Primer paso en firme para avanzar en la ejecución de la autovía que unirá Fuentes de Ebro y Valdealgorza, una vía de alta capacidad de 88,5 kilómetros que reducirá de forma drástica el tráfico por la peligrosa N-232 donde han llegado a perder la vida 41 personas en doce años. Tras una década desde el inicio de la tramitación, el Ministerio para la Transición Ecológica acaba de publicar la Declaración de Impacto Ambiental, un requisito imprescindible para encargar la redacción de los proyectos y licitar las obras. La DGA confía en que, a pesar del retraso, esta autovía que unirá Zaragoza, el Bajo Aragón y el Mediterráneo suponga "la mejora de la seguridad y el desarrollo de la zona".

Fuentes de Ebro, Belchite, Quinto, Valjunquera, Valdealgorfa, Alcañiz, Samper de Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar y Azaila son los municipios zaragozanos y turolenses que figuran en la zona de actuación de la futura vía de alta capacidad, en sus 88,5 kilómetros de trazado. Aunque la intensidad de tráfico está alejada de la que justificaría la construcción de una nueva autovía, la Dirección General de Carreteras argumentó, en un informe de 2015, que la actuación se justifica por la necesidad de mejorar la seguridad vial, la integración territorial y la funcionalidad del sistema general de transporte.

Y los datos confirman que el tramo de la N-232 que une Zaragoza con el Bajo Aragón presenta un elevado índice de siniestralidad. El último accidente mortal, que se produjo el pasado 2 de agosto en Fuentes de Ebro, se cobró la vida de dos mujeres de 21 y 53 años cuando se dirigían al trabajo. De ahí que resulte difícil explicar los años de bloqueo que sufre esta infraestructura que limita, además, el desarrollo de la zona. "Se ha tardado casi 10 años en este trámite, que es reflejo del poco compromiso. Pero ahora lo importante es que se siga avanzando", indicaron fuentes del Gobierno de Aragón.

El proyecto de ejecución de la autovía contempla seis tramos, y se va a priorizar el que une Quinto con Fuentes de Ebro por ser el que más tráfico registra y el más cercano a Zaragoza capital. Cuando esté listo se unirá, además, con el que comunicará El Burgo y Fuentes, un ramal de 17,7 kilómetros y 81 millones de euros de presupuesto que podría estar listo en 2022. Fomento prevé destinar este año 3,5 millones de euros a este tramo, cuyo proyecto está en redacción, y reserva, también, otros seis millones de euros para el resto de la A-68 hasta Valdealgorfa.

La declaración del impacto ambiental detalla el proceso de evaluación que se inició el 28 de julio de 2008, fecha en la que la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental recibió el documento inicial. Durante la fase de información pública se presentaron 87 alegaciones, y algunas de las peticiones se han incorporado al proyecto. Es el caso de Valdealgorfa, donde el trazado se separa del casco urbano más de 500 metros y discurre en el ángulo de la ermita de Santa Bárbara, a la que se aproxima, aunque queda a una distancia de unos 360 metros.

En Alcañiz, se desplazará el trazado para limitar la afección a la zona de regadío de Val de Hueso y se prevé un enlace de la futura autovía con la carretera N-211 y la variante noroeste. En Quinto, también se modificará el trazado para acercar la futura A-68 a la traza actual de la N-232.

La alternativa de autovía seleccionada tiene una longitud de 88,5 kilómetros y la sección trasversal está formada por dos calzadas de dos carriles de 3,5 metros de anchura y un arcén exterior de 2,5 metros. En el estudio de impacto ambiental están previstos once enlaces completos en Las Ventas, Torrecilla, con la carretera de _Caspe, con la N-211 en Calanda, con la Ciudad del Motor, con El Regallo-Andorra, Híjar, La Puebla de Híjar, Azaila, Quinto y Pina de Ebro. Además, se han proyectado 68 estructuras que incluyen 20 pasos superiores, cinco pasos inferiores y once viaductos, cinco de ellos singulares sobre los ríos Guadalope, Martín, Aguasvivas, el barranco de Valdecara y Val de Lisón.

El informe recuerda, además, que en las alternativas del trazado se rechazó duplicar la N-232 porque "solo serían aprovechables 21,8 kilómetros", de manera que quedó descartado.

La Dirección General de Biodiversidad fija una serie de requisitos que se deberán respetar en los proyectos para que se mantenga el informe favorable. Advierte, además, al promotor de que si tarda más de cuatro años en iniciar la ejecución de alguno de los seis tramos deberá comprobar si se han registrado cambios en las condiciones ambientales. La definición definitiva del trazado tendrá que evitar los yacimientos arqueológicos y paleontológicos de la zona.

El estudio de impacto ambiental recoge un programa de vigilancia cuyo objetivo consistirá en garantizar el cumplimiento de las medidas preventivas y correctoras que incluye. Antes de la aprobación del proyecto de construcción, deberá redactarse y ponerse a disposición del órgano ambiental un documento que refleje su cumplimiento.

El seguimiento y la vigilancia ambiental prevé realizar controles en la morfología y diseño de los taludes y de los viaductos. Durante los tres primeros años de explotación de la autovía se realizarán, también, informes anuales y especiales.