María Benita Murillo: "Aprender no es solo memorizar cuatro cosas en la cabeza"

La profesora de Medio Ambiente en la Escuela de Ingeniería, intenta enseñar a sus alumnos cómo ver el mundo con ojos críticos.

María Benita Murillo
María Benita Murillo: "Aprender no es solo memorizar cuatro cosas en la cabeza"
Guillermo Mestre

María Benita Murillo (Zaragoza, 1965) siempre tuvo claro que le gustaba la docencia, trasmitir a los alumnos, aprender de sus inquietudes, enseñarles a ver todo con ojos críticos, a aplicar en el día a día su saber para hacer un mundo sostenible. Profesora del Instituto de Ingeniería Química y Tecnologías del Medio Ambiente de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura, acaba de recibir el primer Premio de Experiencias en Innovación Docente por su proyecto ‘Retos para la sostenibilidad. Los estudiantes de primero tienen algo que contarte’. Una manera novedosa de integrar a los alumnos recién llegados y hacerles trabajar en el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, la creatividad, la comunicación, en el que se invita a ver, por ejemplo, qué impacto tiene en los Pinares de Venecia en Zaragoza la fiesta de ‘San Pepe’. Un proyecto en equipo junto a los también investigadores Alicia Callejas, Javier Abrego, Rosa Mosteo, Rosa Matute y Judith Sarasa. Inquieta y locuaz, insiste en que desde el Departamento de Ingeniería Química y Tecnologías del Medio Ambiente del INA(Instituto de Nanociencia de Aragón) se trabaja mucho por mejorar la docencia, para tender puentes entre la investigación y el mundo universitario; entre la ciencia y la realidad.

¿Cómo ve a los estudiantes de hoy?

Uno de los objetivos de este proyecto premiado es también establecer relación con los alumnos a través de las tutorías porque, si no, no hacen uso de ellas, y no es por resolverles dudas, sino por orientales en su forma de organizarse o de trabajar o de afrontar el aprendizaje, que van muy perdidos. En algunos sentidos los veo muy distintos a los que conocí cuando empecé a dar clase. En general se ha ido perdiendo la capacidad de abstracción, de profundizar, de trabajar el pensamiento crítico, porque aprender no es solo que te queden cuatro cosas en la cabeza, sino interiorizarlas, asimilarlas para comprender.

Ese es el sentido de la Universidad.

Sí y hay que ayudarles, porque es cierto que en este sentido vienen muy perdidos. Falta pensar, reflexionar y ser capaz de verbalizar;tienen que pensar en ser críticos. A lo mejor también tenemos culpa los padres que les estamos ayudando demasiado.

Su proyecto tiene una doble vertiente, por un lado aplicar al día a día el cuidado del Medio Ambiente y, por otro, implicar a estudiantes de 1º cuando se encuentran con otra realidad.

Es un trabajo que requiere de mucha participación del profesorado e implicación de los estudiantes. Se intentan volcar mensajes a la sociedad, de información elaborada, y la idea es comunicar a través de carteles, enseñar cosas y para eso tienen que trabajar el pensamiento crítico, porque los estudiantes se creen todo lo que leen y en medio ambiente hay mucha manipulación porque se busca demasido espectacular.

Ahora estamos con los plásticos en los océanos.

Hay mucho que decir y este proyecto tan sencillo te permite trabajar en ello. Nosotros les indicamos que escuchen todas las opiniones y que se acostumbren a ello. Se está demonizando el plástico en la sociedad, por ejemplo, y también habría que hacer un análisis del ciclo de vida de las cosas, para ver en su análisis global, para ver realmente si es mejor o peor.

También han surgido empresas que hacen moda reciclando plásticos o botellas.

Unimos medio ambiente y reciclado y eso es un parche al final de la cadena. Lo que hay que trasmitir a los futuros ingenieros es que hay que ver las cosas desde el principio y en su conjunto, una visión holística para el tema medioambiental, porque los parches no sirven para nada. Con sus decisiones futuras, ellos tienen mucha responsabilidad porque diseñan los procesos productivos, eligen los materiales, por eso hay que invertir en la investigación y se necesitan apoyos y recursos.

Que los materiales se hagan con productos naturales.

Ahora se tiende hacia la economía circular, que es lo de siempre, y yo voy al refranero popular: «Mejor prevenir que curar». Es más eficiente producir limpio que tener que limpiar luego, y sólo se focaliza en eso; hay que ir al origen. Recuerdo que en 1992 cuando íbamos a un congreso a Suiza en coche paramos para ver el mapa y nos llamaron la atención por tener el motor en marcha. Eso es educación y con ella el resto sale solo, los planes de estudio o cuando ejerzan la profesión.

Educación en el primer mundo, pero los países emergentes lo que quieren es avanzar como sea.

El resto sobrevive, es cierto. En el primer mundo tenemos responsabilidades porque muchas empresas de allí son de aquí y, aunque no tengas leyes en este aspecto, éticamente deberían organizarse como limpias. Hacer las cosas igual de bien que cuando te las dicen por ley, y ahí hay mucho que hacer.

Lleva usted muchos años en la docencia.

Siempre he estado en ella. Acabé la carrera en 1988 y ya entré en la Universidad. Estuve cuatro años entre el ITA y la recién creada Consejería de Medio Ambiente en la DGA, y como íbamos a empresas, tener experiencia en el mundo real me vino muy bien porque me incliné hacia el área ambiental. Mi tesis fue de ingeniería química y mi investigación combina ambas cosas. Empecé aquí muy joven, dando clase en un 1ª de Ingeniería Industrial con más de 100 personas, la mayoría hombres, porque apenas había un par de chicas. La docencia me gusta mucho, y he disfrutado mucho.

¿Cómo ve el Pirineo?

En conjunto no lo veo muy degradado pero hay cosas que no se pueden están a simple vista y hay grupos de investigación que trabajan en temas concretos, como los ibones o la vegetación, que ven lo que nosotros no vemos. Además está el impacto del hombre. Doy una asignatura, Evaluación del Impacto Ambiental, en la que intento trasmitir esa visión holística, porque el Medio Ambiente si se ve desde una visión reduccionista, no llegamos a ningún lado y todo hay que verlo en su conjunto, como todo en esta vida. Porque lo que afecta en un lugar repercute en otro, tarde o temprano y las soluciones deben plantearse integradoras y globales.

El efecto mariposa.

Sí, y hay que mentalizarse. Cuando puedo llevo a mis alumnos a espacios protegidos de aquí para que se sensibilicen. Porque si eres susceptible a esos valores que tiene la naturaleza, si te lo explican los expertos, lo interiorizas mucho mejor, ves el paisaje de otra manera y luego, a la hora de tomar decisiones que repercuten, te va a influir.

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