El PP reprocha a Mayte Pérez sus políticas "despóticas" y la consejera le tilda de "extremista"

Los temas educativo debatidos en las Cortes derivaron también en rifirrafes con Podemos y Ciudadanos propios de una campaña preelectoral

Javier Campoy (PP) conversa con la consejera de Educación Mayte Pérez (PSOE) en un descanso del pleno de las Cortes de este viernes.
Javier Campoy (PP) conversa con la consejera de Educación Mayte Pérez (PSOE) en un descanso del pleno de las Cortes de este viernes.
Oliver Duch.

En un tono más propio del fragor preelectoral que de un debate parlamentario a siete meses de la cita con las urnas, los temas educativos que se abordaron este viernes en el pleno de las Cortes de Aragón (banco de libros, becas de comedor, escuelas rurales y colegios concertados) derivaron en un rifirrafe entre la consejera socialista Mayte Pérez y los diputados de Ciudadanos, PP y Podemos que la interpelaron.

Así, entre otras perlas dialécticas, la representante popular, María José Ferrando, reprochó a Pérez que lleva más de tres años imponiendo políticas"sectarias, despóticas y conflictivas". Mientras, la responsable de este área tildó a Ferrando de "extremista".

El futuro banco de libros para los colegios, del que esta semana se publicó la orden para su puesta en marcha a partir del curso 2019-2020, provocó las primeras desavenencias. La portavoz de C’s, Susana Gaspar, acusó al Gobierno de practicar una"política de márquetin", ya que lleva desde 2016 anunciando su gratuidad y al final de legislatura solo se ha dado"el primer paso".

Pérez arguyó que se ha tenido que hacer un encaje de"bolillos" para diseñar un modelo"sostenible". Se cuenta con una partida de 4 millones de euros para ponerlo en marcha y la gratuitad total costaría 24 millones.

Las becas de comedor se convirtieron en el segundo motivo de discordia ante las preguntas de la diputada de Podemos Erika Sanz, quien consideró que son"excluyentes" porque los"criterios restrictivos" para acceder a ellas dejan fuera a muchos niños de familias necesitadas. La responsable de Educación le recriminó su"teatralización excesiva" para pintar un"escenario negro" cuando la formación morada ha apoyado los cambios que se han introducido en estas ayudas. Pérez recordó que el presupuesto, por ejemplo, ha pasado de cuatro millones en el curso 2014-2015 a 12 en este año lectivo.

A vueltas con la concertada

El mantenimiento de las escuelas rurales y la enseñanza concertada centraron la confrontación con la popular Ferrando. La representante popular afeó a la consejera que intentara mantener"por estadística" los colegios rurales abiertos y puso como ejemplo el pueblo turolense de El Pobo. En esta localidad, tres de los cuatro escolares, hijos de la misma familia, se han marchado a otro colegio, por lo que se cerrará. Pérez aseguró que estas aulas se mantienen con las premisas de que lo quieran"las familias y el ayuntamiento también".

Los dardos verbales fueron a más cuando se habló de la concertada. Ferrando calificó a la consejera de"amateur compensada en educación" que ha dejado el Departamento "en manos de un dóberman y un topo escurridizo que hacen con usted lo que les viene en gana". Pérez le contestó que a ella solo le interesa defender a su partido de las"desgracias" que ocasionó mientras gobernó y que la DGA tiene una relación"respetuosa y cortés" con la concertada.

Este modelo volvió a estar en liza al recriminarle el diputado podemista Carlos Gamarra que no se ha sancionado a ninguno de los 26 colegios privados que falsearon al alza los datos del alumnado con necesidades especiales. La DGA investigó 553 expedientes, de los que 347 eran irregulares y 240 fueron rechazados. Pérez aclaró que se solucionaron en la comisión de conciliación y se aplican sanciones cuando no se cumple lo acordado o se hace de forma reiterada.

La escuela de El Pobo solo ha funcionado cuatro días

El colegio de El Pobo solo ha funcionado cuatro días en el presente curso. Abrió sus puertas el 10 de septiembre con cuatro niños y las cerró el día 14 al quedarse solo con uno. Por primera vez, el pueblo se queda sin escuela. Los padres de tres niños en edad escolar residentes en la localidad decidieron trasladarlos a diario al centro educativo de Cedrillas porque los padres trabajan en Teruel y prefieren esta solución.

El alcalde, Gabriel Pérez, dijo que nadie quiere el cierre del colegio y él «menos todavía». Ahora, su principal preocupación es conseguir transporte escolar para el cuarto niño que acudía a la escuela del pueblo y que también tiene que trasladarse a diario a Cedrillas. Pérez señaló que el padre del pequeño no puede transportarlo por su situación laboral y precisa de un servicio público para atender esta necesidad. Además, podría servir también para los seis escolares de la vecina Ababuj.

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