Un homenaje muy merecido

Los padres de la Constitución de 1978 reciben la Medalla de Aragón.

Los padres de la Constitución reciben la Medalla de Aragón
Los padres de la Constitución reciben la Medalla de Aragón

En plena celebración del 40º aniversario de la Constitución de 1978, la mejor de la historia de España, Aragón reconoce la gran labor de los ‘padres’ de la Carta Magna. Ayer recibieron la medalla de la Comunidad los tres que siguen vivos, pero se hizo extensiva a los otros cuatro ponentes que ya han fallecido y con especial mención al turiasonense Gabriel Cisneros. Acierta plenamente el Gobierno de Javier Lambán con este justo reconocimiento.

Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Miquel Roca y José Pedro Pérez-Llorca (en su nombre, Alfonso Guerra) recogieron la máxima distinción que otorga la Comunidad a personas que han destacado en la defensa de las instituciones. Ellos vienen reiterando su lección de sensatez y sentido de Estado: España necesita modernizar su Constitución para que siga siendo tan útil como lo ha sido hasta ahora; no obstante, se debe buscar bien el momento para hacerlo y partiendo siempre de la premisa de que se debe sustentar en el consenso, el imperio de la ley y la unidad del país.

La Constitución fue el resultado del tránsito desde una dictadura longeva a una democracia plena. Los ciudadanos que lo hicieron posible no la querían solo para sí mismos sino también para quienes vinieran después. Por eso es responsabilidad de las actuales generaciones agradecer el servicio de los que lo hicieron posible y preservar este legado, de manera que no se dilapide lo mucho que España ha alcanzado bajo un pacto constitucional inédito en su historia. Ninguna norma jurídica puede ser sacralizada, pero tampoco puede ser trivializada su posible reforma. Las carencias y problemas que han surgido en estos 40 años son más de práctica que de diseño. En consecuencia, no siempre exigen una reforma para superarlos. Bastaría con cambiar las prácticas erróneas y las interpretaciones inadecuadas.