El Salud saca la cartera para descargar las listas de espera y derivar operaciones a la privada

El grueso de estas intervenciones corresponden al área de Traumatología. Quienes rechazan operarse en la privada retroceden al último puesto de la lista.

Intervención en un quirófano del Miguel Servet.
Intervención en un quirófano del hospital Miguel Servet.
Gobierno de Aragón

El 5% de las intervenciones que se realizan en Aragón son derivadas a clínicas privadas a través de un acuerdo marco que la Administración concierta todos los años para la eliminación de listas de espera en todas las comunidades. Según recoge el Boletín Oficial de Aragón, en los presupuestos del último año se contempló para tal fin una partida de 44 millones, si bien en los últimos meses ha habido nuevos acuerdos externos que han supuesto un desembolso de más de 830.000 euros (en los meses de verano) y de 270.000 euros la pasada semana para derivar a otros cien pacientes de Trauma a las clínicas Montpellier, El Pilar, Viamed-Montecanal y Quirónsalud.

Cómo y cuándo se realizan estas intervenciones no se detalla en el documento, si bien desde Csif-Aragón señalan que se trata de un procedimiento que se ha "normalizado" por parte de la Administración al no querer cambiar el modelo de asistencia sanitaria para evitar la derivación a la privada.

"Si modificásemos el modelo, a lo mejor podríamos incentivar la contratación a nuestros profesionales y que fueran ellos dentro del propio sistema los que realizaran estas actividades sin tenerlo que externalizar", sugiere el presidente de Csif, Evangelino Navarro.

La especialidad de Traumatología es en estos momentos la que más operaciones (prótesis de rodilla, espalda, cadera...) deriva a la privada, y según ha podido saber este periódico, se da el caso de pacientes que después de meses de espera, cuando son derivados, no quieren operarse en estas clínicas.

"Hay gente que decide operarse en la privada cuando lo derivan porque está mal, y está hasta las narices de seguir esperando, pero hay otra gente que no, que prefiere la reputación de la sanidad pública. Aquellos que quieren en el Salud y rechazan la derivación, se van al último puesto de la lista. Después de meses esperando retroceden puestos y es algo que está pasando, aunque no sabemos en qué porcentaje", comenta Navarro.

Sin entrar a valorar la calidad de una y otra asistencia, puesto que al final muchas veces los propios médicos de la Sanidad pública son quienes operan en las clínicas privadas, Navarro hace hincapié en la "incongruencia" que encierra este sistema. 

"Cuando se deriva a una clínica privada, se hace allí la intervención y todo lo demás lo tienen que llevar en el sector de referencia al que pertenece ese paciente, sea el Servet o el Clínico. Es un sin sentido porque si al menos se hiciera un seguimiento en estas clínicas, pero solo se realiza la intervención", lamenta Navarro.

Complemento retributivo y peonadas

A juicio del sindicato, la negativa de la Administración a cambiar este sistema lleva implícito el tema de la productividad variable y el complemento retributivo que se heredó del antiguo Insalud. "Podría ser uno de los mecanismos de modificación, pero para eso la Administración tiene que querer, y no dice que quiera", añade.

Para Navarro, la modificación de este complemento -la retribución que perciben los trabajadores que realizan más de tres meses en el salud y firman el contrato programa- podría ir orientada a un compromiso con la organización y a un mejor funcionamiento del sistema.

Por su parte, Lorenzo Arracó, del sindicato médico Cesm, apunta que lo "ideal" para una planificación correcta sería que todas las prestaciones necesarias se pudieran llevar a cabo a través de los servicios sanitarios fijos de Salud, algo que -reconoce- no siempre es posible.

"Siempre hay que dejar un margen para adaptarse a circunstancias que son nuevas o porque se nos amontonan en un momento dado, pero desde luego si tienes mil prótesis de cadera debes tener los servicios diseñados para hacer esas mil, y no recurrir sistemáticamente a hacerlas fuera, pero todo eso lógicamente tiene un precio. Lo cierto es que al final sale más caro diseñarlo para menos y suplementarlo como se pueda...", considera.

En este sentido, otra opción a considerar, según los sindicatos, sería la opción de usar los recursos propios de un modo extraordinario (las horas extras). Las peonadas como tal -comentan- ya no están recogidas en el sistema, y se han sustituido por la actividad en el turno de tarde mediante la modalidad de un complemento específico.

"Las peonadas se hacen, pero muy poco, a base de ciclos, cuando las listas de espera se incrementan o cuando preocupan más a los políticos. Se diseña un plan de choque y ese plan siempre incluye peonadas", explica Arracó.

De este modo, fuentes sindicales explican que hay actuaciones -como cirugías de cataratas que se han llevado a cabo con el Hospital Provincial- que se intentan derivar a otros centros para que aquellas que tradicionalmente incrementan la lista de espera o que tienen el "inconveniente" de retrasar otras operaciones de más envergadura se puedan hacer aprovechando recursos de otros hospitales por las tardes, descargando así esa cirugía de menor complicación que en otros servicios atasca los servicios por las mañanas.

"Todo esto se hace a través de un contrato con la dirección del centro, si bien el sindicato Csif solicita de año en año que se nos envíe un documento programado informado de cuánto se va a desviar a la privada, qué servicios van a hacer actividad en turno de tarde o qué compromiso tengo para acabar con las listas de espera y no nos lo envían ningún año desde el 2000 que fuimos transferidos al Salud", concluye Navarro.

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