Pozuelo: "Hay disonancias entre el derecho civil de Aragón y la fiscalidad"

El director general de Tributos del Gobierno de Aragón, Francisco de Asís Pozuelo Antoni, reconoció la semana pasada en su discurso de entrada en la Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación que existen "disonancias y distorsiones" en la aplicación de las normas tributarias a las instituciones del Derecho Civil Aragonés.

"Hay ejemplos de disonancias en nuestro derecho civil en la fiscalidad del régimen económico matrimonial, el usufructo viudal, la fiducia o los pactos sucesorios de presente", reconoció el responsable de tributos en Aragón. "Además, no solo se dan en el impuesto sobre sucesiones y donaciones, sino que también en el impuesto sobre el patrimonio o el IRPF", agregó.

Francisco de Asís Pozuelo considera que el arreglo de estas distorsiones y disonancias "tiene que venir, en buena media, con una reforma legislativa", aunque "para que fuera plena e incontestable, deberían hacerla las Cortes Generales, conforme al bloque normativo de la Constitución vigente". Aun así, puntualiza que también ocurre esta situación con el derecho civil aplicable en el resto de España.

El director general de Tributos apuntó después de su discurso como académico, que pronunció el pasado lunes día 3, que "la falta de armonía entre las dos ramas del derecho provoca desde la mera e intrascendente separación de puntos de vista sobre actos concretos hasta, en los supuestos más graves, situaciones de inseguridad jurídica e incluso escenarios de inconstitucionalidad".

Pozuelo reconoció que la entrada como académico de número en la Academia de Jurisprudencia y Legislación le supone una ilusión y un reto de trabajar con un elenco de insignes y destacados juristas aragoneses. El presidente de la Academia, José Luis Merino, le contestó a su discurso reclamando que se intentara "un acuerdo entre la Administración del Estado y la Autonómica, tendente a establecer unos criterios fiscales acordes con las instituciones civiles aragonesas".

Entre las mismas instituciones aparece la fiduciaria sucesoria (una persona encarga a otra, que suele ser su cónyuge, el testamento para después de su muerte y que decida la designación de herederos o legatarios), cuya ley recién aprobada entrará en vigor en los próximos días. El director general de Tributos de la DGA apunta que esta figura "da una alternativa a los contribuyentes para cumplimentar sus obligaciones tributarias en seis meses desde el fallecimiento o bien diferir el pago hasta el momento en que reciban los bienes".

Otras figuras civiles aragoneses como el pacto sucesorio, que permite una transmisión de bienes en vida de los intervinientes, Pozuelo asume que "en el ámbito fiscal plantean la problemática de tener que compaginar su carácter de institución del derecho de sucesiones con que se desplieguen los efectos entre vivos".

"Esta circunstancia ha supuesto dudas y desajustes tanto en el IRPF como en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Creo que la solución pasa por compatibilizar las razones de la norma civil como las de la fiscal. Y el protagonista ha de ser el poder legislativo nacional", apunta Pozuelo.

Preguntado por la movilidad de los aragoneses a comunidades próximas por motivos fiscales, el responsable de la DGA opina que "Aragón se presentará como una gran opción para residir e invertir", si bien "los cambios de residencia por motivos fiscales son excepcionales".

Aun así, cree que hay diferencias entre las comunidades por sus políticas financieras y fiscales, y Aragón aboga por la armonización. De hecho, el reciente aumento de eximir los 500.000 euros (desde los 150.000) en la herencia de padres a hijos en el impuesto de sucesiones ha supuesto, para Pozuelo, que Aragón deje de estar por encima de la tributación media autonómica.