Santed: cuidar el agua de boca y protegerse de las riadas

Santed, un municipio agrícola, está remozando poco a poco su principal toma de agua y pide ayuda para limpiar el cauce de dos arroyos que se desbordan por la maleza cuando llueve mucho.

Sacramento Daga, atenta el guiso de su puchero.
Sacramento Daga, atenta el guiso de su puchero.
Laura Uranga

Desde Daroca se llega a Santed por la carretera del puerto, muy bonita y revirada, tradicional vía de abastos del pueblo. El otro camino es casi el doble de largo, pero llano y muy recto, desde Calamocha y Tornos por toda la vera de la laguna hasta Berrueco y Gallocanta; en estas semanas, con mucha más agua que hace un año, el tránsito de las grullas por allá ha sido espectacular en su camino hacia el sur; volverán en febrero.

Eduardo Pardos está acabando su segunda legislatura como alcalde de Santed, a lo que suma un período más como concejal entre 2007 y 2011, cuando era apenas un chaval; tenía 22 años en 2007 y, por tanto, 26 cuando pasó a ser alcalde. Tiempo más que suficiente para tener muy claro el mejor modo de priorizar en la gestión municipal. También es parte del consejo de la Comarca de Daroca. "Supongo que en 2011 sí era de los alcaldes más jóvenes de Aragón, aunque no el que más. Entré porque mi pueblo me gusta mucho; mi abuelo fue alcalde muchos años, hasta mitad de la década pasada, y el que le siguió decidió en 2011 que había que dejar paso a gente más joven; ahí empecé yo. El anterior alcalde, por cierto, sigue de concejal conmigo, nos llevamos muy bien".

En Santed disfrutan con las fiestas. Para San Lamberto y el Corazón de Jesús, el 19 y 20 de junio, hay chocolate y tortas fritas para todo el pueblo. Tradicionalmente, los festejos mayores en el pueblo eran las Fiestas del Pilar en octubre, pero en las últimas décadas se han consolidado las celebraciones grandes de agosto (segunda semana, antes de la Virgen) para atraer más gente: se quintuplica la población en esos días. El patrón es San Roque, y la comisión de fiestas funciona ahora como asociación cultural; ocho miembros rotatorios se encargan de prepararlo todo.

En cuanto al tema patrimonial, destacan la ermita de la Virgen del Pilar (remodelada, dentro del casco urbano), la coqueta plaza del ayuntamiento y la iglesia de Santiago, actualmente en desuso por su mal estado de conservación. "Nos gustaría arreglarla, pero es complicado conseguir fondos", explica Eduardo.

Poca emigración gracias al agro

Santed es eminentemente agrícola. "Casi todos los vecinos –apunta el alcalde– tenían tierras, pocas o muchas; eso hizo que hubiese escasa emigración. El último ganadero, por su parte, se jubiló hace dos años. Actualmente, agricultores del pueblo estamos cuatro, aunque también vengan de pueblos cercanos a trabajar la tierra... y ya no tenemos tienda, ni casa rural, ni otros negocios. Vamos a Daroca, que está a 16 kilómetros, o Calamocha, a casi 30, para las compras; los más mayores prefieren Calamocha por el aparcamiento, que en Daroca es más complicado; allá lo hacen en el mismo supermercado y les vale la pena, aunque sea casi el doble de kilómetros".

Santed

Agua va, agua viene

El primer edil pone las cartas sobre la mesa. "Lo principal ahora mismo es el asunto del agua, la toma desde el manantial a los depósitos, porque la red tiene sesenta años y está casi sin tocar. Queremos ir arreglándola por tramos; son dos kilómetros y medio que vamos reparando poco a poco. De hecho, empezamos con los 200 primeros metros el año pasado, en el actual hemos hecho otros 600 y para el próximo la meta es repetir la cifra que haremos en 2018; si conseguimos más dinero, trataríamos de duplicar la apuesta y terminar ya en 2020".

También es cuestión de agua, y aún más preocupante, el tema de la limpieza de los dos arroyos del pueblo, que están llenos de maleza; este hecho provoca desbordamientos y calles inundadas en el pueblo cuando llega lluvia de virulencia extrema. El municipio no tiene autoridad para limpiar esa maleza; por ello, Eduardo pide que lo haga quien debe hacerlo o, en su defecto, que se permita a los santenses limpiarlos. "Es un asunto de la Confederación Hidrográfica del Ebro; también hemos hablado con el Inaga, pero seguimos con el problema y a veces da la impresión de que se iban pasando un poco la pelota de uno a otro. En 2011 ya pedimos una reunión con el antiguo presidente de la Confederación, y aún estoy esperándola. A principio de este verano, tras otra inundación que sufrimos, mandé otra carta para reunirnos y dar solución al problema de nuestros arroyos, y tampoco he recibido respuesta. No podemos seguir así; estamos cansados de todo esto".

La felicidad de Sacramento y Arcadio

Sacramento Daga y Gazo vive en el pueblo, al igual que su hermana Lidia, una de las firmes defensoras de la memoria viva de Santed. En estos días se afanan en una tarea que conocen de siempre; picar almendras. "Aquí no hay tiempo para aburrirse, aunque no os lo creáis –explica Sacramento, toda energía– porque a mí me encantan las tareas, desde cocinar a hacer encaje, incluso picar almendras que están más duras que el cocote… matamos las horas muy a gusto. A mi hermana, que ahora no está porque ha salido a comprar, le sale muy bueno el rollo, una tarta riquísima que lleva huevos, ralladura de limón, gaseosas y aceite. Lo mío son los buñuelos, que los hago de maravilla, no es por nada", comenta sonriendo, mientras atiende a la cazuela, donde prepara una salsa de tomate casera.

A Sacramento se le ilumina la cara recordando su juventud. "De moza no me dejaban salir mucho de casa, eran otros tiempos, pero nos escapábamos a por agua a la fuente con el cántaro, que tirábamos nada más llegar a casa; así podíamos salir otra vez. En la plaza había una herrería, allí estaban los mozos y nosotras venga a pasar por delante. En el baile... ¡anda que no la armábamos, con el coñac ni gota de frío! Lo justo, no te pienses. He trabajado mucho toda la vida, pero juerguista también he sido, siempre la primera en el carnaval y la rondalla".

Sacramento está muy orgullosa de las habilidades de Arcadio López, su marido, todo un manitas con la artesanía. "Compramos un hogar y cuando lo vio, lo primero que dijo fue ‘esto también lo sé hacer yo’. Y no ha parado. Tiene arriba su taller –señala a la parte alta de su calle– y hace de todo, desde escudos de piedra hasta cestos para las almendras". Arcadio sonríe mientras trabaja y se despide con un "hasta la próxima".

Los imprescindibles

La riada de junio

El estado de los arroyos hizo que una fuerte tormenta de dos horas anegara los bajos de una treintena de casas en la plaza del pueblo y zonas aledañas, además de afectar a 1.000 hectáreas de cultivo de cereal.

El castillo

Fue de pequeñas dimensiones, pero muy protegido; está en lo alto de la loma que domina el pueblo. Tuvo una planta rectangular de 25 por 20 metros. Actualmente conserva dos de sus torres en el flanco sur.

Lucas Traid

Nacido en Santed (que le ha dedicado una calle) en 1732, fue escolapio y rector de los colegios de Tamarite, Jaca y Sos. También se dedicaba a visitar presos en las cárceles y enfermos en los hospitales. Murió en Albarracín en 1803.

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