Labuerda: negocios con solera y un clima que favorece la longevidad

En Labuerda llaman la atención varias cosas: el número de personas nonagenarias en buena forma, las carnes y tapas de la Fonda Carrera, el carácter emprendedor de la familia Turmo y un entorno espectacular.

La arquitectura urbana de Labuerda llama la atención.
La arquitectura urbana de Labuerda llama la atención.
Laura Uranga

A tan solo cinco kilómetros de la populosa Aínsa, Labuerda es un coqueto pueblo que alberga la emisora de Radio Sobrarbe y dos negocios con solera dentro de la hostelería: el hotel y restaurante Casa Turmo y la Fonda y Restaurante Carrera. A sus habitantes, los ‘gurriones’, les gusta solazarse en las celebraciones y se caracterizan (como ocurre en buena parte de la zona) por su longevidad. Jaime Becana, de Casa Turmo, lo recalca. "Los de este pueblo son casi antiguos, pero ya les gustaría a algunos de cincuenta estar en la forma que tienen muchos de ochenta y noventa aquí".

En 1922, Antonio Turmo puso sus primeros negocios en Labuerda, una barbería y una tienda. En 1950, la familia abrió panadería y repostería en el centro del pueblo; en 1995 subieron la mentada panadería a la entrada desde Aínsa y llegó el hotel. "Enseguida abrieron restaurante, después otra planta… y aquí estamos. El segundo Antonio Turmo, que tiene 96 años, sigue aquí y bien fuerte que está; conducía hasta hace nada, y aún cuida su huerto. El negocio del hotel y restaurante lo lleva su hija Amparo", cuenta Jaime.

"Llevo una década trabajando en Casa Turmo –apunta– me encargo de la recepción, las reservas e internet, ayudo en el restaurante... soy de Robres, en los Monegros, y si te cuento la historia de cómo acabé aquí, te vas a reír. Amparo le comentó a un conocido si sabía de alguien para trabajar en el negocio, y éste le dijo que sí, que uno que se llamaba Jaime, de los Monegros, que era así y asá... pero no recordaba mi apellido. Amparo cogió un listín y empezó a llamar a pueblos de la comarca preguntando por un tal Jaime y dando una descripción de mí, hasta que llamó a Sodeto, donde tengo familia; le dieron el teléfono de mis padres, aunque le avisaron que yo debía estar en la cárcel. Resultó que no, que no estaba en la cárcel –ríe– y que se confundían con otro Jaime".

Jaime se ha convertido en un embajador de su pueblo de adopción. "La gente es muy maja, ha venido gente de fuera que se está haciendo sus casas, estamos en pleno Parque Nacional y tenemos una localización perfecta, porque acercarse a Torla o Pineta cuesta parecido. El clima es magnífico, no hay niebla ni viento, el frío no es tan fuerte como en otras zonas; en invierno hay caza y los descensos de bicicletas, que han cogido más auge en otros puntos, también son un aliciente aquí, sobre todo en la zona de Codasartén: Eso sí, el veraneo ha bajado".

La panadería y repostería la lleva Asun, hermana de Amparo, con su marido Quino Coronas, pero a pesar de compartir edificio son administraciones diferentes. Destacan la torta de San Visorio y los pastillos de manzana, calabaza, nuez y almendra; la receta original es de Asunción Campo, madre de la actual dueña, y Quino la replica a la perfección.

La Fonda Carrera y Carlos Saura

En pleno centro del pueblo se cuida el paladar del visitante con mimo. Esta fonda y restaurante la lleva Nuria Lafalla, una sonrisa andante de ésas que dan calor en invierno. "La abrieron mis padres como restaurante con habitaciones hace sesenta años, aunque ya era bar el pueblo antes. Yo estudié Turismo y volví aquí a encargarme del negocio: llevo 32 años en ello. Tengo dos hijas, estudian fuera y de momento no piensan en la hostelería; ya veremos qué ocurre en el futuro".

Nuria explica su filosofía de negocio. "Aquí se cuida mucho el trato y aunque es comida casera, variamos mucho; si vienes varios días no te cansas. Son guisos que me enseñó mi madre. Nuestro formato en el menú es curioso, porque ponemos un primero a elegir, luego un picoteo de cinco tapas variadas que se van cambiando, los segundos y los postres caseros. Trabajamos con carne ecológica, mi marido es veterinario y tiene vacas, así que surte al negocio. ¿Clientes conocidos? Aquí hemos tenido varias veces a Carlos Saura, es muy amable; le dedicó un libro y unas láminas a mi hija cuando cumplió los 18 años. Vino Juan Mariné, que hace cine y ganó en Espiello el año pasado; también tuvimos al presentador de televisión Jordi Évole, además de alguno de los actores de ‘Los hombres de Paco’".

LOS IMPRESCINDIBLES

El coro de piedra

La iglesia de San Sebastián de Labuerda tiene en el coro un llamativo pretil de piedra, algo poco común de ver. Es un edificio construido esencialmente con sillarejo y piedra sillar en esquinas y partes sustentantes.

San Vicente Mártir

Esta iglesia del siglo XII, situada en la pedanía de San Vicente, forma parte de un conjunto que incluye ermita y esconjuradero. En verano se visita martes y jueves por la tarde, y tiene un espacio de museo de arte sacro.

‘El Gurrión’

Esta revista bimensual, que lleva Mariano Coronas y acaba de superar los 150 números, se caracteriza por publicar relatos, historias y fotografías de vecinos y amigos del pueblo con la revista en distintos puntos del mundo.

Ir al espacio 'Aragón, pueblo a pueblo'

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