¿Por qué fue a Alsasua el pasado domingo para apoyar a los guardia civiles?

Si no vamos nosotros, las víctimas de ETA, quién va a ir. Si queremos algo tenemos que ser los primeros interesados y luchar por ello. Puedo entender que otra gente no lo comparta o que no vaya por miedo.

Sufrió el atentado de la casa cuartel al cumplir 5 años...

No perdimos a nadie en el atentado, pero a mí me cayó la puerta y el techo encima, que ya fue bastante. El cielo era mi techo.

¿Qué experiencia tenía con su familia antes en Navarra?

Yo nací en Estella. Mis padres estuvieron en Lecumberri y Los Arcos, antes de venir a Zaragoza. Tuvieron que marcharse de esos pueblos porque les amenazaban y si no se iban acababan con ellos. No les vendían en las tiendas de Los Arcos y tenían que irse a comprar a Logroño. El fotógrafo del colegio de Los Arcos era Pakito (Francisco Múgica, condenado por el atentado de la casa cuartel), porque era primo de una profesora.

¿Iría un día a entrevistarse con Pakito a la prisión de Zuera?

No me importaría ir a verlo a Zuera, pero no sabía que estaba allí. No lo descarto, como tampoco esperar a Henri Parot cuando salga de prisión para tirarle una tarta en la cara o escupirle, a ver si se enfrenta a mí.

¿Quién le invitó a ir a Alsasua?

Me llamaron de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT)_porque les pidieron una persona para ir a un acto en Alsasua de la plataforma España ciudadana, de Ciudadanos. Buscaban un hijo de un guardia civil que fuera víctima del terrorismo. Y la Asociación decidió que yo iba a representarle mejor porque estoy acostumbrada con los medios. Me llamó la psicóloga para ver si estaba preparada para ir y si tenía miedo, pero le dije que no porque no nos pueden hacer más daño del que nos han hecho.

¿Suele ir de vacaciones al País Vasco o Navarra?

No, pero no por miedo, sino porque tenemos familia en Galicia y Extremadura y nos vemos en vacaciones. He trabajado en una tienda de telefonía cuyos dueños eran vascos y he tenido que ir por trabajo al País Vasco, a Zorriza y a Orio, pero no me pasa nada. Mi distribuidor dijo que iba a contratar con el grupo Mondragón y yo dejé el trabajo, pero al final no hicieron ese acuerdo.

¿Viajó a Alsasua en los dos autobuses que fueron de Zaragoza?

No iba con autobuses desde Zaragoza. Me llamaron desde Ciudadanos para pasar el sábado en Pamplona antes de ir a Alsasua para estar más tranquila. Había reporteros de la CNN y la BBC. Los primeros que llegaron a Alsasua se encontraron con el estiércol esparcido donde iba a celebrarse el acto y lo recogieron.

¿Y le sorprendió la llegada?

Nos apedrearon el autobús donde íbamos y menos mal que el cristal estaba blindado porque me habrían partido la cara. Nos tiraron piedras, mecheros y monedas. Venían varios de organización de Ciudadanos y un redactor de Efe. Entramos corriendo y salimos corriendo. Apenas estuvimos una hora allí y casi no vi a otros de la AVT que vinieron desde Madrid, por seguridad.

¿A quién se encontró allí?

Estaba el carnicero de Mondragón (un etarra que mató a 17 personas) donde estaban montando un concierto en una plaza del pueblo, cerca de donde fue el acto. Yo fui como de invitada de Ciudadanos, pero era de AVT.

¿Tenía muy preparado lo que iba a decir al público o improvisó?

Lo tenía preparado con los tics y mis amigos no hacían más que mandarme mensajes de apoyo. Dije que era hija de guardia civil, nacida en Estella, y conté la presión que sufrimos en Lecumberri y en Los Arcos. Luego, que a los seis meses de estar en Zaragoza sufrimos la bomba. Hice una historia y luego hablé de la visión actual porque nos sentimos desamparados por las leyes que no se cumplen para las víctimas, como con los guardia civiles. Íbamos a apoyar a los dos guardias y sus novias que fueron agredidos.

¿Le afectó cuando no paraban de sonar las campanas?

Me daba más fuerza. Las campanas eran un chute para subir el tono o gritar más. A mí fue a la que más presión metieron y lo reconoció Albert Rivera cuando me saludó. Como si me hubieran tirado piedras entonces y las hubiera esquivado. No querían escucharme y pusieron nueve minutos de campanadas. Cuando la gente aplaudía, callaban, y si volvía a hablar, tocaban. Querían que no se me oyera, pero no iba a achicarme. La iglesia les dejó porque no me creo que fueran okupas, como dijo el párroco.

¿Piensa regresar a Navarra?

No me importaría y, cuando crezca mi hijo Chemi (de 3 años), lo llevaré a Alsasua, Los Arcos, Estella, Mendavia o Lecumberri para que conozca los lugares donde se ha criado su madre. Llevo al crío los días que hay actos contra el terrorismo en Zaragoza.

¿Se siente satisfecha con lo que vivió allí o se quedó con ganas?

Tuve que modificar un poco el texto para no decir que ETA celebró mis 5 años el 11 de diciembre «con un bum’» y «unos fuegos artificiales». Me dijeron que era mejor quitar el «bum» y cambien algo la frase. Me quedé satisfecha porque representé a las víctimas, no a los políticos, y estuvimos arropadas.

¿Y qué le contó a su hijo?

Mi hijo estaba en casa de su abuela dormido cuando llegamos. Al día siguiente, cuando fui a buscarlo al colegio, todos los padres me dijeron que no sabían lo que me había pasado. Me preguntaban cómo me atreví a ir y les dije que por qué no. Siempre voy con gafas de sol y en Alsasua ni me las puse. No tenía nada que ocultar ni esconder. Sin embargo, los del pueblo llevaban bragas para tapar sus caras. Yo no tengo miedo y eso quiero inculcarle a mi hijo Chemi. Si te agreden, te defiendes, pero nunca pegas.

ETA ha revisado ahora las víctimas de sus atentados. ¿Qué le parece esta publicación?

Han reconocido cien víctimas menos de las que cometieron. Revisar ahora las víctimas solo tiene el sentido de hacer una campaña política para presentar a Otegui en las elecciones del 2020 y limpiar su historial con la sentencia de Estrasburgo. Van a volver a hacer otro HB_y ya han dicho que no descartan volver a las armas. Solo han devuelto las pistolas encasquilladas y no han entregado todas, ni ellos tampoco.