Paracuellos de la Ribera: la cultura como reclamo para las visitas habituales

Paracuellos de la Ribera, tierra de frutales, añade a su hermoso entorno una actividad creciente en el plano cultural, vertebrada por las asociaciones y glosada en el boletín semestral ‘El Villano’.

El alcalde de Paracuellos de la Ribera, Javier Solanas, observa el nevero que el pueblo quiere recuperar.
El alcalde de Paracuellos de la Ribera, Javier Solanas, observa el nevero que el pueblo quiere recuperar.
Laura Uranga

Javier Solanas tiene una carpintería en su pueblo, Paracuellos de la Ribera, del que además es alcalde. Una legislatura le ha bastado para asimilar la exigencia del cargo y buscar nuevos alicientes en el futuro inmediato del municipio. Paracuellos busca la reinvención por una doble vía: el rescate de sus tradiciones y acciones encaminadas a generar valores añadidos al visitante, como el inmenso nevero escondido en el pinar de la Cocha, desde el cual se domina una fantástica vista del pueblo y de todo el valle.

En el pueblo hubo mucha actividad gracias al tren –se conserva la estación, compartida con Sabiñán pero enclavada en término municipal paracuellano– y había varios negocios que han ido desapareciendo, a veces de manera definitiva y en otros casos, por reconversiones. En el terreno que ocupa la carpintería de Javier, por ejemplo, había una fábrica de magdalenas en los años 70.

"A la gente que marchó le tiran las raíces –comenta Javier– y hay que incentivarlos para que sigan viniendo con frecuencia. Por suerte, contamos con asociaciones muy activas que ayudan en todo. Este es un pueblo agrícola al 99 por ciento; por jubilaciones nos quedamos sin las dos tiendas y la carnicería que teníamos. También conocimos los de mi generación dos molinos de aceite, una fábrica de tejas y otra que hacía envases para fruta. Queda una cámara de transformación de fruta, antes había varias. Y hay bar de gestión privada, propiedad de un paracuellano y que ahora gestiona una persona de fuera". La cereza es el producto estelar en el municipio, seguida del albaricoque, la ciruela y la pera. De secano, almendro y olivo.  

Pedro Antonio Alba, taxista de profesión, ejerce con Calatayud como base, y preside actualmente la Asociación Cultural de Amigos de Paracuellos de la Ribera, fundada en 2010; también es concejal de cultura de su pueblo. "Nos gustan los rescates culturales, y además tenemos un boletín semestral para difundir nuestra actividades; se llama ‘El Villano’, en honor a un baile local. A finales de agosto hacemos recreación medieval y teatro con gente del pueblo; en enero, la hoguera de San Babil; también se celebra la Fiesta de las Viejas un fin de semana en Semana Santa, donde es tradición que los chicos pequeños pidan dinero a las abuelas. La Asociación también hace un viaje anual a un sitio escogido de Aragón".

El pueblo ya no tiene escuela; cerró hace casi dos décadas, pero la huella de su labor persiste en el recuerdo. De hecho, hace cinco años hubo un encuentro de homenaje a maestros que habían pasado por el pueblo; se juntaron ocho de distintas épocas. El año pasado, con el apoyo de la Asociación Celtiberia, también se celebró en el pueblo el rito del Samhein, que suele hacerse en Gotor.

En cuanto a la Asociación de Amas de Casa, que preside Eli Sánchez, ha cumplido un cuarto de siglo en ejercicio. "Organizamos una  comida al año, alguna merienda y una salida cultural y de ocio a Zaragoza. Eso sí, también colaboramos en las fiestas y con las otras dos asociaciones, la cultural y la de la tercera edad. Personalmente, vivo en el pueblo y me apunto a un bombardeo para ayudar, lo que me pidan".

María Sánchez, vicepresidenta de la Asociación Cultural, es profesora. "Mi tarea, además de ayudar en todas las actividades, es editar nuestro boletín y gestionar las redes sociales del pueblo, además de apoyar actividades conjuntas con otros pueblos, como la andada contra el cáncer que hacemos con Sabiñán. Somos 350 socios, con una cuota anual de 10 euros, y nos vamos apañando para sacar adelante las iniciativas".  

Camina o revienta

En medio de la charla surge una sorpresa. El vecino del pueblo Carmelo Lozano se acerca para hablar de un amigo suyo: Eleuterio Sánchez, ‘El Lute’. "Le vi atracar un banco en Bravo Murillo, yo trabajaba en Plaza de Castilla por entonces. Le escribí a la cárcel,  le visité y de ahí en adelante nos hicimos amigos; lo he acompañado por muchos puntos de España cuando daba conferencias, ya rehabilitado. A día de hoy seguimos en contacto, lo he llevado al Monasterio de Piedra, a cenar en La Almunia... ha venido cuatro veces de visita por aquí. Alfonso Zapater escribió sobre mí hace cuarenta años en HERALDO".

Jorge Sánchez, un ‘pez’ que hizo del nado a espalda su billete para ser deportista olímpico

Actualmente, el zaragozano Jorge Sánchez tiene 41 años de edad. Hace 14, en los Juegos Olímpicos de Atenas, nadó la final ‘B’ de los 200 metros espalda y concluyó la carrera en quinta posición, con lo cual se alzó con el decimotercer puesto global de la distancia en aquella cita. El padre de Jorge es de Paracuellos de la Ribera y el pueblo presume de él como si fuera paisano literal. Desde su retirada de la competición trabajó en su club de siempre, Stadium Casablanca, y también en la Federación Española de Natación. Se ha distinguido además por sus charlas motivacionales a escolares, contando su experiencia como deportista de élite. Jorge también atesora otros hitos relevantes en su palmarés como nadador; el quinto puesto en el Mundial de Indianápolis de piscina corta en 2004 (200 espalda), el décimo en los 100 espalda de la misma cita, el séptimo en el europeo de Múnich 2002 (de nuevo en los 200, su distancia predilecta) y su gran presea internacional: la medalla de bronce en los Juegos del Mediterráneo de Túnez 2001. También fue bronce en el europeo de pista cubierta de 1998 en Sheffield (Inglaterra). El año pasado, Jorge recibió un reconocimiento muy especial en el Stadium Casablanca; el club verderol inauguró un Salón de los Olímpicos en sus instalaciones, con la asistencia de José Ramón Lete, Secretario de Estado para el Deporte. Jorge compartió el honor con Víctor Lobo (biatlón, Sochi 2014), Víctor Lapeña y Luci Pascua (baloncesto, Río 2016) y María Delgado (natación en los paralímpicos de Río 2016).

Los imprescindibles

El zumaque

En el pueblo se cita un documental realizado por Eugenio Monesma sobre el zumaque, planta de la que quedan muestras en el pueblo; su fruto se recolectaba regularmente hasta los sesenta, y se usaba para hacer tintes y curtir pieles.

El reloj de sol ecuatorial

Se trata de un detalle curioso, no muy común en la familia de relojes de sol presentes en los pueblos aragoneses. Este ejemplar de tipo ecuatorial se colocó hace cinco años en la plaza del Ayuntamiento para suplir al antiguo.

Baldomero Mediano

Este periodista y escritor, pionero en la publicación de revistas, vivió solamente 45 años en el siglo XIX, pero su labor divulgativa y docente fue de tal envergadura que su pueblo le recuerda como persona ilustre.

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