La aragonesa con la nota más alta de FP es una apasionada de la educación infantil

Berta Carcas Agón acaba de recibir el Premio Extraordinario de Formación Profesional 2017 en la categoría de ‘Servicios Socioculturales y a la Comunidad’, tras acabar su grado superior en Educación Infantil con una nota media de 9,93.

Berta Carcas Agón, Premio Extraordinario de Formación Profesional 2017 en Aragón.
Berta Carcas Agón, Premio Extraordinario de Formación Profesional 2017 en Aragón.

Berta Carcas Agón, zaragozana de 23 años, tiene pasión por la enseñanza y muchas ganas de formarse y desarrollarse como profesora de infantil. Acaba de recibir del Gobierno de Aragón el Premio Extraordinario de Formación Profesional en la categoría de ‘Servicios Socioculturales y a la Comunidad’, tras acabar su grado superior en Educación Infantil con una nota media de 9,93, la más alta de todo Aragón en 2017. El galardón está dotado con 600 euros y un diploma, y le permite optar al correspondiente premio a nivel nacional.

La joven cursó sus estudios en la Fundación Luis Manuel García Urrea (Colegio Montessori) entre los años 2015 y 2017. Al acabar el grado con una calificación media brillante, recibió una llamada del centro escolar animándola a presentarse a los premios. “Me llamaron del colegio en febrero para decirme que había salido la convocatoria en el BOA y que tenía posibilidades de que me lo concedieran”, recuerda Berta. Hasta ese momento, no conocía la existencia de estos galardones y, por un instante, pensó que no se lo podrían conceder, pues ya había recibido la Matrícula de Honor. Cuando supo que era compatible, no lo dudó: “pensé que es algo que siempre va a constar en mi expediente”.

Pero Berta nunca se ha conformado con tener notas altas, sino que ha apostado por la “formación continua”, algo que considera “muy importante”. Por ello, decidió seguir estudiando y se matriculó en el Grado en Educación Infantil de la Universidad de Zaragoza, enseñanza que cursa actualmente. “Si cortaba la formación, me cerraba puertas y por eso decidí acceder a la carrera”, explica la zaragozana.

De su etapa en el Colegio Montessori tiene muy buenos recuerdos y está “muy agradecida”. Para Berta, la metodología de trabajo de este centro fue clave para su aprendizaje y para la consecución de un expediente que roza el 10. En vez de los tradicionales exámenes escritos, el sistema de evaluación se basaba en ‘portafolios’ y “entrevistas personales” -“a los exámenes orales los llaman entrevistas personales”, bromea Berta-. “En los exámenes orales puedes ver cómo reacciona quien te evalúa y, quizá, pensar ‘vale, no me estoy explicando bien’ y enfocarlo de otra manera, te da más libertad de expresión. Aprender no solo consiste en memorizarlo todo. Si solo memorizas, se te olvida. A mí me gusta razonar lo que aprendo”, afirma la joven.

Respecto al sistema de ‘portafolios’, la joven asegura que “lleva mucho trabajo" y que "hubo muchas quejas”. Con esta metodología, los alumnos desarrollan durante todo el curso diferentes trabajos en base a la teoría que van viendo en clase, para después exponerlo de forma oral. “El ‘portafolio’ me ha ayudado mucho a entender conceptos, pero lleva el mismo trabajo que empollar un examen. Todo depende del esfuerzo que cada uno le quiera poner”, asegura.

Pasión por la investigación

A Berta le cuesta elegir sus asignaturas favoritas del grado superior, aunque admite que le resultaron muy interesantes ‘Intervención con familias y atención a menores con riesgo social’ y ‘Desarrollo cognitivo y motor’. “Me parece muy importante seguir investigando, sobre todo en aspectos como las necesidades especiales”, explica la joven. Por este motivo, basó su trabajo final en el Síndrome de Rett, una enfermedad rara que afecta al sistema cognitivo y motor de los menores. “El Síndrome de Rett, es un Trastorno del Neurodesarrollo grave, de origen genético, que se presenta generalmente y casi en exclusividad en niñas, ya que está originado en el cromosoma X que da lugar al sexo femenino”, informa en su página web la Asociación Española de Síndrome de Rett.

“Quería investigar sobre enfermedades raras que no había trabajado en el grado, para aprender algo nuevo. Me puse en contacto con esta asociación de Valencia y también con la primera niña diagnosticada de Rett en Zaragoza. Su madre me contó cómo evolucionó, cómo lo pasaron y las actividades que realizaba en casa, ya que los médicos no tenían muchas esperanzas”, explica Berta. Tras una profunda labor de investigación, desarrolló una programación didáctica enfocada a niñas y niños con esta enfermedad rara, en la que incluyó musicoterapia y actividades enfocadas a potenciar la psicomotricidad y otras habilidades que les cuesta desarrollar.

En un futuro, a Berta le gustaría seguir investigando, aunque no tiene claro dónde se ve trabajando en unos años, ya que “centros públicos de 0 a 3 años [la etapa que más le apasiona y a la que le gustaría dedicarse] hay muy pocos”. Eso sí, no duda que será “con niños”. Durante el grado superior, ya realizó prácticas en el centro ‘Kid’s Garden’ del barrio del Actur y, ahora, su formación universitaria le dará la oportunidad de trabajar también con menores de hasta 6 años. “Quién sabe, igual hago las prácticas y me enamoro también de esta etapa de 3 a 6 años”.

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