Heraldo del Campo

"Es fundamental que en parques como Ordesa se siga permitiendo y apoyando el pastoreo"

Sara Palacio, investigadora del Instituto Pirenaico de Ecología, que está celebrando actividades de divulgación para clausurar los 75 años de su fundación, impartió una charla sobre los efectos de la matorralización ligados al abandono del pastoreo en las montañas aragonesas.

Sara Palacio, investigadora del Instituto Pirenaico de Ecología, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Sara Palacio, investigadora del Instituto Pirenaico de Ecología, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Laura Zamborain

¿Cuál ha sido el papel de la ganadería en la modelación del paisaje de montaña?

Ha sido fundamental. El paisaje de montaña que conocemos hoy no sería como es sin la ganadería extensiva del pasado.

¿Cómo se han transformado los paisajes de montaña en los últimos años?

Al haber menos presión ganadera y menos diversidad de ganado que pasta, las plantas leñosas están recuperando el terreno que perdieron hace siglos. Cada vez tenemos paisajes con más matorral, más arboles, y perdemos pastos.

¿Esto es consecuencia de que haya menos reses en la montaña?

No es tanto que haya menos reses, hay menos diversidad. El número de vacas no ha disminuido, sino que ha aumentado con relación al pasado. Lo que ha disminuido son el número de ovejas, de cabras, de yeguas, de burros o de mulos. Cada animal come de una manera distinta y hace su parte en tener un pasto diverso. Si solo tenemos vacas, como pasa ahora, o más vacas que antes y pocas ovejas y cabras, y casi ninguno de los otros animales que he mencionado, los pastos también lo notan y se pierden especies en el pasto y capacidad de frenar a las plantas leñosas.

Los matorrales invaden más las montañas, ¿qué consecuencias puede tener esta circunstancia en un plazo de tiempo más largo?

Hay cambios es muchos aspectos. Se pierden algunas especies, hay pérdida de diversidad paisajística, pasa a haber extensiones de masas forestales y eso para los animales supone un problema. Perdemos especies no solo del pasto, que eso es evidente, también de especies que van asociadas a los ambientes mixtos. Igualmente los árboles evaporan más agua que las herbáceas, y hay una pérdida de la cantidad de agua que llega al río. Hay aumento del riesgo de incendios, porque hay más combustible en el monte, las masas son más continuas, y el riesgo de sufrir incendios grandes es mucho más elevado.

¿Hay alguna especie en peligro evidente?

Cada vez cuesta más encontrar las especies de los pastos. Sin embargo, también hay que reconocer que no hay ninguna que corra especial peligro.

¿Cuál es la importancia del pastoreo en el Parque Nacional de Ordesa?

El paisaje de Ordesa, y en general los paisajes alpinos que nos gustan con los prados y las flores, se han modelado gracias al pastoreo. Por eso es tan importante que los parques nacionales de montaña y en los que ha habido un uso tradicional del territorio, se siga permitiendo y apoyando ese uso.

¿Cuál ha sido el papel desempeñado por el Instituto Pirenaico de Ecología?

El Instituto Pirenaico de Ecología lleva desde su origen muy vinculado a Ordesa y participamos en muchos estudios. Desde cambio climático, monitorización de los glaciares, seguimiento de las estalactitas de hielo de las cuevas, efectos de la matorralización, efectos de las especies emblemáticas del parque, de la pérdida de diversidad, estudios de los anillos de los árboles como testigos del cambio climático y de la modificación de masas forestales por el clima y el uso del ser humano.

Por todo esto, ha tenido entonces un papel decisivo y fundamental.

Es un poco una simbiosis. Los investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología necesitamos Ordesa porque es un ámbito de estudio fundamental para nuestra investigación, y yo creo que para el parque nacional también es esencial la investigación por parte del IPE.

Usted acaba de volver de Nuevo México y también ha estado en Irán por un proyecto de ecosistemas de yeso a nivel mundial.

Es mi principal línea de investigación y coordino este estudio. Que yo haya dado una charla de matorralización está relacionado con la herencia que recibo del Instituto Pirenaico de Ecología por parte de investigadores como el profesor Monserrat, Jose María García, Ricardo García, Daniel Gómez, Federico Fillat, etc. Son investigadores que han dedicado sus vida al Instituto Pirenaico de Ecología y a los que nos hemos formado ahí nos han transmitido esta línea del interés hacia la matorralización y los pastos, y es un problema que está en el territorio donde yo vivo. Para mí por supuesto que todo esto es muy importante, pero mi principal línea de investigación es la vida de las plantas en suelos raros como son los de yeso. Lidero un proyecto internacional que busca entender a nivel global, cómo las plantas han aprendido a vivir en este tipo de suelos. Son suelos raros, muchas plantas no pueden vivir en ellos, pero otras son expertas, y lo hacen muy bien. Queremos aprender de ellas cómo lo hacen.

También ha participado en un estudio sobre el incremento de plantas en las cimas de las montañas por el cambio climático.

Es un estudio que han liderado compañeros suizos, al que nos invitaron a participar, y pudimos hacerlo gracias a una estudiante de máster de nuestro instituto, María Jesús Herreros, que se dedicó en cuerpo y alma al proyecto. Hemos buscado en inventarios antiguos las plantas que encontraron los antiguos exploradores hace un siglo en las cumbres del Pirineo y hemos revisado esas cumbres con la idea de encontrar todas las plantas que crecen ahí y realizar así un estudio comparativo. Y se ha hecho a nivel europeo en la mayoría de las cordilleras europeas. Hemos comprobado que ahora hay más plantas que antes y este incremento va paralelo al aumento de temperatura, al calentamiento global que está sufriendo todo el planeta.

PERFIL

Licenciada (con Premio Extraordinario) y Doctora en Biología por la Universidad de Barcelona, Sara Palacio es investigadora Ramón y Cajal en el Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC). A lo largo de su carrera científica ha desarrollado su investigación en diversas instituciones del Reino Unido, Australia, Suiza, Turquía, México y Alemania. Ha participado en 22 proyectos de investigación nacionales e internacionales, siendo investigadora principal en siete de ellos y ha supervisado a varios estudiantes de máster, una tesis doctoral y está supervisando dos tesis doctorales más. Creadora de la red Gypnet para el estudio de los ecosistemas yesosos, coordina el proyecto europeo H2020-MSCA-RISE Gyoworld, en el que participan 18 entidades de 11 países y que tiene como objeto estudiar los ecosistemas de yeso a nivel mundial. En los últimos años ha participado además en diversos comités de evaluación de proyectos de talla internacional.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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