El tiempo de la berrea

Lambán buscó con su discurso posicionarse en el centro político, para lo que hizo guiños ante una tribuna marcada por las notables ausencias de autoridades.

El presidente de la DPZ, J. A. Sánchez Quero, junto al alcalde de la capital, Pedro Santisteve.
El presidente de la DPZ, J. A. Sánchez Quero, junto al alcalde de la capital, Pedro Santisteve.
José Miguel Marco

Fue un discurso de poco más de 90 minutos trufado de datos, anuncios y estrategias de futuro con las que el presidente aragonés, Javier Lambán, se quiso posicionar en el centro político, haciendo guiños a todo tipo de públicos. El líder socialista inauguraba el otoño de la legislatura, el espectáculo de la precampaña electoral, lo que le  llevó a hablar del "tiempo de la berrea de los ciervos en los montes aragoneses". No le falta razón, habida cuenta de lo abierto que está el panorama político, cuya  aritmética bien podría permitir alianzas de uno y otro signo tras la cita con las urnas en la próxima primavera.

Lambán lanzó promesas para contentar a casi todo el espectro sociológico, desde el banco de libros para la gran familia de la escuela pública a los avances en los servicios y equipamientos sanitarios, sin olvidarse de un plan de choque para "poner al día" las listas de espera de la dependencia.

Su discurso no sorprendió a nadie. Ni en el hemiciclo ni en la tribuna de invitados, en la que se pudieron ver más calvas que en anteriores ocasiones, según atestiguó el propio personal de la Cámara. Hubo sonadas (y comentadas) ausencias de autoridades, como la del Justicia de Aragón, Ángel Dolado,"por una cita en Madrid", aunque acudirá este miércoles al segundo día del debate sobre el estado de la Comunidad. También faltó el presidente de  la Cámara de Cuentas, Alfonso Peña, que como presidente de turno de sus compañeros autonómicos estaba citado con antelación en el Tribunal de Cuentas, en Madrid. También irá hoy a las Cortes, como este martes lo hicieron el vicepresidente del órgano fiscalizador, Luis Rufas, y la consejera Rosa Montolío.

Tampoco acudió la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, que delegó en sus números dos en Zaragoza y en Teruel, José Abadía y José Ramón Morro, porque había cónclave en Madrid con la vicepresidenta, Carmen Calvo. Ni aparecieron los alcaldes de Huesca y Teruel, Luis Felipe y Emma Buj,  ni el presidente de la Diputación de Teruel, Ramón Millán. Los que no faltaron fueron sus homólogos de Huesca, Miguel Gracia, y de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero. Este último departía amigablemente en primera fila con el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve. Tal era la distensión que le cogió del hombro, como se aprecia en la fotografía.

Hubo hasta reencuentros, como la de la eurodiputada socialista Inés Ayala con Macu Hervás, que trabajaron juntas en el Parlamento europeo y que este martes se fundieron en un cariñoso abrazo en la tribuna. La distancia política no es un problema: Hervás trabaja ahora en el grupo parlamentario de Ciudadanos tras una larga carrera en las filas del PSOE.

Cerca de ellas estaba un clásico de las grandes citas parlamentarias, el rector de la Universidad San Jorge, Carlos Pérez Caseiras,  acompañado por el secretario general de la Universidad de Zaragoza, Juan García Blasco.

También se pudo ver al coordinador de IU-Aragón, Álvaro Sanz; al líder del PP en la Diputación de Zaragoza, Francisco Artajona; a la diputada nacional socialista Susana Sumelzo, y a la alcaldesa de Ejea, Teresa Ladrero, entre otros representantes políticos e institucionales. Todos fueron testigos desde la atalaya de la tribuna de las Cortes del pistoletazo oficial a la larga precampaña electoral. El tiempo de la berrea.

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