"El problema no es pasar mucho tiempo con las pantallas, sino no tener otras aficiones"

Jaume Funes (Calatayud, 1947) es psicólogo, educador y periodista, y autor del libro 'Quiéreme cuando menos me lo merezca... porque es cuando más lo necesito'.

Jaume Funes, pedagogo, escritor y periodista, en la redacción de Heraldo.
Jaume Funes, pedagogo, escritor y periodista, en la redacción de Heraldo.
Oliver Duch

Hola, ¿qué puedo hacer para que mi hijo no esté tan obsesionado con los videojuegos como el Fornite? Una vez empieza, no para y se pone agresivo si le apago ordenador. Anna

Podría comenzar recomendando PACIENCIA….Y ESPERANZA pero sé que la preocupación continuaría. De manera general hemos de tener en cuenta que el problema no es estar mucho o poco entre pantallas, sino tener más vida que las pantallas: hacer otras cosas, compartir otras amistades, apasionarse por otros mundos… Nos dedicamos a dejar caer otra sugerencias, forzar otras relaciones... Una pasión solo se sustituye con otra.

No sé qué hacer con mi hija. Está en 2º de carrera, no va a clase, se apuntó al carnet de conducir y nada. Solo piensa en salir, sale y no vuelve a casa hasta las 8 de la mañana o se queda a dormir por ahí. Dice que quiere estudiar, pero no hace nada. Me contesta muy mal, con tacos incluidos, grita porque así yo callo, me amenaza... Es un desastre. M.

En las confrontaciones adolescentes hay que recordar que la "maravilla" de vivir con ellos y ellas es saber que los conflictos son inevitables y hay que seleccionar por qué vale la pena pelearse, además de encontrar la estrategia adecuada. Pero siempre toca respirar a fondo, contar hasta 300, desconectar el sonotone…

Pero, cuando ya se les acabaron las primaveras adolescentes, con sus 19 o 20 años, y siguen dedicándose solo a vivir, hay que pactar las responsabilidades. Pactarlas, discutirlas, insistir… y aceptar que se equivocan y que nos gustaría que no gastaran su tiempo pero es el suyo. A veces nos falta esperanza, pero acaban encontrando su lugar. Hay que estar a lado sin inmiscuirse demasiado, poniendo una cara que demuestra interés respetuoso por sus vidas. Poder decir aquello de "a pesar de todo la veo feliz".

Tengo dos hijos, de 12 y 10 años. Al mayor le hemos comprado móvil este curso, que ha empezado el instituto. El pequeño ha pedido uno para Reyes, muchos amigos suyos ya tienen. ¿Es pronto para comprarle un móvil? Malena

Cada vez es más difícil aclarar de qué artilugio estamos hablando. Las "pantallas" que ahora usamos sirven para muchas cosas y, también, para hablar. Un chico de 10 años no pide un teléfono, pide esa ventana al mundo que le permite ver youtube, series, dibujar, hacer fotos...Se trata de una educación acompañada en la que ya desde los primeros años de su vida hemos leído cuentos juntos en una pantalla y en papel.

En mi opinión hasta llegar a la adolescencia (primavera de 1º de ESO) es mejor que sus pantallas solo puedan conectar con el wifi de casa y podamos compartir con ellos y ellas una parte de lo que ven y hacen, como compartimos, el juego o la experiencia escolar.

Será con la entrada en la adolescencia cuando comenzarán su autonomía en la conexión, sus posibilidades de relación en la redes sin la dependencia familiar. Y comenzará la tarea de cómo acompañarlos entre pantallas.

Hay días que mi hija de 13 años llega a casa y se encierra en su habitación. Antes hablábamos mucho. Quiero dejarle su espacio, lo entiendo, pero me da miedo perder la confianza que teníamos antes. ¿Algún consejo? P.

A veces los profesionales de la psicología y la educación decimos cosas tan simples como "¡hable con su hijo!" Y los padres contestan "Ya quisiera, pero no se deja…". Están en un tiempo diferente, ahora piensan y sienten que solo sus iguales les pueden entender y los mayores estamos en otro mundo. Se encierra en su cuarto sabiendo que su madre sigue al otro lado de la puerta. No ha roto la comunicación. Tan solo piensa que ahora toca "hablar" con otros.

