Una delegación de 17 técnicos de diversas direcciones generales del Gobierno de Argelia ha pasado una semana en Aragón conociendo el modelo de desarrollo rural de la Comunidad y la aplicación de los fondos Leader, con el fin de replicarlo en su país. Esta iniciativa se enmarca dentro del programa Enpard (European neighbourhood programme for agriculture and rural development) que, cofinanciado por el Gobierno de Argelia y la Unión Europea, «busca dar a conocer a países fronterizos con la UE las políticas de desarrollo rural llevadas a cabo por la Comisión, especialmente el programa Leader», explican desde el Instituto Agronómico del Mediterráneo de Zaragoza (IAMZ), que ha organizado y realizado esta actividad.

«Una de las estrategias del gobierno argelino pasa por fortalecer el sector agrario y rural a través de la valorización del territorio y del impulso de la actividad agraria, la artesanía y el turismo de cada wilaya o región», explica Bouziane Rahmouni, responsable de la delegación argelina. «Queremos aportar soluciones a problemas como el éxodo rural, sobre todo, de los jóvenes y la falta de impulso del sector agrario», añade.

El modelo de valorización del aceite de oliva de Somontano fue el elegido como ejemplo de iniciativa de desarrollo rural en torno a la agricultura. «Queremos valorizar el aceite de oliva argelino a través de una dirección comercial en dos ‘wilayas’. Para ello, queremos conocer cómo diversificar la actividad y crear una cadena de valor en torno a este producto», indica.

En lo que respecta a modelos vertebrados en torno a otros sectores, durante su viaje por Aragón, los técnicos argelinos han podido conocer diversos ejemplos de proyectos de desarrollo rural en torno al turismo, como el Parque Cultural del Río Vero, o la artesanía, con una visita a Naval y su Centro de Interpretación de la Cerámica. Un proyecto de integración social en el medio rural a través de la apicultura, que lleva a cabo Atades, y una iniciativa en torno al pastoralismo y las razas de ganado autóctonas también tuvieron su espacio en este programa.

«Aragón nos ha proporcionado muchos ejemplos de proyectos integradores y dinamizadores que impliquen a todos los actores del medio rural. Nosotros tenemos la determinación de llevar a cabo iniciativas similares, pese a las dificultades», afirma el responsable de la delegación.

Los principales obstáculos para la implantación de estas iniciativas estriban en la falta de legislación. «Ahora necesitamos establecer el marco normativo que nos permita crear los Grupos de Acción Local de cada territorio para poner en marcha estos proyectos», indica Kamil Kherroub, miembro de la Cámara de Artesanía de Argelia y participante en la visita. «Desde la administración les apoyaremos intensamente durante la puesta en marcha de algunos proyectos iniciales, pero después, queremos reducir el intervencionismo y simplemente supervisar cómo van esos proyectos con visitas frecuentes», añade.

Apuesta por la agricultura

Según datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), el sector agrícola de Argelia proporciona el 72% de las necesidades alimentarias nacionales y el sector, gracias a los cambios que está implementando, crece a un ritmo del 11% anual. Este crecimiento es fruto de la apuesta del gobierno de Bouteflika por este sector. Un interés que se remonta al año 2000 con la implantación del Programa Nacional de Desarrollo Agrícola. En 2002 este plan adquirió una dimensión rural -pasó a llamarse Programa Nacional de Desarrollo Agrícola y Rural (Pndar)-, ante el interés del Ejecutivo argelino de propiciar el desarrollo de las áreas rurales.

El Pndar se diseñó para responder a los problemas naturales, técnicos, organizacionales e institucionales responsables del debilitamiento de la seguridad alimentaria nacional, la degradación de los recursos naturales y la disminución de la cohesión y paz social en las áreas rurales, según describía el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Argelia en 2007. Sus principales objetivos fueron el desarrollo y modernización de las granjas, la intensificación y la expansión de las áreas irrigadas, el desarrollo de la producción y productividad agrícola a través de grandes inversiones y el desarrollo sostenible.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo