Los Tédax temieron que el coche de los terroristas de Cambrils llevara una bomba

Tres equipos fueron a inspeccionar el vehículo en el que iban los yihadistas y descartaron la amenaza. El sumario revela que los chalecos explosivos simulados eran como los de Túnez, París y Bruselas.

La madrugada del 18 de agosto de 2017
La madrugada del 18 de agosto de 2017
Heraldo

El primer aniversario de los atentados yihadistas perpetrados en Barcelona y Cambrils (Tarragona) los días 17 y 18 de 2017, en los que murieron 16 personas –una de ellas de Zaragoza– y 300 resultaron heridas, ha coincidido con el levantamiento del secreto del sumario por parte de la Audiencia Nacional. Y la profusa investigación policial que recogen las diligencias instruidas por el juez Fernando Andreu, a las que ha tenido acceso HERALDO, desvela que los Mossos d’Esquadra movilizaron a los Tédax porque temieron que el vehículo en el que los yihadistas habían huido a Cambrils llevara una bomba. Asimismo, informaron a los especialistas en desactivación de que un agente de seguridad ciudadana acababa de abatir en esa localidad a cinco terroristas que llevaban adosados lo que parecían ser cinturones con artefactos explosivos.

El informe realizado por los Tédax de los Mossos d’Esquadra para el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional detalla que recibieron la información del atentado de Cambrils a las 00.45 para activarse desde su cercana sede en Salou. Dada la dimensión del ataque terrorista y el potencial peligro fueron tres los equipos de desactivación de explosivos (EDE) movilizados. Su misión era neutralizar los cinturones que llevaban adheridos los terroristas e inspeccionar su vehículo por si realmente estaba preparado para ser utilizado como coche bomba.

El choque del vehículo

El Audi A3 de color negro de los terroristas accedió a la parte peatonal de la avenida de la Diputación (como se conoce al paseo marítimo) y atropelló a seis personas, entre ellas tres zaragozanos: Roque Oriol, su mujer Ana María Suárez y su cuñada Alicia Suárez. Finalmente, el vehículo volcó tras chocar con un coche patrulla que estaba haciendo un control en la rotonda próxima al Club Náutico.

Tras el accidente, los cinco yihadistas abandonaron el coche armados con cuchillos y hachas que habían comprado esa tarde a las 20.00 en una tienda china en Cambrils. Salieron gritando consignas en árabe y se dirigieron hacia los dos policías –un hombre y una mujer– que realizaban el control. Cuatro de estos terroristas corrieron en dirección sur, hacia el club Náutico, y el quinto hacia el norte, donde se encuentra la avenida de la Diputación. Fue precisamente allí donde hirió mortalmente a Ana María Suárez, antes de caer abatido por el policía.

"Cada uno de ellos llevaba adosado al cuerpo un IED (artefacto explosivo improvisado en siglas en inglés). Estos terroristas (cuatro por un lado, a escasos metros del vehículo y la rotonda, y un quinto por otro) se encuentran ubicados en dos zonas alejadas entre sí en el mismo paseo por unos 400 metros aproximadamente", decían los Mossos en el informe remitido al juez.

Un perímetro de seguridad

Dos equipos de los Tédax trabajaron simultáneamente para neutralizar los IED de los terroristas y el vehículo que habían utilizado. A la 1.45 llegó la primera dotación al lugar de los hechos en Cambrils procedente de Salou. Se centraron en los cinturones de los cuatro terroristas próximos al Club Náutico. Y como había varias dotaciones uniformadas haciendo un perímetro de seguridad alrededor de los terroristas y de su vehículo, aprovecharon para inspeccionar este último y comprobar si llevaba alguna bomba.

"Utilizando técnicas propias de la especialidad Tédax-NRBQ se procede a inspeccionar, neutralizar y desbaratar los presuntos artefactos explosivos que los cuatro terroristas abatidos llevaban adosados al cuerpo. Una vez neutralizados se trabaja sobre el vehículo de los terroristas. Tras comprobar que el coche no lleva ningún tipo de artefacto se da por finalizada la intervención", relata en su informe el primero de los equipos que intervino.

A cada yihadista le retiraron un cinturón simulado y el informe policial precisa que eran similares a los que se utilizaron en los atentados yihadistas en Túnez, París y Bruselas. Estaban construidos con cable eléctrico, cinta americana, un pulsador y varios paquetes. El informe de los Tédax concluyó que estos cinturones hicieron que "la amenaza resultara auténtica" sin llevar carga explosiva, "generaron terror" y "atemorizaron a las personas".

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