Las víctimas de acoso escolar piden planes de prevención y formación para los docentes

Del nuevo protocolo de los centros, las asociaciones de víctimas ven con buenos ojos la rápida reacción en 48 horas y la notificación a la DGA de todas las denuncias. Reclaman formación para los docentes y planes de prevención desde primaria.

El nuevo protocolo contra el acoso escolar se presentó el pasado 22 de octubre en el Observatorio Aragonés por la Convivencia y contra el Acoso Escolar.
El nuevo protocolo contra el acoso escolar se presentó el pasado 22 de octubre en el Observatorio Aragonés por la Convivencia y contra el Acoso Escolar.

Los centros educativos tendrán que atajar un caso de acoso escolar en 22 días lectivos (un mes) como máximo a partir de que la denuncia sea conocida por la dirección. Así lo contempla el nuevo protocolo de Educación para actuar frente al ‘bullying’ que se tiene que seguir en colegios e institutos. El documento, que ya está en todas las escuelas, fija que en 48 horas se deben adoptar las primeras medidas para proteger a la posible víctima y decidir si lo ocurrido es un conflicto puntual o un probable hostigamiento.

Los cuatro colectivos de víctimas consultados por este periódico, Federación de Familias contra la Violencia en el Medio Educativo (Favme), la delegación aragonesa de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (Aepae), la Asociación contra el Acoso Ignis y la Asociación Aragonesa de Familias de Víctimas de Acoso Escolar, coinciden en valorar positivamente la unificación en la forma de actuar y la obligatoriedad de reaccionar en dos días para apoyar al alumno que sufre el drama. También ven con buenos ojos que todas las denuncias, independientemente de si se consideran o no ‘bullying’, se tengan que registrar y comunicar a Educación de la DGA.

«Los plazos son resolutivos y rápidos y durante los pasos para recabar información se llama por separado a las familias tanto del posible acosado como de los acosadores, que se convierten en una parte activa», apunta la representante de Favme, Carmen Casarejos. Destaca como un avance que las medidas provisionales de supervisión y apoyo inmediato de las víctimas se apliquen también en «zonas ciegas» que «hasta ahora se dejaban en un segundo plano», como el transporte escolar, los pasillos y el comedor.

Una formación específica del profesorado en este tema y planes de prevención para los alumnos a partir de primaria que formen parte del diseño curricular o se planteen como acciones tutoriales son dos demandas en las que coinciden estas agrupaciones.

¿Cuándo empieza el ‘bullying’?

Víctor Antonio Fernández, delegado en Aragón de Aepae, pone el acento en algunas «lagunas» de este protocolo. Así, lamenta que en el cronograma de actuaciones se hable de días lectivos «cuando un niño es acosado todos los días de la semana» y más en unos momentos «en los que crecen las situaciones de ciberacoso».

Además, echa de menos que a la hora de definir el acoso se hable solo de modo genérico de recurrencia como «acciones repetidas en el tiempo» sin concretar un número. «Los estudios y la experiencia de Aepae a nivel nacional nos han llevado a concluir que una agresión es un conflicto puntual, dos pueden ser casualidad pero si se llega a tres es potencialmente un acoso», dice.

También reprocha la ausencia de programas para estudiantes identificados como acosadores. «Los agresores tienen un problema, suelen utilizar la violencia como método de aceptación social y hay que trabajar con ellos», apunta.

Fernández y Casarejos hacen un llamamiento para que los equipos directivos de los colegios «no tengan ninguna reticencia» para admitir las situaciones de acoso como tal. El delegado aragonés de la Aepae opina que el nuevo protocolo ha suscitado «interés y hasta preocupación» en los centros. Prueba de ello es que su asociación ha recibido en los últimos días las consultas de tres colegios.

Se necesita una figura externa

La incorporación de una figura externa al colegio en el equipo de valoración que recoge la información y hace las entrevistas es otra demanda. La plantean Cristina Monclús y Estela Carrillo, de la Asociación Aragonesa de Familias de Víctimas de Acoso Escolar e Ignis, respectivamente. «Es necesario que alguien imparcial participe en esa fase de recopilación de datos sobre lo ocurrido, aportaría una mirada objetiva», opina Monclús. Este equipo, según el protocolo, lo integran al menos un miembro del equipo directivo (preferentemente dos), el tutor del alumno y siempre que sea posible la orientadora.

Cronograma de las actuaciones

Fase 1. Dos días lectivos. Tras recibir la denuncia, adopción de las medidas de protección de la posible víctima. El equipo directivo debe decidir si se trata de un conflicto puntual o de un posible acoso escolar. De ser esto último, se activa el protocolo y se constituye el equipo de valoración.

Fase 2. Hasta 18 días lectivos más. Recogida de información del equipo con entrevistas a las familias.

Fase 3. Hasta dos días lectivos más. El equipo hace una propuesta de valoración a la dirección que, con el asesoramiento de los servicios de orientación, decide si hay o no ‘bullying’. Adopción de medidas y comunicación a las familias. Apertura si procede de expediente disciplinario al acosador.

Fase 4. Sin límite. Supervisión, protección y seguimiento.

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