Siguen preguntando, pero en los momentos más inoportunos, hablan de otros para hablar de sí mismos. Nosotros tratamos de estar disponibles en esos momentos para "aconsejar" también a esos otros que son ellos. Aprendemos a mirar, escuchar, preguntar con habilidad.

También tratamos que haya en sus vida otros adultos (tutores, pediatras, educadores de calle…) a los que puedan "preguntar" cuando aparecen las incertidumbre o las dificultades.

Mi hijo va a 2º de la ESO y ya empieza a salir los fines de semana con sus amigos. Tenemos muchas discusiones con los horarios desde las fiestas del Pilar. El año pasado quedaba con sus amigos en nuestra casa o en otras. Ahora quieren ir solos por el centro y volver a las 11 de la noche Me parece muy tarde para su edad, ¿dónde van unos chicos de 13 años a esas horas un sábado por la noche? Cómo gestionamos los horarios? Silvia

Recuerda que ponemos horarios para que puedan llegar tarde. Salir, ser felices, no estar bajo nuestra mirada es una de sus primeras grandes ambiciones. Pero pactamos horarios para que aprenda a gestionar el tiempo, para que comprueben que hay formas diferentes de divertirse, para que coloquen otras actividades. El inicio de la adolescencia es un tiempo para todavía para ajustar horarios, para que vuelvan pronto. Cada familia gestiona sus preocupaciones por una u otra hora de llegada, pero la noche debe esperar hasta unos años después, aunque digan que ya son mayores.

En el paso al instituto, mi hijo ha bajado mucho las notas. Antes era de sobresalientes y notables en el colegio y ahora va muy justo. Creo que pierde el tiempo bastante. Él dice que es ahora es más difícil y les exigen demasiado los profesores. No sé si es mejor ir a hablar con su tutor o presionarle más a él para que estudie más. Jose

Los cambios en la forma de enseñar, en la forma de acoger, entre la primaria y al secundaria, a menudo, son excesivos y algunos quedan descolocados. Pero, los grandes cambios tienen que ver con el abandono de la infancia. El adolescente razonable pasa de ser buen estudiante a ser chico o chica "notable". Hay que seguir preocupándose por los estudios, pero no solo y principalmente por los estudios. Descubrir y, a pesar de la escuela, mantiene sus deseos de saber y aprender.

Mi hijo de 9 años está muy enganchado al Fornite. Cuando llega del colegio, se pone a jugar. Los fines de semana, está todo el día con la pantalla Y sus amigos igual. ¿Es un juego adecuado para su edad? ¿Deberíamos controlarlo los padres? Juan

Conozco poco ese juego tan de moda. En general yo diría que 9 años no son años para mucho tiempo de juegos digitales. Pon otras actividades de juego de diversión con otros niños, juega con él. Es una etapa infantil para aprender jugando de manera muy diferentes.

Hola, he leído algunos comentarios críticos con los pedagogos y no salgo de mi asombro. Jaume, mi pregunta es: ¿Por qué molesta tanto a algunos "adultos" que se nos ayude a cómo interactuar con los niños y adolescentes?

Los padres y madres siguen con la idea que sus hijos son suyos y nadie más ha de intervenir. Olvidan que en la adolescencia hay que construir verdaderas redes de apoyo. Ser amigos de los hijos de nuestros amigos. Tener tutores que los escuchen. Compartir con otros padres las formas de educar... Los padres somos los últimos a los que recurren en medio de sus líos.

¿Tiene hijos? ¿Los consejos que da en sus libros y conferencias le han servido en su propia casa? F.

Sí. Dos hijos y dos nietos. Me han servido, pero ha sido duro porque no podía hacerlo de otra manera  y deseaba haberme especializado en primera infancia. Ahora hago de abuelo de una adolescente y sigo aprendiendo mucho con ella.

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