Cuevas y grutas: de viaje por el Aragón subterráneo

Ofrecemos siete cuevas para visitar en Aragón, abiertas a todos los públicos. Los recorridos bajo tierra por cavidades naturales son una buena oportunidad para vivir grandes experiencias en familia, que disfrutarán sobre todo los más pequeños.

Grutas de Cristal, en la localidad turolense de Molinos.
Grutas de Cristal, en la localidad turolense de Molinos.
Ayuntamiento de Molinos

Estamos acostumbrados a escuchar elogios de los paisajes aragoneses, pero no son muchos lo que saben que «Aragón es un paraíso para la espeleología en España, junto con Cantabria y Asturias», afirma la presidenta de la Federación Aragonesa de Espeleología, Ainhoa Ruiz Padilla. «Tenemos un patrimonio subterráneo muy importante incluso a nivel internacional» la refrenda su predecesor, José Francisco Royo. «Contamos con la cavidad con la entrada más alta de toda Europa, a 3.006 metros de altitud en la Punta de las Olas en Monte Perdido y la mayor travesía que se puede hacer en el mundo, en el sistema de las fuentes de Escuaín», añade Royo.

Son cavidades solo aptas para espeleólogos, pero el público general también puede disfrutar de la experiencia  en los siete enclaves de este reportaje, a los que se podría añadir las grutas que pueden verse en el recorrido por el monasterio de piedra y algunas cuevas en la vertiente sur del Moncayo por Calcena y Purujosa, como la de Covaliendres.

Visitas guiadas

Se trata de excursiones en las que puede disfrutar toda la familia, especialmente los niños que vivirán estos paseos como una gran aventura. Contar con guía asegura disponer  del equipamiento técnico preciso (frontales, arneses, cuerdas...) en los casos necesarios y caminar solo por los tramos acondicionados. No obstante, si decidimos adentrarnos por alguna de las cuevas que existen en el territorio aragonés, Royo recuerda «llevar más de una linterna, se nos puede caer y quedarnos en la oscuridad absoluta; también ropa de abrigo, hay que darse cuenta que en el interior de la cueva la temperatura es más baja que en el exterior».

Estas son las siete cuevas que pueden visitarse en Aragón. 

- Grutas de Cristal, de Molinos: 

Superar los 130 peldaños para llegar a la entrada es lo más esforzado de esta visita, ya que el recorrido interior es muy sencillo. Esperan dos cavidades: la sala Marina y la sala de los Cristales recuerdan a una enorme catedral de roca con estalactitas, estalagmitas y estalactitas excéntricas (aquellas con una gran profusión de agujas en cada punta). Las visitas, siempre con guía, se acompañan también con audios. Horario de visitas: fin de semana y festivos (de 11.00 a 13.00 y de 16.00 a 18.00); laborables (a las 12.00 y a las 16.00). Tarifas: 7 €, adultos; 5 €, niños hasta 12 años.

- Gruta de las Maravillas, de Ibdes: 

En la turística zona de la comarca de Calatayud, la localidad de Ibdes añade esta gruta de las Maravillas, visitable en sus primeros 40 m. «Creemos que sigue mucho más, pero la vía se estrecha tanto que preferimos no habilitar más tramos», explica el alcalde, Ramón Duce. El agua, tan abundante en esta zona de balnearios, ríos y manantiales, fue originando gota a gota las estalactitas y estalagmitas que ahora asombran al visitante. La gruta, que cuenta con iluminación automática, se abre a las visitas los miércoles y sábados de 17.00 a 18.00, y los domingos de 11.30 a 12.30. Fuera de ese horario puede solicitarse la visita (que tiene un coste de 2 €, 4 € con la visita también a la iglesia de San Miguel) llamando al 639 454 139. A solo 25 pasos de la gruta de las Maravillas, se encuentra otra pequeña cavidad, dedicada a la Virgen de la Soledad, y de acceso libre, que es un buen complemento a esta visita. La app Mappache Ibdes permite descargarse una audioguía para la visita.

