Malabares para avivar el día a día de Altorricón

El municipio literano tiene una marcada devoción por el fomento de la cultura, que diversifica en multitud de actividades, con el circo como la más brillante y reconocida de todas ellas.

Richi Ariño, subido de pie en los hombros de Román Bometón, mira a su madre, que le contempla a su vez desde el balcón.
Richi Ariño, subido de pie en los hombros de Román Bometón, mira a su madre, que le contempla a su vez desde el balcón.
Laura Uranga

El Circo La Raspa es el vehículo expresivo de Román Bometón y Richi Ariño, altorriconenses y cirqueros por los azares del destino. Richi, además, dirige junto a Eli Plana el Festival de Circo y Artes Escénicas Acambalachous, que el próximo junio celebrará su decimosexta edición y admite candidaturas (no es una inocentada) hasta el 28 de este mes de diciembre. Richi y Román comenzaron a funcionar como La Raspa en noviembre de 2007, gracias al impulso del desaparecido Joel Serrà, y hace menos de un mes cruzaron por primera vez el charco para exhibir su talento; fue en el III Festival Internacional de Artes Vivas de la ciudad de Loja, que está 700 kilómetros al sur de Quito, ya cerca de Perú.

La dupla vive su profesión de manera apasionada. "Todos surgió un poco por casualidad –comenta Richi– y desde una asociación que nació a principios de este siglo, Chous And Company; ahí estuvimos Román y yo, Eli Plana y otros compañeros del pueblo. Yo tenía un bar en el pueblo, donde se germinó todo: el café Grafiti, aquí en un lado de la plaza. Eli gestionaba el Espacio Joven municipal. Román había estudiado electricidad y vivía en Lérida, aunque no llegó a ejercer; entró en una compañía ilerdense de teatro de calle, Sac Espectacles. Queríamos fomentar actividades lúdicas nuevas, que atrajeran a la gente joven; nosotros empezamos a probar con las artes malabares y el circo. Entonces conocimos a Joel, que acabó viviendo en el pueblo y nos propuso formar el circo".

Richi y Román recuerdan algunas ideas que fueron prosperando, y el movimiento que vino después. "Además de conciertos, organizamos una fiesta de solsticio de verano con performance, teatro de calle… a los pocos años surgió otra asociación, Altorricón en Marcha, que ha sido un acicate para toda la comarca. La generación que ahora ronda los 30 años, unos pocos menos que nosotros, se empezó a mover; ya colaboraban en Acambalachous, formaron un grupo de rock, Los Decadentes... y curiosamente, uno de aquellos chavales es hoy nuestro alcalde, David Alonso, tomó posesión en 2015 con 27 años".

Con La Raspa, la expansión ha sido gradual y eficaz. "Empezamos por los pueblos cercanos; luego nos extendimos a toda la provincia, y poco a poco fue todo Aragón, Cataluña, Navarra… nos movemos por la mitad de la península, hasta Madrid; del norte nos falta solo Galicia. Hace menos de un mes dimos nuestro salto más grande, Ecuador, gracias a la gente de 23 Arts, y fue una experiencia genial, algo muy grande. Habíamos ido una vez a Foiguig, en Marruecos, pero nunca a América, y ojalá haya más veces".

Richi es contorsionista y también domina el trapecio, los equilibrios y los malabares, aunque aclara que el malabarista es Román. El aludido aclara que él, de contorsionismo, poco. "Además de los malabares, lo mío es el monociclo; trabajamos muchos números de equilibrio y acrobacia juntos. Nuestro circo es de corte clásico, de calle en un alto tanto por ciento, aunque nos encantan los teatros, ¿eh? Trabajamos con mucha interacción entre el público y los personajes que desarrollamos. Nuestros nombres artísticos de base son Richi Di Chous y y Torri Di Chous: luego están El Gran Paquetini, Rufino el Botones (del espectáculo ‘Freak Show’), los superhéroes Felpudo Man y Escobilla… este último espectáculo tiene mucho potencial, queremos madurarlo aún más". Hace cinco años, el ‘Freak Show’ fue elegido mejor espectáculo en la primera edición de los premios Creaciones del Circo Aragonés. Lo dedicaron a Joel, fallecido años atrás. Acambalachous, por su parte, recibió al año siguiente en esa misma gala el premio a mejor iniciativa por la difusión del Circo en Aragón.

