bacillus con un elevado potencial para la lucha biológica, es decir, una elevada actividad antifúngica comprobada frente a Monilinia.

Todos los agentes implicados en este proyecto insisten en la importancia de estas pruebas y la necesidad de que haya una continuidad en el tiempo. "Nos gustaría seguir trabajando en esta enfermedad y en otras tan importantes como el oidio. Y todo ello con el objetivo de obtener un cultivo de la vid mucho más sostenible, tanto económicamente como medioambientalmente", concluye Arias.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión