Andorra y la cuenca minera se aferran a la “última oportunidad” de reindustrializarse ante el cierre de la central

No se hizo oficial hasta ayer, pero la decisión de Endesa de no invertir ni un euro más en la central térmica de Andorra no pilló desprevenida a la cuenca minera turolense, que ha visto pasar el tiempo sin que el marco regulatorio del sector eléctrico se mostrara favorable a la quema de carbón autóctono. Y más después de que la ministra ecologista Teresa Ribera accediera a la cartera de Transición Ecológica.

Su discurso en pro de descarbonizar la economía en el medio plazo –en septiembre declaró que el carbón era "antieconómico" para las empresas y los españoles– ha sido claro y meridiano desde que tomó posesión de su cargo en junio de este año y la postura de Endesa de no continuar la actividad en Andorra y Compostilla se enmarca en esta misma línea.

"No podemos decir que nos haya cogido por sorpresa. Ahora se trata de ver qué pasa con la transición justa que tanto pregonan, y que no se quede en unas prejubilaciones y trabajos de restauración de minas, sino que de una vez por todas, porque esta es la última oportunidad, aboque a la creación de empleo para hacer posible el desarrollo de la comarca", opinó ayer el presidente de la asociación empresarial de Andorra Sierra de Arcos, Roberto Miguel.

Lamentó, a este respecto, que los empresarios no hayan sido citados hoy por el presidente de Aragón, Javier Lambán, a la reunión que convocó ayer y a la que sí asistirán sindicatos, alcaldes y directivos de Samca.

A la transición justa también se refirió la alcaldesa de Andorra, Sofía Ciércoles, que lamentó que no haya tiempo para llevarla a cabo. Se mostró pesimista y echó balones fuera responsabilizando al resto de administraciones del fracaso de los planes de reindustrialización llevados a cabo hasta este momento. "Ha habido una falta de responsabilidad y de garantías en esta transición. Antes de llegar a esta situación límite se tendría que haber puesto encima de la mesa un plan dinamizador", denunció la regidora.

Para el alcalde de Ariño, Joaquín Noé la noticia fue "alarmante", pero no "desconocida". "Siempre nos quedaba la esperanza de que continuara unos años más para ganar tiempo", reflexionó. "Endesa no nos puede dejar tirados después de todo el dinero que ha ganado con el carbón de esta zona. Nosotros desde luego no reblaremos", añadió. Asimismo, agradeció la postura del presidente de Aragón, Javier Lambán, en defensa de la continuidad de la térmica y destacó la reunión de hoy en el Pignatelli como "oportunidad" para hacer un "frente común" para sacar adelante alternativas.

Críticas a Endesa y al Gobierno

En Teruel capital, las reacciones no se hicieron esperar. El presidente de la Diputación Provincial de Teruel (DPT), el aragonesista Ramón Millán, afirmó que el cierre de la central de Andorra sin alternativas laborales demuestra "falta de responsabilidad y de sensibilidad con la provincia". Millán también cargó contra Endesa, cuya decisión de clausurar la térmica en junio de 2020 evidencia, en su opinión, una "falta de respeto". El máximo representante de la DPT considera que a la compañía eléctrica y al Ejecutivo central les importa poco Teruel.

Por su parte, el presidente del PP de Teruel y vicepresidente de la Diputación, Joaquín Juste, afirmó que la confirmación del cierre de la central es fruto de la política seguida por el Gobierno central. El líder popular contrapuso la situación actual con la vivida con el anterior Ejecutivo, presidido por Mariano Rajoy, que "intentó sacar adelante una ley para evitar el cierre de las térmicas".

Juste recordó que, "mientras el Gobierno del PP buscó alargar la vida de las centrales térmicas, la actual ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo nada más acceder al cargo que son antieconómicas y que hay que cerrarlas".