Mucho movimiento

La localidad literana bulle en actividad cultural y deportiva. Bike Altorricón, la Batucada, un equipo de fútbol en Preferente, asociaciones de amas de casa y tercera edad, la rondalla san Bartolomé, aula de teatro, escuela de música… no paran. "Al final, y aunque los recursos son importantes, la voluntad de hacer cosas es lo que cuenta. Y hay que ir más allá de las fiestas de los pueblos, que están muy bien, pero no basta; necesitamos festivales, actividades durante todo el año. El Pastoret, bar mítico del pueblo, tiene el mismo movimiento en las fiestas que en el Acambalachous, por ejemplo", señala Román.

En el pueblo hay enclaves hosteleros con solera. El mentado El Pastoret es uno de ellos; a su vera, el King Corner de Toño Zuferri. "El 16 de noviembre, este bar cumplió 40 años. Aquí no oirás mala música; los Stones me tiran un poco más que el reguetón". al pedirle que muestre alguna de sus joyas vinileras, saca discos de Tequila y los Smiths de Morrissey y Johnny Marr.

La Banda de Bombos Tambores y Cornetas es otro emblema local. La preside desde hace cuatro años Mercedes Morancho, licenciada en económicas y empresariales, y encargada del negocio familiar relacionado con la agricultura y la ganadería. "Entré porque a mi hijo pequeño le encantaba, yo también probé y engancha, además de templar los nervios. Llegamos a tener 100 socios; ahora ha bajado un poco. Las cornetas nos diferenciaban de otras bandas. Poco a poco se fue marchando gente a la charanga y la batucada, que es lógico porque son mucho más animados que nuestros tambores, pero creo que hay sitio para todos. En Semana Santa nos volcamos, también acompañamos a la cabalgata en Reyes y tenemos un buen profesor, Adrián Pardos, de Binéfar, que nos ha ayudado a renovar los toques y le echa muchas ganas, ha animado a los jóvenes a seguir. De hecho, hemos conseguido que varios familiares jóvenes simultaneen la batucada con nuestra banda".

Judith Prat, la mirada en la llaga ecuménica

La multipremiada fotógrafa altorriconense es una figura de referencia en la fotografía documental; explica que le gusta "plasmar en imágenes pequeñas historias de personas anónimas, que cuentan cómo es el mundo en el que vivimos". Ha enfocado su lente hacia temas como el conflicto armado y las minas de coltán en el Congo, la extracción de petróleo en el Delta del Niger, la violencia de Boko Haram en el noreste de Nigeria, los trabajadores agrícolas mexicanos en Estados Unidos, el drama del Kurdistán, los refugiados sirios... también ha rodado dos filmes documentales: ‘Boko Haram, una guerra contra ellas’ (visible en Vimeo), y ‘Tú, siéntate’. 

Los imprescindibles

La carrera

En 2017, tras 10 años de parón, Altorricón volvió a organizar su carrera pedestre, que acumulaba entonces 27 ediciones. El pasado agosto se celebró la número 29, con las victorias absolutas de Candela Pascual y Alberto Susín.

Mónica Ariño

La hermana de Richi estudió Bellas Artes y ganó en su día un concurso municipal para engalanar la plaza de la iglesia con una propuesta escultórica (foto) que simboliza un árbol; sus amplias raíces sirven además de bancos.

Iglesia de San Bartolomé

Data de finales del siglo XV, y se edificó sobre los restos de una iglesia más antigua. La planta original se asemeja al románico, y su puerta adintelada por dovela es el principal elemento arquitectónico conservado.

- Ir al especial Aragón, pueblo a pueblo.


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