- Cueva de El Recuenco, en Ejulve: 

Desde hace aproximadamente un año puede visitarse esta impresionante cavidad, a 3,5 km de Ejulve. Situada en la montaña, puede llegarse en coche hasta un aparcamiento, desde donde esperan 500 m andando hasta la boca de esta cueva de enormes dimensiones de las que el público puede ver cinco salas en las que disfrutará de la visión de las estalactitas, estalagmitas, gours y formaciones en bandera (estalacticas en las que hay un desplazamiento lateral del agua adoptando formas abanderoladas). La visita debe hacerse siempre con guías expertos y cuesta 35€/persona, que incluyen todo el material técnico de espeleología. La reserva puede hacerse ‘online’ en turismoactivoteruel.com o en los teléfonos 685 608 965/681 247 541.

- Gruta de El Romeral, en Aldehuela de Liestos: 

Una pequeña joya bajo tierra que se encuentra a 1 km de esta localidad del Campo de Daroca de apenas cien habitantes. Para visitarla basta pedir la llave en el bar. La entrada es estrecha, y el visitante tendrá la sensación de estas metiéndose por el ombligo de la Tierra. Dentro espera una cavidad de unos 100 m de recorrido, poblada de estalactitas y estalagmitas, que pueden apreciarse en toda su magnitud gracias a la iluminación automática que tiene. Abierta a las visitas desde hace dos años, tras su angosta entrada inicial, resulta fácil de recorrer. Entrada gratuita.

- Coveta de l'Aigua, en Fuentespalda: 

En Fuentespalda se encuentra esta gruta en la que se recorren cinco cámaras en la que admirar las formaciones de estalactitas y estalagmitas formadas en este subsuelo kárstico. Se trata de un recorrido lineal en cuya salida nos espera un bonito mirador sobre la val y el pueblo de Fontespalda y la zona de los montes y puertos de Beceite. Aunque abiertas al público, solo puede accederse en visitas guiadas. La coveta se encuentra a unos 3 km del pueblo. Los visitantes deberán llegar en vehículo propio hasta el Mas de Pau, desde donde comienza un ascenso de 15 min de fuerte subida. «Para que nadie pierda el aliento, existen bancos y zonas de descanso, se sube en tramos durante los que hacemos una introducción sobre la flora y la fauna del entorno», explica Jorge, de Turismo Matarraña, empresa local encargada de las visitas. Toda la actividad dura unas 2 h. 30 minutos (8 €/adultos; 6 €/de 5 a 12 años). El horario de visitas es de 11.00 y 17.00, pero es necesario reservar previamente aquí o llamar al 630 887 559.

- Cueva del Oso Cavernario, en Tella:

En Tella se encuentra esta gruta, habitada por los osos cavernarios hace 20.000 años, de los que se han hallado miles de huesos, que el visitante encuentra al alcance de la mano. La zona del yacimiento se encuentra al fondo de la gruta visitable, tras pasar una primera cámara de unos 200 m de recorrido, en la que la altura de la cavidad muestra en todo su esplendor las curiosas formaciones de estalactitas y estalagmitas. Sencilla de recorrer, está admitida la visita de los niños a partir de 3 años. El precio, que incluye la visita al Museo del Oso, es de 10 €/adultos, 5 €/niños de 6 a 12 años; 3 a 5 años, gratis. Reservas: 608 104 525.

- Cueva de las Güixas, en Villanúa: 

Situada a los pies de la montaña Collarada, en Villanúa, esta cueva de las Güixas (brujas) es un espectacular escenario subterráneo con sus columnas, estalactitas, estalacmitas, corredores y gours (pequeños estanques), aunque quizá el elemento más impactante es la chimenea, un agujero abierto al exterior por que la luz al entrar ofrece una visión singular desde el interior de la cueva, no es extraño que las brujas eligiesen este punto para realizar sus rituales. Las entradas pueden adquirirse 'online'o llamando al 974 378 465. Precio: 8,5 € adultos; 6 €, 6 a 14 años.

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