Castejón de Sos, el mejor lugar de toda España para flotar en el aire

El parapente es el deporte rey en este municipio ribagorzano que también es destino de aventureros en la montaña, el barranquismo de río, el vuelo de ultraligeros y otras actividades relacionadas con el turismo de naturaleza.

Un parapente biplaza se aproxima a la zona de aterrizaje de La Lleva, en Castejón de Sos.
Un parapente biplaza se aproxima a la zona de aterrizaje de La Lleva, en Castejón de Sos.
Laura uranga

En la zona de la Lleva, una campa a las afueras del casco urbano de Castejón de Sos, hay varios puntos de aterrizaje marcados para los parapentes. Es el deporte local, sin duda; la sensación de volar como un pájaro tiene en este enclave de La Ribagorza a un lugar cómplice, de condiciones ideales, el mejor de España (ese título se concede de manera unánime en el mundillo) y uno de los mejores de Europa, Alpes incluidos.

El zaragozano Mariano Ucedo es el propietario de Parapente Pirineos, y vocal de la Federación Aragonesa de Deportes Aéreos. Lleva dos décadas establecido en el pueblo, y otras dos viniendo regularmente a practicar su pasión voladora. "La empresa la fundaron los hermanos Bielsa, que son de Castejón, en 1985, y fue la primera de España en constituirse de manera oficial. Yo venía por aquí cada verano desde mediados de los 70, aprendí a volar en Zaragoza, donde también tuve mi escuela y desde el año 2000 me quedé Parapente Pirineos. Tenía muy claro que como este sitio no hay ninguno para nuestro deporte".

Mariano recuerda que son cuatro las compañías orientadas al parapente que tienen su sede en Castejón. "De la misma quinta somos tres. Además de la mía está Tándem Team, con Basilio Silva, Volar en Castejón con Nicolás González, que vino de Madrid. Hace cinco años abrió Fernando del Río, un chico argentino, y su empresa es Parapente 2300".

Rejuvenecer desde el aire

Mariano tiene muy claro que el deporte de aventura –especialmente, el aéreo– ha tenido mucho que ver en el hecho de que Castejón de Sos haya rejuvenecido tanto su media de edad en las últimas décadas. "Yo me asenté aquí en 1999 y mi hija era uno de los tres peques de la guardería; ahora hay unos treinta cada año, lo que indica la cantidad de gente joven que se está estableciendo por aquí. No es solo parapente, claro; tira la nieve, la montaña, el turismo de aventura… somos muchos los que hemos elegido este lugar para vivir y criar a nuestros hijos. No vamos componiendo el calendario laboral todo el año con diversos intereses".

Una pareja gallega ha elegido el mes de octubre para acercarse a Castejón y volar como águilas en el modelo biplaza, cada uno con su monitor guardándole las espaldas. Mariano es uno de ellos; han pasado media hora en el aire, con una bajada de casi 1.500 metros desde el punto de partida. "Una de las mejores cosas de este deporte –asegura Mariano– es que no hay limitaciones para nadie, salvo las embarazadas por mera cuestión de seguridad; de hecho, tuvimos a una pareja que llegó en silla de ruedas, no tenían movilidad de cintura para abajo, y fue increíble: la alegría que te transmitían era alucinante, y mira que pasa también con los que se pueden mover, pero lo de ellos fue especial. A nosotros ya no nos pega la adrenalina con los saltos, pero sí con esa felicidad que obtiene la gente cuando vuela".

Es insoslayable preguntarle a Mariano por el accidente mortal de dos personas, monitor y usuario, en un biplaza de Castejón hace año y medio. El instructor es rotundo. "Llevo años y años aquí, y el del año pasado fue el primer accidente que he visto. Una desgracia terrible, un infortunio, porque el monitor era muy experimentado. Cuando impera la cordura, este deporte es muy seguro y, desde luego, para iniciarse en esto hay que acudir a una escuela oficial. La actividad está reglada desde hace cuarenta años y el modo de aprender es con los que tienen certificada esa capacidad y conocen la normativa: nosotros, además, podemos decir que nos apasiona lo que hacemos, y nunca se deja de aprender, las experiencias te enseñan. Hay que hacer las cosas bien, en tercero de medicina no se pone uno a operar de apendicitis, hay que completar la formación. Muchos días de verano hay 200 personas volando, ves gente a todas las horas del día".

En Aragón no quedan muchas escuelas de parapente. Mariano cita las de Castejón, hay una en Huesca, otra en Sabiñánigo, otra en Panticosa y una cuarta en Hecho llevada por navarros. En Teruel hubo dos y ya no hay ninguna; en Zaragoza también cesó su actividad la que tuvo el propio Mariano. "David Blanco, que trabaja conmigo, ha abierto ahora una ‘speed riding’ en Cerler que funciona en invierno: es parapente con esquís. Eso sí, exige esquiar muy bien, porque con el parapente hay bandazos inesperados y los ligamentos pueden sufrir si no se tiene control.

Poco después del aterrizaje de la pareja gallega llega al suelo Flo Auvergnet, un francés afincado en Castejón. "Aprendió a volar con nosotros –dice Mariano– y se ha asentado aquí. Le picó el venenillo –sonríe– porque volar es la aspiración más antigua del hombre, sentirte como un ave flotando en la nada. Yo soñaba que volaba desde pequeño, y al final es mi forma de vida. Un sueño hecho realidad del que no quiero despertar".

Un municipio que abraza a los visitantes y les pertrecha para disfrutar del monte

Castejón de Sos está bendecido por su entorno para los deportes de montaña y aventura. Hay empresas de guías, tanto de barranco como de media montaña, en el municipio contiguo, Campo, se centran las actividades de río, Benasque y Cerler están a un paso por el norte… para estar bien preparado en cuanto a material y sugerencias de actividades hay una referencia clara en el municipio: Deportes Flap, decana del lugar en el gremio. Allí hay alquiler, venta y reparación de material y equipamiento; se pertrecha a los que vana conquistar los tresmiles, los barrancos y la nieve, tanto en alpino como en fondo. En cuanto a alojamientos, la oferta es amplia; al popular albergue El Pájaro Loco se une el de El Run (en la localidad pedánea del mismo nombre), hoteles como el Diamó, el Pirineos y el Plaza, hostales (Sositana, Casa Juan...) y varios apartamentos turísticos y casas rurales, entre los que se encuentran Apartamentos Castejón de Sos Vacaciones, El Molino, Saila o Casa Adolfo.

Los imprescindibles

El aeródromo

Está inscrito como asociación deportiva en la Federación Aragonesa de los Deportes Aéreos y pertenece a Vuelaragón www.vuelaragon.com , cuyos objetivos son los cursos de piloto, avanzados y específicos y organización de eventos.

Festival de jazz

Van once ediciones; coinciden con el mes de enero, distribuido en varios fines de semana, y está dedicado a San Sebastián. Desfilan artistas de primera línea en el contexto regional, nacional y estranjero.

El cross

La tradición deportiva de Castejón no se limita al aire; en las carreras pedestres hay que citar el Cross, cuya novena edición tuvo lugar hace unos días, con los triunfos absolutos de María Buil y Chema Artero.

-Ir al especial de 'Aragón, pueblo a pueblo'.

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