Los accidentes en carreteras de Zaragoza y Huesca suman ya casi tantos fallecidos como en todo 2017

La tendencia negativa se mantiene con el peor comienzo de septiembre de los últimos años. Las vías autonómicas y nacionales concentran el mayor número de siniestros mortales en Aragón.

Dos fallecidos y un herido en otro accidente en la N-II a la altura de Peñalba.
Dos fallecidos y un herido en otro accidente en la N-II a la altura de Peñalba.
Bomberos del Bajo Cinca

Veinte personas han perdido la vida en Aragón durante los meses de julio y agosto en las carreteras de la Comunidad autónoma, siete más que en el mismo periodo de 2017. Este balance, uno de los peores del último quinquenio, se ha agravado todavía más en septiembre, pues en tan solo tres días ha habido que lamentar otros tantos fallecidos, todos ellos en la provincia de Huesca, según los datos de la Dirección General de Tráfico que contabilizan los fallecidos en siniestros de tráfico y los heridos que mueren en las siguientes 24 horas.

En esta estadística no se ha recogido la cuarta víctima mortal registrada también en Huesca el pasado 30 de agosto, un vecino de Broto, de 58 años, que perdió la vida al volcar la pala excavadora que conducía por un camino forestal de la localidad.

En total, se han registrado 49 fallecidos en la red viaria aragonesa desde el pasado 1 de enero hasta ayer, un dato muy negativo si se tiene en cuenta que en el mismo periodo de 2017 habían muerto 38 personas, y a lo largo de todo el año fueron 58 las víctimas. Este aumento del casi un 29% en fallecidos –y todavía quedan cuatro meses para terminar el año–, solo se asimila al registrado en Cataluña (un 32% más) o en Navarra (donde los muertos se han duplicado).

A estos datos han contribuido de manera importante la siniestralidad en las carreteras de las provincias de Huesca y Zaragoza, pues solo la primera, hasta el de 2 de septiembre, ha alcanzado ya la cifra de 19 fallecidos, la misma que en los doce meses del pasado año. La provincia zaragozana tampoco se queda atrás y hasta el 31 de agosto ha sumado 23 muertos, cuando en todo 2017 registró 25.

Solo la provincia de Teruel arroja un balance que puede calificarse de positivo, en relación con el año pasado: hasta el 31 de agosto han sido siete las víctimas mortales cuando en la misma fecha de 2017 habían perdido la vida diez y al terminar el año el cómputo global fue de catorce.

Por tipo de víctimas, la mayoría han sido conductores de turismos o camiones, mientras que el número de motoristas fallecidos hasta la fecha ha descendido de manera notable (ha pasado de 6 a 3) y el de ciclistas (ha bajado de 2 a 1).

El estado de las carreteras parece haber influido de manera decisiva en los accidentes, sobre todo si se tiene en cuenta en qué vías se han producido. Los datos de la DGT reflejan que 17 de las 49 víctimas contabilizadas desde enero encontraron la muerte en carreteras autonómicas, mientras que 14 fallecieron en vías nacionales y 12 en autovías.

Un 25% más en secundarias

Las autopistas que cruzan Aragón registraron dos fallecidos, mientras que en las carreteras provinciales murieron dos personas y tres encontraron la muerte en caminos vecinales. En el mismo periodo de 2017, los accidentes mortales en vías autonómicas y provinciales fueron 16, lo que supone un 25% más. No obstante, hay que tener en cuenta que Aragón está comunicado fundamentalmente por carreteras de este tipo y que 9.098 kilómetros de los 11.659 que lo cruzan pertenecen a carreteras secundarias. Del resto, solo 845 kilómetros están desdoblados.

De las carreteras nacionales de vía única, la N-232 y la N-II destacan por encima del resto como las más peligrosas. De hecho, solo este año acumulan ocho fallecidos, los dos últimos este pasado 1 de septiembre en Peñalba. Tres vecinos de Barcelona que circulaban en una furgoneta Citroën Berlingo se salieron de la vía en el punto kilométrico 397 de la N-II, a pocos metros del límite con la provincia de Zaragoza, y cayeron a un barranco. El vehículo quedó volcado, con las ruedas hacia arriba, y parte del habitáculo sumergido. No había mucha corriente, pero sí un nivel de agua de un metro. La ocupante del asiento trasero, una joven de 25 años, pudo salir del vehículo pero su novio, que viajaba en el asiento del copiloto, y el padre de este último, de 65 años, que conducía el turismo, fallecieron.

El cómputo global en España también es negativo respecto al año pasado. El balance provisional del 1 al 27 de agosto refleja 119 víctimas, 15 más que en 2017. En el acumulado anual, se llevan contabilizados 786 fallecidos, once más que el pasado año.

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