Contra la soledad no elegida

Los veinte casos que se han registrado este año en Aragón de personas que vivían solas halladas muertas en sus domicilios han hecho aflorar un problema social que hasta ahora había permanecido oculto, el de la soledad no elegida. Una situación especialmente grave en personas de edad avanzada. La iniciativa del Justicia viene a poner estas circunstancias en el centro de atención de las instituciones como primer paso para buscar fórmulas de actuación.

La reunión que mantuvo ayer Ángel Dolado, como Justicia de Aragón, con representantes de una veintena de entidades puede ser el primer paso para diseñar una estrategia que, implicando a instituciones y organizaciones sociales, permita abordar soluciones para este fenómeno de la soledad no deseada y vulnerable de las personas mayores. La iniciativa debe lógicamente ser compatible con las propuestas que ya se han comprometido a poner en marcha tanto el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Zaragoza. El problema ha aflorado como consecuencia del elevado número de personas halladas muertas en su domicilio en los últimos meses, pero aún es necesario recopilar información y definir de manera más precisa sus perfiles. Las ideas expuestas en la reunión parecen prometedoras, aunque habrá que ver cómo pueden concretarse. Especialmente la cuestión del mapa o censo de personas mayores vulnerables, que en todo caso tendría que realizarse sin que suponga una intromisión inadecuada en la vida privada. La propia situación de soledad hace que en muchas ocasiones sea más difícil ‘detectar’ a quienes por sufrirla corren un riesgo especial. Pero la sociedad y las instituciones van tomando conciencia de que es necesario actuar. En una sociedad que cuenta cada vez con más ancianos, la atención a las personas de edad avanzada es un reto que todavía dista mucho de estar resuelto. Es obligación de todos trabajar en esa dirección.