Ribera llega a Aragón para explicar a la DGA y los sindicatos su plan ante el cierre de la térmica

La ministra de Transición Ecológica, defensora de la descarbonización, visita por fin a los afectados.

Teresa Ribera, en una imagen de archivo.
Teresa Ribera acepta ser ministra de Transición Energética y Medio Ambiente
Juan Carlos Arcos

Un mes después de que Endesa sentenciara a la central térmica de Andorra, que dejará de funcionar en junio de 2020, llega la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a Zaragoza para explicar los planes del Gobierno de Pedro Sánchez para garantizar el futuro de las cuencas mineras. La alcaldesa de Andorra, Sofía Circoles, y los sindicatos exigirán a Ribera que "exprima" toda la vida útil de la térmica hasta que haya "alternativas reales" encima de la mesa. La primera, y la más importante para ellos, es que se garanticen los 4.000 empleos que dependen de la empresa.

Desde finales del mes de julio tiene Ribera pendiente una invitación desde Aragón a visitar Andorra y conocer la realidad de las cuencas mineras. La defensa férrea de la descarbonización que la ministra dejó patente en su toma de posesión, que fijaba el cierre de la térmica en 2020 si Endesa no invertía los 190 millones de euros necesarios para reducir las emisiones, disparó todas las alarmas en la Comunidad, que comenzó a exigir al Gobierno unos planes de transición para las cuencas de mineras que aún no se han detallado.

La amenaza se tornó en certeza el pasado 15 de noviembre, hace más de un mes, cuando Endesa confirmó a los trabajadores de la térmica el cierre de la central en junio de 2020. La decisión empresarial, tajante, convertía en papel mojado la puerta abierta que dejó Pedro Sánchez a alargar la vida de la central más allá de 2020 en su reunión con el presidente de Aragón, Javier Lambán, en la Moncloa en octubre. El presidente del Gobierno confirmó entonces que la ministra en persona visitaría Andorra en noviembre. Tampoco lo cumplió.

Ni siquiera asistió Ribera en persona a la reunión que mantuvieron en el edificio Pignatelli responsables del Gobierno aragonés y los sindicatos un día después del anuncio del cierre de la térmica. Por teléfono, a una hora y cuarto en AVE de Madrid, la ministra de Transición Ecológica comunicó a los afectados que el Gobierno central no iba a admitir el cierre de la térmica si no presenta un plan de acompañamiento.

La intención de Endesa es entregar en el ministerio esta misma semana, y al mismo tiempo, la solicitud de cierre, el plan de desmantelamiento y el plan de acompañamiento, el requisito que fijó Ribera y que la compañía hace días que tiene preparado con medidas de formación e impulso a las energías renovables en un documento abierto al que se pueden añadir propuestas.

Endesa no quiso adelantar la semana pasada, en la reunión que mantuvo con representantes del Gobierno aragonés y las cuencas mineras, las medidas concretas que aplicará. Pero la posibilidad de que se consiga una "transición justa", a 18 meses del cierre, sin ayudas institucionales importantes, se aleja cada vez más.

Lambán pedirá hoy "con tono enérgico" a la ministra que sea "rotunda y exigente" con Endesa por los "pingües beneficios" que ha conseguido en la Comunidad. "Si no se alarga la vida de la térmica y se invierte en economías alternativa" no habrá una transición justa, denunció.

En las cuencas mineras reconocen que hay "cierta esperanza" en que la ministra Ribera pueda dar hoy algo de luz en el "futuro tan negro que se vislumbra en Andorra". La alcaldesa Sofía Ciércoles espera que pueda traer "alguna alternativa", que es lo que le van a exigir.

Otra de las peticiones que las cuencas mineras turolenses transmitirán a Ribera será que explique de qué manera se podría conseguir que Endesa continuara con su actividad pese a que la eléctrica ya ha manifestado su deseo de cerrar en año y medio, según indicó Alejo Galve, secretario general de UGT en Teruel.

Las alternativas que se han ofrecido hasta ahora, como el recorte de la producción a 1.500 horas al año o la retirada del céntimo verde, son "insuficientes" para la empresa.

Lo que esperan tanto los políticos como los afectados por el cierre de la térmica es que, de una vez por todas, el Gobierno central aclare su plan para conseguir una transición justa para las cuencas mineras y los requisitos que impondrá a Endesa para admitir la solicitud de cierre de la central térmica de Andorra.

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