De la alegría de Sesa por mantener la escuela al triste cierre de Tolva

El primero, con cuatro alumnos, es el colegio más pequeño de la provincia de Huesca. En Aragón hay 46 escuelas rurales.

Judith Acín, con los tres alumnos, el director del CRA, Pablo Gracia, y otro docente, Prudencio Salcedo.
Judith Acín, con los tres alumnos, el director del CRA, Pablo Gracia, y otro docente, Prudencio Salcedo.
P. P.

El colegio de Sesa es el más pequeño de la provincia de Huesca y una de las 46 escuelas rurales que se mantienen abiertas este curso en Aragón. Suma cuatro alumnos –de 4, 5, 8 y 11 años–. A falta de la llegada de la única chica, que se incorporará en los próximos días, los otros tres escolares comenzaron este lunes el curso con normalidad. Tónica que se repitió en la provincia, donde iniciaron las clases 18.059 niños.

En Sesa no hubo ni nervios ni lloros ya que se sienten como en casa y además, todos son amigos fuera del aula.

Las familias están encantadas con el mantenimiento del colegio, ya que da vida al pueblo y además, es garantía de futuro. Durante la primera jornada, los alumnos, junto a su tutora, Judith Acín, consensuaron las normas de convivencia, hablaron de sus vacaciones y recibieron las primeras lecciones. Algunas fueron particulares. Por ejemplo, Acher es el único que cursa francés y por tanto, tuvo una clase personalizada, una de las grandes ventajas de asistir a un colegio de pequeñas dimensiones, apuntó el docente de esta materia, Prudencio Salcedo.

La escasez de alumnos también permite mantener una estrecha relación con las familias. El único inconveniente es la falta de socialización de los escolares con niños de su misma edad, lo que se compensa con jornadas de convivencia, detalla el director del CRA Monegros Norte, Pablo Gracia, al que pertenece el aula de Sesa. En el mismo figuran también los coles de San Lorenzo, Lalueza y Curbe, que han crecido en número de alumnos, una importante victoria en la lucha contra la despoblación.

Esa alegría contrasta con la tristeza que se vive en la localidad ribagorzana de Tolva, que después de celebrar en 2017 los 25 años de la reapertura de la escuela, este curso ha tenido que echar el cierre al haberse marchado del pueblo por motivos laborales una familia con hijos en edad escolar y no cubrirse la ratio mínima de alumnos.

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