La DGA tramita permisos para 42 plantas fotovoltaicas que suman 1.721 megavatios

Una treintena de instalaciones deben tener la autorización el día 15 para no perder avales millonarios.

Parque solar en servicio en la localidad oscense de Lupiñén.
Parque solar en servicio en la localidad oscense de Lupiñén.
Rafael Gobantes

El Gobierno de Aragón tramita los permisos para la construcción de 42 plantas solares fotovoltaicas,  de las cuales una treintena han logrado ya las autorizaciones administrativas para que sus promotores no pierdan los avales millonarios que tuvieron que depositar en el Ministerio de Industria. El plazo, que expira el lunes, se fijó para las compañías que ganaron la última de las subastas de renovables, en el verano de 2017. Su objetivo es garantizar que estén operativas y, por tanto, evacuando energía, como muy tarde, a finales del próximo año.

Los proyectos presentados por un reducido grupo de nueve empresas, concentrados en la provincia de Zaragoza, suman 1.721 megavatios, lo que implica multiplicar casi por diez la potencia instalada en Aragón.

El director general de Energía y Minas, Alfonso Gómez, adelantó que el 90% de las plantas a las que les urge disponer de los permisos lo tendrían a tiempo y aún se quedó corto, porque solo dos no lo han conseguido. «Algunos de los promotores han presentado la documentación muy tarde, el pasado mes de julio, pero igual llegamos también en su caso», dijo.

La prioridad del reforzado equipo de funcionarios del servicio de Energía eran las autorizaciones administrativas para los parques eólicos, dado que el plazo acababa a principios de agosto. Esto permitió dar vía libre a 53 instalaciones, el 65% de los proyectos presentados en total. Y ahora están centrados en el siguiente hito, el de las instalaciones fotovoltaicas, de las cuales 30 han obtenido el preceptivo visto bueno para comenzar las obras. Solo otros dos han sufrido un varapalo al cosechar un informe negativo del Inaga, lo que les imposibilita seguir adelante.

La prioridad del reforzado equipo de funcionarios del servicio de eran las autorizaciones administrativas para los parques eólicos, dado que el plazo acababa a principios de agosto. ahora están centrados en el siguiente hito, el de las instalaciones fotovoltaicas, de las cuales solo tres habían obtenido el preceptivo visto bueno para comenzar las obras a finales de septiembre. "Somos optimistas, aunque con la habitual prudencia", añade Gómez.

El optimismo de la DGA no era precisamente compartido por el sector, que advertía hace unas semanas de un «tapón» en el Ejecutivo autonómico. La rueda administrativa comienza con la supervisión inicial de los proyectos por parte de los servicios provinciales, que los remiten después al Inaga para la obtención de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) antes de volver de nuevo a los técnicos de Energía para el preceptivo informe de autorización. Solo entonces, la Dirección General puede emitir la autorización. «Solo unas pocas contaban a finales de septiembre con el permiso de construcción, pero hay que reconocer el trabajo que han hecho los técnicos», reconocieron varios empresarios implicados de forma directa.

El Gobierno de Aragón dio un primer paso con la declaración de inversión de interés autonómico de 30 de los 42 proyectos fotovoltaicos presentados, con la que los promotores logran reducir a la mitad los plazos de los trámites administrativos.

Las citadas fuentes del sector reconocen el esfuerzo y "el éxito" que supuso llegar en un tiempo récord a autorizar 53 parques eólicos, con 1.778 megavatios de potencia. Ahora el toca el turno a la fotovoltaica, "por la que se ha despertado un interés creciente" que la DGA pretende canalizar hacia las comarcas mineras para ofrecer una alternativa de empleo. "Los proyectos multiplican por diez la potencia actual y también hay mucho interés de los fondos de inversión", apunta el director general de Energía.

Concentración empresarial

Al igual que en el caso de la eólica, se registra una concentración empresarial en la promoción de las plantas fotovoltaicas. Los 42 proyectos los han presentado nueve empresas: Cobra (grupo ACS), Iberdrola, Solaria, las aragonesas Forestalia, Atalaya, Grupo Jorge y Dalar Solar, la navarra OPDE y la catalana Alizarsun.

Además, dos de estas compañías lideran la apuesta por esta energía renovable en Aragón. Una de ellas es la compañía Cobra, que prevé construir 18 plantas que suman 824,3 megavatios, casi la mitad de la potencia que se instalará en todo Aragón si se cumplen los planes empresariales.

La otra es Forestalia, que a su decidida apuesta por la energía eólica se suma también la fotovoltaica, con otras nueve plantas que representan 444,5 megavatios. En su caso, desarrollará también una instalación de 43,35 MW junto a Atalaya, a la que sumará otra de 50 MW cuyos derechos ha adquirido a OPDE, según apuntaron fuentes del sector y que Forestalia no ha entrado a confirmar.

Lo que sí incidió es en los 1.500 puestos de trabajo que se van a crear en la fase de construcción, aunque para su posterior mantenimiento estima que se requerirán medio centenar de personas.

El Gobierno aragonés estima que cuando todas las plantas estén en fase de explotación, la mayoría de ellas a principios de 2020 al estar sujetas a la subasta estatal de renovables, estarán trabajando unas 800 personas y se beneficiarán, fundamentalmente, los 19 municipios donde se instalarán. El cálculo se eleva a 8.000 trabajadores durante la construcción.

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