Para Reyes, entre citas electorales, carbón

Las supuestas buenas intenciones de Pedro Sánchez para la térmica de Andorra chocan con las declaraciones de la ministra Ribera.

La central térmica de Andorra.
La central térmica de Andorra.
Laura Uranga

La política, como la vida, tiene sus ciclos. Por eso se entiende que Javier Lambán vaya a reunirse con Pedro Sánchez en plenas fiestas del Pilar y vuelva con los regalos de Navidad. Son los dos hitos entre los que se mueve todo final de año salvo que, como este, tengamos cita o citas electorales a la vista. Quizá por eso, o seguramente por eso, el presidente aragonés ha vuelto de la Moncloa con las alforjas llenas… de buenas palabras. Nada extraño procediendo de un gobierno que, cuando apenas ha superado los cien días de gracia, ha pulverizado todos los récords de contradicción e incoherencia. Los anuncios de Sánchez para Aragón suenan más a desautorización de la ministra Teresa Ribera -como viene haciendo con otros miembros de su gabinete- que a compromiso. Mostrarse ahora dispuesto a alargar la vida de la térmica de Andorra, cuando la responsable de Transición Energética asumió el cargo y se mantiene en él repitiendo que el cierre de la minería y la descarbonización son una prioridad absoluta para este gobierno, no resulta creíble. Y si quieren rectificar, deberían hacerlo pidiendo disculpas o reconociendo su error, para no jugar con el futuro de nadie. De momento y por corresponder desde Aragón con los presentes llegados de Madrid, para Reyes habría que ir reservando un poquito de carbón.