Hoy me ha despertado este anuncio en la radio: "En 2020 todos los municipios estarán obligados a reciclar, al menos, la mitad de los residuos. Para hacerlo posible la DPZ va a poner en marcha el proyecto Ecoprovincia que permitirá cumplir esa exigencia ambiental llevando los residuos de toda la provincia al vertedero de Zaragoza".

Vamos a cumplir una exigencia ambiental dice el anuncio, no exclama… ¡Preservemos el planeta! ¡Vivimos en el siglo XXI! ¡Tengamos conciencia ecológica! ¿Y en la capital? Me pregunto por qué seguimos recogiendo la basura como en el siglo pasado si ahora reciclamos y somos ecologistas. Por cada bolsa de basura que puede bajar el portero, al que pago, yo tengo que llevar no menos de tres de envases, uno de papel y otro de vidrio al contenedor. Eso si no hago la compra en ese supermercado de marca blanca y melodía nananaaaanaana, nananaaaana. Con tanta bolsa, a veces siento que alguien habita en mi cocina y terraza. Tras un paseíto, llego a los contenedores y casi siempre están llenos. Rezo para que el cierzo y mis bolsas no provoquen un accidente.

¿Y si optimizamos las recogidas? Se podrían recoger, junto con la basura orgánica, los envases dos días por semana y el papel y vidrio uno. Bastaría con dotar de cubos individuales de 120 o 240 litros a las fincas. Pensaba que esto sería copiar a países mas civilizados que el nuestro, que nosotros tenemos nuestra idiosincrasia, pero resulta que otras comunidades autónomas lo hacen. ¡Está inventado y funciona!

Jefe del grupo de Oncología Molecular del IIS Aragón