Ocio más allá de las montañas en el valle de Tena

Es uno de los lugares preferidos por los turistas para pasar sus vacaciones durante el periodo invernal, y uno de los más demandados para huir del calor en verano.

Tirolina del valle de Tena, la más alta y larga de Europa.
Tirolina del valle de Tena, la más alta y larga de Europa.
Laura Uranga

La oferta lúdica y de ocio del valle de Tena, ubicado en pleno corazón del Pirineo aragonés y uno de los más extensos y poblados de esta zona, es tan amplia y variada como los perfiles de los visitantes a los que acoge. Compuesto por los municipios de Formigal, Sallent de Gállego, Lanuza, Escarrilla, Panticosa, El Pueyo de Jaca, Tramacastilla de Tena, Sandiniés, Piedrafita de Jaca, Hoz de Jaca, Biescas, Gavín, Senegüé y Sabiñánigo, este valle es uno de los lugares preferidos por los turistas para pasar sus vacaciones durante el periodo invernal, y uno de los más demandados para huir del calor en verano.

Un paseo por la historia

Además de contar con bellos paisajes y vistas impresionantes gracias a la privilegiada naturaleza en la que se enmarca, el valle de Tena también destaca por albergar un patrimonio cultural único. En Formigal, el templo prerrománico, construido en el siglo XI, pertenece al grupo de iglesias denominadas de las del Serrablo, muy singulares en España y características de esta zona. El puente medieval de Sallent de Gállego, de línea muy simple, es otro de los atractivos patrimoniales de este enclave, en el que también sobresalen las grandes casonas con recias paredes de piedra y empinados tejados de pizarra y con impresionantes portadas y escudos tallados en las fachadas. Los puentes medievales y romanos, junto con los arcos románicos, son otras de las características arquitectónicas del valle. Dentro de la oferta cultural y museística de la zona, es recomendable la visita al centro Ángel Orensanz y Artes Populares del Serrablo, de amplio muestrario etnológico, en Sabiñánigo, y el museo de Dibujo de Larrés, único en su género.

Otras actividades

Además de la posibilidades que brinda la nieve en el valle de Tena, tanto en las estaciones de Formigal y Panticosa como fuera de ellas, este también cuenta con una gran variedad de propuestas para disfrutar del descanso y de las actividades en familia. Para los amantes de la naturaleza, el parque faunístico Lacuniacha y el espacio de Biescas Aventura ofrecen dos grandes sugerencias de ocio para niños y mayores. Por otro lado, quienes opten por la tranquilidad y la relajación podrán hacerlo en el balneario de Panticosa o el espá Aguas Limpias, situado en Sallent de Gállego.

Los apasionados del deporte también podrán practicarlo en las instalaciones de La Paúl, en Panticosa, o disfrutar de él, al aire libre y sobre dos ruedas, en el espacio BTT Pirineos Alto Gállego, conformado por un total de 29 rutas y más de 500 kilómetros de recorridos, en su mayoría por sendas y caminos.

Una de las actividades que más interés suscita entre los visitantes del valle de Tena es su tirolina doble, la más larga y alta de Europa, que cuelga sobre el pantano de Búbal, en la localidad de Hoz de Jaca. 950 metros separan el salto, o punto de partida, de la torre de llegada. Un recorrido aéreo con un descenso de 115 metros que brinda la oportunidad de contemplar el valle desde una perspectiva completamente nueva.

Reserva de la biosfera

La Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala fue una de las primeras en obtener este reconocimiento en España, siendo declarada por la Unesco en 1977. Se trata de una de las mejores representaciones de los ecosistemas de montaña del Pirineo y alberga especies de flora y fauna singulares dentro del contexto regional e internacional, algunas de ellas con algún grado de amenaza, por lo que su conservación es fundamental para el mantenimiento de la diversidad biológica. Aunque, inicialmente, contaba con una extensión de 51.396 hectáreas, en el año 2013 fue ampliada hasta alcanzar las 117.364 hectáreas, extendiéndose en la comarca del Alto Gállego por los términos municipales de Biescas, Hoz de Jaca, Panticosa, Sallent de Gállego y Yesero.

Oferta gastronómica

Otro de los atractivos del valle de Tena es su variada y rica gastronomía. En los fogones, los espacios de restauración de esta zona elaboran todo tipo de cocina, desde la tradicional comida de montaña hasta los platos más vanguardistas. Sobre el mantel, destacan los productos típicos de la Comunidad, como el lechal tensino y el ternasco de Aragón, las carnes a la brasa, las migas de pastor, las patatas encebolladas y las conservas caseras.

Mucho más que esquí

Quienes se acerquen hasta el valle de Tena para disfrutar de su incomparable ubicación, además de esquiar, podrán realizar una multitud de actividades para todos los perfiles. Montar en un trineo tirado por perros o motos de nieve; practicar senderismo con raquetas; descender por la tirolina doble más larga de Europa; descubrir la fauna y la flora en el parque faunístico Lacuniacha; relajarse con un masaje o en los circuitos de agua; y conocer el patrimonio de sus pueblos son solo algunas de sus propuestas de ocio.

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