Catorce folios

El presidente de Aragón, Javier Lambán.
Comparecencia de Javier Lambán
Oliver Duch

En vísperas de las primarias nacionales del PSOE, la tercera vía que se dio en llamar ‘Ni Su ni Sa’ (Ni Susana ni Sánchez) elaboró un documento de 14 folios para argumentar por qué Díaz no podía ser candidata. Tampoco apoyaba al actual líder, que tuvo que esperar al apoyo de las bases. Desafiando el viejo aforismo según el cual lo bueno crece en la brevedad, convenció más su larga gira por las carreteras que la concisión de aquel escrito.

Con otros catorce folios, el Gobierno Lambán materializa en los albores de este mandato un plan de retorno para los jóvenes aragoneses que durante esta crisis han tenido que salir de sus casas y de su país, en busca de un futuro que aquí se les niega. Ninguneados primero por la exministra popular Fátima Báñez, cuando tuvo la insufrible ocurrencia de decir que eran hijos de la "movilidad exterior" y no de la necesidad, vuelven a serlo ahora de la mano de la DGA. Unas cuantas hojas para alentar expectativas huecas en un plan de recuperación del talento emigrado sin presupuestos, plazos ni programas. La brevedad no mitiga la ofensa del intento electoralista.

Uno de tantos -ahora sí, aquí necesitaríamos papel continuo- en la tendida precampaña de humo a la que nos está sometiendo el Pignatelli. Repasar la agenda oficial de las últimas semanas o meses es muy ilustrativo: hiperinflación de actos y visitas de todos los consejeros  -incluidos dobletes de la candidata municipal para Zaragoza-, sin excesivo contenido y en busca de un titular y una fotografía.

Demasiado papel en blanco para un balance que no necesitaría ni catorce folios (mayor gasto a costa de récord de impuestos y de deuda), en el que el relato más meritorio sería el de haber llegado al poder y subsistido en minoría sin hacer demasiado ruido.

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