La Universidad de Zaragoza sigue consolidando su posición, tanto nacional como internacional, en cuanto a centro generador de investigación e innovación tecnológica –de conocimiento, en una palabra–, transferido a las empresas.

Según el balance del año pasado, la institución aragonesa colaboró en 764 nuevos proyectos de I+D+i con otras tantas compañías, la mayoría de las cuales eran de ámbito nacional –el 61%–; otro 30% fueron contratos con sociedades aragonesas y el 9% restante, con empresas internacionales.

La vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica, Pilar Zaragoza, explicó que estos acuerdos reportaron a la Universidad más de 12,3 millones de euros, lo que representó un 8,5% más que en 2016 y un 25,45% más que en los últimos cinco años.

Zaragoza mostró su satisfacción por los datos del pasado año, que colocan al campus aragonés en el octavo puesto de las universidades públicas españolas en cuanto a I+D+i y contratos colaborativos con empresas. "Una posición –explicó– por encima del que podría correspondernos por tamaño y presupuesto".

El único aspecto negativo destacable del balance fue la drástica caída del 86% del importe captado en convocatorias públicas competitivas. Zaragoza explicó que esa disminución con respecto a las cuantías obtenidas en 2016 se debió a la falta de resolución de algunas convocatorias públicas nacionales –como el Retos 2017, cuyo resultado se conoció recientemente– y a la falta de convocatorias autonómicas –como Innovaragón–. Situación que lamentó la vicerrectora, ya que "el 50% del presupuesto público destinado a I+D+i se queda sin ejecutar".

En cuanto a otras transferencias de conocimiento, Zaragoza mencionó los 286.500 euros ingresados por la Universidad en concepto de patentes y licencias, y la creación de dos nuevas ‘spin off’ y tres ‘start up’, todas ellas empresas de base tecnológica que han contado con la ayuda de la Universidad para surgir.

En estas dos áreas, el campus aragonés ocupó el pasado año el tercer puesto entre las universidades españolas. Por último, se refirió a la creación de las cátedras, un tipo de colaboración que ha ido aumentando progresivamente y que es muy apreciado por el campus público, ya que permite establecer convenios estables y duraderos con empresas e instituciones.

El año pasado se crearon 10 nuevas cátedras, con lo que en este momento hay 68, lo que coloca a la Universidad en el segundo puesto nacional es este campo.

Algunas claves del balance

1. Contratos con empresas internacionales. La vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica, Pilar Zaragoza, dijo ayer que uno de los objetivos de la Universidad es lograr más contratos con empresas internacionales.

El año pasado, el 9% del total de los contratos (unos 69 de 764) se suscribieron con sociedades internacionales, por los que se ingresaron el 16% de los recursos obtenidos (casi dos millones de los 12,3 totales).

Esta ratio es mejor que la obtenida mediante los acuerdos de I+D+i firmados con empresas nacionales o autonómicas, que aún se resienten de la crisis y contratan proyectos pero a menor precio.

2. Impulso a la creación de nuevas empresas. La Universidad de Zaragoza ha impulsado en cuatro años, desde 2013 a 2017, el nacimiento de 24 nuevas empresas de base tecnológica (algunas como transformación de otras ya creadas –‘spin off’– y otras, emergentes –‘start up’–).

Esto da una media de 6 al año. Pilar Zaragoza reconoció ayer que se sentían "muy contentos" con estos datos, máxime teniendo en cuenta que "el porcentaje de supervivencia de estas nuevas compañías ronda el 95%", aseguró la vicerrectora de la Universidad de Zaragoza.

3. Líder mundial en innovación en electrodomésticos. Además de la buena posición en transferencia de conocimiento de la Universidad con respecto al resto de campus públicos nacionales, Zaragoza destacó el lugar internacional que ocupa la institución aragonesa en áreas muy concretas.

En este sentido, recordó que un análisis de Thomson Reuters sobre innovación la colocó en el segundo puesto mundial en investigación en el sector de electrodomésticos, gracias a la colaboración que mantiene desde hace más de 35 años con BSH.

4. La innovación sirve. La vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica, Pilar Zaragoza, animó ayer tanto a la sociedad como a las empresas a apostar por la formación, el conocimiento, la innovación y la investigación.

Durante la presentación del balance de transferencia de conocimiento del año pasado dijo que había que insistir "a las empresas aragonesas, la mayor parte de las cuales son pymes o micropymes, que la innovación sirve y que se convierte en mejores resultados para ellas, genera un valor económico".

La innovación aplicada a magdalenas y repostería

El trabajo realizado durante los últimos tres años por dos investigadoras del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2) para Magdalenas Lázaro, Lapasión Internacional y Taisi –las dos primeras, empresas de repostería y la tercera, una compañía de confituras y mermeladas de frutas– es una buena muestra de la labor que realizan los equipos de investigación de la Universidad de Zaragoza para las empresas de la Comunidad.

En este caso, Silvia Lorente y Ana Ferrer, pertenecientes al grupo de investigación de Alimentos de Origen Vegetal han estado investigando desde finales de 2014 hasta el primer trimestre de este año nuevas formulaciones de pastelería para que las magdalenas y la repostería que fabrican estas compañías aguanten mejor y por más tiempo, de forma que puedan exportarse sin problemas.

"Los resultados obtenidos –explicó ayer Ferrer, investigadora principal del proyecto– permitirán mejorar la competitividad de las empresas mediante la mejora de la calidad de sus productos, la introducción de nuevas referencias en el mercado y la ampliación de los nichos de comercialización".

En este tiempo, apuntó, la investigación ha ido dirigida a identificar los factores que limitan la vida útil de la bollería y las estrategias para prolongar el periodo de comercialización de los productos, entre otros aspectos.