Por
  • José Luis de Arce

Cuenta atrás para la N-232

La N-232 ha sido escenario de numerosos accidentes graves.
La N-232 ha sido escenario de numerosos accidentes graves.
Guillermo Mestre

Albricias! Por fin, el pasado mes de agosto se anunció el desbloqueo de la declaración de impacto medioambiental, tras diez años de dormitar el expediente de despacho en despacho, que permitirá la construcción de la autovía entre Fuentes de Ebro y Valdealgorfa, abriéndose así paso a una salida carretera razonable hacia el Mediterráneo, aunque las obras, en su conjunto, mucho me temo que van aún para largo; para muy largo. Si el expediente administrativo que quedó aprobado este verano ha tardado diez años en resolverse, imaginen ustedes lo que puede ser lo que viene a partir de ahora: proyectos, licitaciones, adjudicaciones, reformados, fases de construcción… En Aragón sabemos bien las bromas que se gasta el Ministerio de Fomento a la hora de hacer, mejorar, reparar o desdoblar nuestras carreteras, y de ello tenemos buen ejemplo en las autovías del Pirineo, en los desdoblamientos de la N-II, de la N-232 hasta el límite de Navarra y de esta misma carretera a su paso por Monroyo y el puerto de Querol. Es un paradigma de la inutilidad en la gestión.

No obstante, y celebrando desde luego el anuncio de estas obras, quedan aún por solucionar algunos puntos importantes, y señalamos solamente dos: el tramo entre El Burgo de Ebro y Fuentes y la gigantesca chapuza de la rotonda de entrada a Zaragoza donde se cruzan un corto tramo de la A-68 y el cuarto cinturón, que requiere una urgente solución.

La DGA ha dicho -cómo no, mientras se trate de decir- que va a estar atenta y vigilante ante el desarrollo de los trabajos y el cumplimiento de los plazos. Yo diría que, además de esta postura vigilante, debe adoptar también una actitud exigente frente al Ministerio, señalando y reclamando los retrasos y siguiendo la ejecución presupuestaria y el cronograma general del proyecto. Ya se encargarán también los medios de comunicación de incordiar todo lo necesario y de sacar los colores al Ministerio, aunque sea una tarea equivalente a aquello de predicar en el desierto.

De modo que comienza ahora una larga cuenta atrás hasta aquel lejano día, que muchos de nosotros no veremos, en que quede terminada y entre en servicio esta autovía supletoria de una nacional 232 que tantas muertes y accidentes se ha cobrado en los últimos años. Permitirá también descansar y aliviar los riesgos en las poblaciones que atraviesa, al desviar del actual y decimonónico trazado un tráfico tremendo hacia una moderna vía de alta capacidad. Por eso es conveniente que autoridades, alcaldes, organizaciones sociales, medios de comunicación y ciudadanos soplemos en el cogote del Ministerio para que se sienta responsable y obligado a cumplir rigurosamente con el calendario previsto.

Poco a poco se va configurando el mapa carretero de Aragón, cruce de tantos caminos que requeriría más atención de la que hasta ahora ha recibido. Pese a todo hace ilusión incluir en ese mapa nuevos proyectos de obras que esperemos no duren más que las del Pilar, como en tiempos recogía un dicho popular por estas tierras.